Tuesday, May 29, 2007

La PGR y la CNDH, clericales

Aborto:
La CNDH y la PGR al servicio del clero
Edgar González Ruiz


La Comisión Nacional de los Derechos Humanos y la Procuraduría Nacional de la República están al servicio de la jerarquía católica, de tal suerte que mediante pretextos y artificios legales tratan de evitar la despenalización del aborto vigente en la ciudad de México desde el pasado 26 de abril pasado.
Se han puesto así del lado del fanatismo religioso contra los derechos de las mujeres y contra los valores y actitudes prevalecientes en la capital, pero la derechización de esas dependencias tiene sus antecedentes en el periodo de Salinas de Gortari.
Por parte de la PGR cabe recordar que al inicio del periodo de Zedillo, como herencia del Salinismo y de la candidatura presidencial de Ernesto Zedillo, el panista Antonio Lozano Gracia fungió como titular de esa dependencia.
Inmediatamente, Lozano comenzó a promover los intereses de grupos conservadores, firmando con la Unión Nacional de Padres de Familia un convenio que covirtió a ese grupo ultraderechista en colaborador de la PGR.
En su versión original, que no fue aprobada, el documento establecía que la PGR llevaría a cabo redadas en centros de diversiones a petición de la Unión, grupo extremista fundado en 1917 para oponerse a la educación laica.
Pero, sea como sea, la UNPF fue reconocida como "colaboradora" de la PGR, que estableció otro acuerdo similar con el Centro Cívico de Solidaridad, Cecisol, fundado por el poderoso empresario católico José Barroso Chávez, miembro de los Caballeros de Malta.
Asimismo, se trataron de impulsar desde la PGR proyectos antiabortistas del corte de los Centros de Ayuda a la Mujer, de Provida, además de que la influencia clerical se hizo presente con la promoción de los "valores", de inspiración religiosa, en esa institución.
A la postre, Lozano Gracia fue destituido por Zedillo en 96, luego de haber dejado una estela de ineficiencia, abusos y corrupcion, que motivó señalamientos de sus relaciones con el narco.
Sin embargo, a partir del 2000 la derecha católica volvió a apoderarse de la Procuraduría, al grado de que hoy hace el papel de abogado de una jerarquía religiosa cuyas posiciones son cada vez más impopulares, especialmente en la capital, por lo que trata por todos los medios de que las instancias clericales de otras zonas de la República intervengan en los asuntos que conciernen a la ciudad de México.
El expresidente Salinas, aliado histórico del clero y del PAN también está desarrollando una lucha a muerte con los sectores liberales y progresistas de México, pues en vísperas de la visita de Felipe Calderón a Benedicto XVI lanzó la acusación arbitraria y ridícula de que la masonería había atentado contra el cardenal Posadas en 1993.
En realidad, como todos sabemos, Salinas tenía los hilos del poder y del narco en un perido sangriento y regresivo de la historia de México, donde el asesinato de Posadas fue sólo el inicio de una serie sangrienta de violencia política que culminó con los asesinatos del entonces candidato priísta a la presidencia y del dirigente nacional de ese partido.
Con la perversidad que lo caracteriza, Salinas pretende a la vez librarse de su responsabilidad criminal, insinuada incluso por su propia exesposa, Cecilia Occelli, asi como ayudar al clero indirectamente atacando a la masonería, un sector por él odiado, y que ha sido promotor del progreso y de la libertad en México, al grado de que a ella pertenecieron Benito Juárez y Lázaro Cárdenas, entre otros.
La derechización de la CNDH comenzó por lo menos desde noviembre de 1999, con el nombramiento al frente de ella de José Luis Soberanes, destacado jurista que ya en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM se había dado a conocer como simpatizante de grupos conservadores católicos, a los que en ese momento decepcionó incorporando entre sus colaboradores a varias personas comprometidas con la lucha por el respeto a la diversidad sexual y religiosa.
Pero con la permanencia de la derecha en el poder, Soberanes está exhibiendo ya sin recato no sólo sus raíces ideológicas sino su política arribista y falta de escrúpulos.
Luego de su tan criticada actitud de soslayar las dramáticas violaciones de militares contra los derechos humanos en el caso de la anciana indíigena Ernestina Ascensión, ahora hace el papel de leguleyo al servicio de la Arquidiócesis de México, buscando pretextos para anular la despenalización del aborto, a fin de que por voluntad del clero las leyes sigan persiguiendo a las mujeres que abortan.
Al actuar contra la salud y la vida de las mujeres, ambas dependencias apelan a la infantil excusa de que pueden encontrar algún resquicio jurídico para invalidar la reforma aprobada en la capital, como cuando un abogado se pone a encontrar huecos legales que beneficien a su cliente, que en ese caso es la jerarquía católica y en particular el cuestionado Norberto Rivera, quien también tiene colocado a otro de sus servidores, Bernardo Fernández del Castillo, como director jurídico de la Secretaría de Salud.
Pero el desenlace del debate sobre el aborto dependerá no sólo del juego político, de las negociaciones y de la capacidad de respuesta del PRD y de grupos feministas, sino ante todo, como se ha evidenciado en los últimos años, de la decisión, valor civil y capacidad de movilización de la sociedad.

Wednesday, May 23, 2007

Los crímenes de la Inquisición

El Manual de Inquisidores, de Nicolás Eymeric
Edgar González Ruiz

Nacido en Gerona, España, en 1320, el inquisidor Nicolás Eymeric es famoso por haber escrito un manual para el Santo Oficio, que enseña hasta dónde puede llegar el abuso y la crueldad al servicio de la intolerancia religiosa, de la negación del libre albedrío.
En 1396, tres años antes de su muerte, Eymeric elaboró su Manual que incorpora la sabiduría de la maldad cultivada a lo largo de una vida dedicada a perseguir con saña a los herejes, con el objetivo inalcanzable de controlar sus creencias, pues como definió Eymeric la Inquisición perseguía los “delitos del alma”.
En ese tratado, que durante siglos sirvió de guía a los inquisidores, se enseñaba cómo acosar, engañar, espiar, torturar, castigar y despojar a quienes cuestionaban los dogmas católicos y que por ello se consideraban privados de los derechos que establecían las leyes civiles.
Para hacerse sospechoso ante el Santo Oficio, bastaba con que dos testigos declararan contra ellos, con una simple delación, aunque no los acusaran formalmente. Se ocultaba al acusado la identidad de sus delatores, y estaba obligado a declarar contra sí mismo en caso de tener creencias o prácticas heterodoxas. Contra él, pero no a su favor, se aceptaba el testimonio de sus familiares y sirvientes, así como de otros “herejes”. “En causas de herejía, por respeto a la fe son admitidos los testimonios de los excomulgados, los cómplices del acusado, los infames los reos de un delito cualquiera…bien que estos delitos valen contra el acusado y nunca en su favor”. Nicolau Emeric Manual de Inquisidores para uso de las Inquisiciones de España y Portugal, Fontamara, Barcelona, 1974,
No se tenía en cuenta que los testigos se retractaran de sus denuncias. En algunos casos, el reo podía contar con un abogado, que era nombrado por el propio inquisidor. Se torturaba al reo “para apremiarle a la confesión de sus delitos” y esta bastaba para condenarle, “sin que obste que en los demás tribunales no sea bastante la confesión del reo, cuando no hay cuerpo de delito formal” (p. 43) Cuando el acusado moría durante la tortura, el inquisidor no cargaba con responsabilidad alguna, y se podían prolongar las sesiones durante varios días, alegando que era la misma, pero con “interrupciones”. Además, se creía que si el reo podía resistir al tormento era por medio de hechicerías, por lo que “siempre será bueno desnudar y visitar con escrúpulo a los reos antes de subirlos al potro” (p. 53). Cabe añadir que entre los reos los había de ambos sexos y diferentes edades.
Asimismo, el inquisidor podía con toda libertad apelar a otras “tretas”, como la de enviar algún delator que mintiendo se ganaba la confianza del acusado. Si este no confesaba, podía tener derecho a un defensor, nombrado por el propio inquisidor.
Si a pesar de tan desventajosas condiciones, no había evidencias suficientes para condenar al acusado, se le declaraba absuelto por falta de pruebas, pero no inocente, pues “en amparo de la fe, la sentencia de absolución en asunto de herejía nunca se ha de tomar como definitiva” (p. 61), por lo que el proceso se podía volver a iniciar si la Inquisición disponía de nuevos testigos.
En caso de que un condenado lograra huir, se le trataba de perseguir, incluso en otras naciones, y se declaraba que podía ser “preso, robado y muerto por cualquiera individuo” (p. 60)
Da una idea de la concepción que del mundo, de ellos mismos y de sus víctimas, tenían los funcionarios del Santo Oficio, este exhorto dirigido a las autoridades del lugar a donde se hubiera fugado el acusado:
“Este mal hombre, cometiendo más y más delitos, arrastrado de su demencia, y engañado del diablo, que engañó al primer hombre, temeroso de los saludables remedios con que queríamos curar sus heridas, negándose a sufrir las penas temporales para rescatarse de la muerte eterna, se ha burlado de Nos y de la Santa Madre Iglesia, escapándose de la cárcel…” (p. 59)
Muchos de los condenados eran despojados de sus bienes en beneficio del Santo Oficio, y cuando eran quemados, se otorgaba cuarenta días de indulgencia al público asistente a la ceremonia y tres años a los verdugos.
Pero el castigo de los disidentes no terminaba con su muerte, sino que los hijos también eran despojados de sus herencias en beneficio de los inquisidores, pues “por ley divina y humana los hijos deben ser castigados por las culpas de sus padres” (p. 71)
Y “no están exentos de esta ley los hijos de los herejes, aunque sean católicos”.
A los condenados de les privaba automáticamente de todo “oficio, beneficio, fuero, dignidad, etc”, lo mismo que a sus hijos, hasta la segunda generación “cosa justísima porque conservan la mácula de la infamia de sus padres” (p. 73). Esto alcanzaba a los hijos nacidos antes de que sus padres hubieran incurrido en la herejía.
En pasajes que nos evocan la voracidad característica de muchos prelados actuales, Eymeric se extiende en las bondades de que los inquisidores se enriquezcan a costa de sus víctimas, pues los primeros tienen, dice, las manos tenaces y estreñidos los bolsillos.
Leemos que es “siempre útil y provechoso sobremanera a la fe de Cristo que tengan mucho dinero los inquisidores” (p. 69), e incluso que reciban salarios de los ayuntamientos, pues si ese principio se aplica a los médicos y a los profesores de las artes liberales y mecánicas “¿por qué no se le ha de dar a los inquisidores que trabajan más y son más útiles?” (p. 70) Por si fuera poco, los guardianes de la fe, también podían recibir “dádivas”, pero “no han de ser de mucho valor, por no mostrarse codiciosos en demasía…” (p. 69)
¿Quiénes se hacían acreedores a los castigos del Santo Oficio?. Explica Eymeric que “todos los herejes sin excepción”, y los enumera prolijamente, incluyendo a los infieles y judíos, cuando violan las leyes cristianas, o se convierten falsamente a esta religión, aunque su decisión haya sido inducida mediante amenazas, golpes, etc; los alquimistas, hechiceros y adivinos, así como los adoradores del demonio, siempre que para invocarlo usen fórmulas de súplica y no imperativamente, pues en tal caso no sería una muestra de adoración (curiosa distinción típica de la lógica medieval).
Los blasfemos eran carne de cañón para los Autos de Fé, y aunque no se les quemaban sí se les imponían otros castigos. “Por ejemplo, uno que diga tan malo está el tiempo que Dios mismo o puede ponerlo bueno, peca en asunto de fe contra el primer artículo del Credo” (p. 101). Quien blasfemaba borracho, también podía ser castigado, dependiendo de la gravedad de su borrachera, así como “los que dicen chistes sobre la fe, Dios y los santos”.
Otro grupo de reos eran los que ayudaban a los “herejes”, así fuera dándoles de comer, y los que “ponen mala cara a los inquisidores, y los miran de reojo” (p.116)
Por fortuna, ha desaparecido el Santo Oficio con los poderes que tenía en los tiempos en que era de uso dicho Manual, pero su espíritu pervive como indica el hecho de que Ratzinger haya estado al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que es el Santo Oficio dentro del clero.
Asimismo, la jerarquía católica sigue tratando de usar las leyes para castigar a quienes cuestionan la doctrina religiosa, sean las mujeres violadas que abortan, los legisladores que las defienden, o los que aceptan la diversidad sexual.

Tuesday, May 22, 2007

Murió Jerry Falwell, predicador aliado de Bush

Derecha evangélica
Murió Jerry Falwell, aliado de Bush
Edgar González Ruiz

El pasado 16 de mayo, murió el pastor Jerry Falwell, promotor de Reagan y Bush y dirigente de la derecha evangélica en Estados Unidos.
El predicador, de 73 años, y que padecía de problemas cardíacos, fue encontrado inconsciente en su oficina de la Universidad de Lynchburg, Virginia, y murió horas después en un hospital cercano.
En 2001, luego de los atentados contra las Torres Gemelas, Falwell se hizo notar por culpar de ellas, en declaraciones públicas, a los no creyentes. Dijo: "Realmente creo que los paganos, quienes practican el aborto, los feministas, los homosexuales y lesbianas (...), todos los que han intentado secularizar Estados Unidos, los señalo y digo: ustedes ayudaron a que esto pasara".
Falwell dijo también que Dios está a favor de la guerra de Irak, de la cual fue gran defensor, lo mismo que del appartheid en Sudáfrica y de las intervenciones estadounidenses para apoyar a la contra en países de América Latina.
Desde los años 70 Falwell había estado impulsando la llamada revolución conservadora en Estados Unidos, alentando la participación de los sectores religiosos más reaccionarios, en oposición a las libertades civiles, la revolución sexual y el estado laico.
En 1979, con ayuda de Paul Werich, fundador de la conocida Fundación Heritage, Jerry Falwell creó Moral Majority, una organización ecuménica de la derecha cristiana que en 1980 decía contar con casi medio millón de miembros. El 30 por ciento de ellos eran católicos, el 20 fundamentalistas y el resto mormones, judíos y de otras denominaciones
En su libro La revolución conservadora americana (Folio, Barcelona, 1985), Guy Sorman señala que uno de los principales logros de Falwell y su Moral Majority, hace dos décadas, fue propiciar el ecumenismo derechista, al unir a diferentes grupos religiosos conservadores para actuar en política: “No es uno de los menores éxitos de Falwell el haber logrado unir en torno a objetivos morales –en especial la lucha contra el aborto- a religiones diferentes, ocupadas desde el origen de Estados Unidos, en exterminarse unas a otras, y no sólo entre cristianos, sino también entre cristianos y judíos. ...” (p. 138)
Como observador europeo de la política estadounidense, al francés Sorman le llamaba la atención el énfasis de Falwell sobre temas como el herpes venéreo: “...¿Cómo no mencionar la importante parte del discurso que Falwell y la Mayoría Moral dedican al herpes venéreo? Esta enfermedad, casi incurable, se expande al parecer vertiginosamente, en correlación con la homosexualidad y las prácticas cambistas. Falwell, como otros líderes de la Nueva Derecha, ve en ello el castigo de Dios sobre los infieles norteamericanos” Resumiendo las ideas de Falwell escribía Sorman: “En la Norteamérica liberal, según Falwell, sólo los marginales tienen derecho a la palabra. Las minorías sexuales no solamente son toleradas, sino que son protegidas y están hiperrrepresentadas. El aborto es fomentado. Ha sido desterrada la tradición norteamericana de la oración en las escuelas públicas. La enseñanza del creacionismo bíblico es prohibida en nombre del darwinismo”.
Falwell inspiró varios tópicos de la retórica conservadora, como el argumento de que la Biblia se refería a "Adán y Eva, no a Adán y Steve", que suelen usar los voceros de grupos “provida” en debates sobre la homosexualidad.

Monday, May 21, 2007

Guanajuato: teocracia panista

Guanajuato:
Teocracia panista
Edgar González Ruiz

En 1991, se iniciaron los gobiernos panistas en Guanajuato, con Carlos Medina Plascencia, que fungió como interino, impuesto por Salinas de Gortari, hasta 1995 cuando fue reemplazado por el también panista Vicente Fox, quien en 2000 llegaría a la presidencia de México.
Vinculados al clero y a la iniciativa privada, varios de los panistas encumbrados en Guanajuato han sido señalados como miembros de la organización secreta del Yunque, entre ellos el actual gobernador Juan Manuel Oliva, quien incorporó a miembros de ese grupo en altos puestos, como es el caso de Gerardo Mosqueda, quien funge como secretario general de Gobierno.
Los mandatos panistas se han distinguido por su ataque al estado laico y su compromiso con el sector empresarial, lo mismo que por incurrir en toda una serie de abusos de poder, nepotismo e irregularidades, como fue el caso de Medina Plascencia, quien promovió sus propios intereses con recursos estatales, y a los pocos meses de su gestión escandalizó a la opinión pública al participar en un acto político religioso en el Cerro del Cubilete, mismo que fue organizado por el Movimiento Testimonio y Esperanza, de la ultraderecha católica, cuyo dirigente era nada menos que el hoy gobernador de Morelos, el panista Marco Antonio Adame.
El pasado 19 de mayo, según informó el periódico AM, al ritmo de los tambores de una banda de guerra, Oliva Ramírez encabezó una peregrinación de religiosa de funcionarios públicos, en la capital del Estado, en honor de la Virgen de Guanajuato.
Tres horas antes, mil maestros de la Universidad de Guanajuato se
quedaron esperándolo en su comida por el Día del Maestro a la que no
asistió.
Detrás de Oliva marchaba el contingente integrado por subsecretarios,
funcionarios de mandos medios, directores de áreas de comunicación
social, integrantes de la Administración municipal, trabajadores de la
Universidad de Guanajuato y elementos de las Fuerzas de Seguridad
Pública del Estado de Guanajuato.
"Es venir a darle las gracias a la Virgen Nuestra Señora de Guanajuato
de todas las dependencias, funcionarios y servidores públicos que hay
en Guanajuato", explicó el alcalde de Guanajuato, Eduardo Romero
Hicks, hermano del exgobernador Juan Carlos Romero Hicks.
Los funcionarios públicos recibieron en su correo electrónico la
invitación para participar. Se les indicaba la fecha de la
peregrinación, lugar de reunión, recorrido y por supuesto la
celebración de la misa.
Elementos de la Fuerzas de Seguridad Pública y organizadores de las
actividades del Gobernador, bajaron de una camioneta la imagen de
la Virgen de Guanajuato, ante la vista de cientos de personas
incluyendo los turistas.
Las flores del templo y las que adornaron la camioneta, fueron pagadas
con recursos del Municipio y del Gobierno del Estado.
Los funcionarios peregrinos ingresaron a la misa donde el Gobernador
realizó la primera lectura y el alcalde Eduardo Romero Hicks hizo las
plegarias.
El Gobernador también encabezó la fila de los feligreses y
funcionarios políticos que comulgaron.

La iglesia en el ejército

Aliada del poder:
La Iglesia en el Ejército
Edgar González Ruiz

Con la bandera de la “libertad religiosa”, la derecha mexicana pretende legalizar la influencia del clero en el ejército, que oficiosamente existe desde hace tiempo, aunque las leyes del país, a diferencia de las de casi todas las demás naciones de América Latina, no admiten esa injerencia clerical.
Como enseña la experiencia de otros países del Continente, la presencia institucional del clero en el ejército busca la promoción de la ideología conservadora del Vaticano, así como el apoyo a las fuerzas derechistas.
En México, la posibilidad de legalizar la injerencia del clero en el ejército se da en un contexto donde el ejército, lejos de servir al pueblo y proteger la soberanía nacional, se ha convertido en sostén de un gobierno tiránico, espurio y apátrida, que con el pretexto de combatir al narcotráfico las está usando para sofocar la inconformidad popular ante el fraude electoral y la implantación de políticas contrarias al bienestar de las mayorías, para beneficio de los grandes intereses económicos, sobre todo extranjeros..
Mediante su presencia en las filas militares, la jerarquía católica ha puesto su autoridad moral al servicio de la tiranía legitimando la lucha del ejército contra la democracia y los intereses populares.

Escalada pontificia
Al enfrentarse cotidianamente a la muerte y a situaciones extremas, muchos soldados suelen recurrir a creencias religiosas, lo que ha favorecido intervención oficial y privilegiada del clero católico en las filas del ejército, en particular bajo la figura de los prelados militares, que a nivel de obispados ha impulsado particularmente el actual pontífice así como su predecesor, Juan Pablo II.
En la Constitución Apostólica Spirituali Militum Curae, sobre la asistencia espiritual a los militares, emitida en 1986, Juan Pablo II justificaba la acción de la jerarquía en las fuerzas armadas, alegando que su finalidad era contribuir a la preservación de la paz.
Leemos en Spirituali Militium Curae que quienes forman parte de las Fuerzas Armadas deben considerarse “como instrumentos de la seguridad y libertad de los pueblos”, pues “desempeñando bien esta función contribuyen realmente a estabilizar la paz”.
Estas palabras son falsas hoy más que nunca, cuando se promueven guerras internacionales y sangrientas represiones con el único propósito real de defender intereses económicos, que generalmente van de la mano con proyectos político religiosos de corte conservador.
En su agresión contra Irak, por ejemplo, Estados Unidos ha forzado la intervención de los ejércitos de varios países en un injusto conflicto contra una nación que es botín de empresas por sus importantes recursos petroleros.
Asimismo, los ejércitos de Colombia y de México, entre otros países de AL, sirven claramente a las estrategias geopolíticas dictadas por el poder estadounidense.
El mencionado documento pontificio establece que la intervención clerical en el ejército responderá a una estructura de “ordinariatos militares”, o castrenses, cuyos titulares tendrán el rasgo de obispos y como tales serán nombrados por el Papa.
Pertenecen al respectivo Ordenariato Militar y están bajo su jurisdicción:
1° Todos los fieles que son militares y los empleados civiles que sirven a las Fuerzas Armadas, con tal que se consideren así a tenor de las leyes civiles dadas para ellos;

2° Todos los miembros de sus familias, es decir, esposos e hijos, incluidos aquellos que, emancipados, vivan en la misma casa; así como los parientes y los empleados domésticos que así mismo vivan en la misma casa;
3° Los que frecuentan centros militares y los que se encuentran en hospitales militares, residencias de ancianos o lugares semejantes o prestan servicio en ellos;
4° Todos los fieles de uno y otro sexo, pertenecientes o no a algún instituto religioso que ejercen un oficio permanente confiado por el Ordinario militar o con su consentimiento. (Spirituali Militium Curae).
A partir de ese documento, la Conferencia Episcopal Mexicana, la CEM, se planteó la posibilidad de crear en México un ordinariato castrense. Pero el Vaticano consideró que, al menos "en sentido estricto", era prematuro hacerlo, debido a que las leyes mexicanas no eran aún propicias.
Bernardin Gantin, responsable de la Sagrada Congregación para los Obispos, de la Santa Sede, envió a Prigione una carta, en 1990, en la cual le hizo saber esta determinación. Dice textualmente:
“Esta Congregación considera que debe estudiarse seriamente el problema del cuidado espiritual de los militares de esa Nación. Aun cuando es prematuro pensar en la erección de un Ordinariato Castrense en sentido estricto, parece necesario hacer todo lo posible a fin de que sea asegurada una asistencia espiritual más capilar y continua a los feligreses que militan en las Fuerzas Armadas”.
“La idea de nombrar un obispo auxiliar de una gran ciudad, que no resida demasiado en la periferia del país, con el encargo exclusivo de organizar y coordinar la pastoral castrense, podría ser tomada en atenta consideración y podría también constituir una válida premisa para llegar, en tiempos sucesivos y más propicios, a una estructura jurídicamente más consistente”.
“Pido, por consiguiente, a Vuestra Excelencia sea tan amable de proponer a la presidencia de la CEM, que el tema sea puesto a la orden del día de la próxima asamblea plenaria, de manera que pueda ser discutido en una óptica exclusivamente pastoral y sin prejuicios” (Proceso, 1051, 21 de diciembre de 1996).

Injerencia en México
Debido a que en México, con la Reforma y la Revolución de 1910, se consolidó la separación entre el Estado y el clero, no se reconoce oficialmente la intervención clerical en el ejército, que ha sido un objetivo largamente anhelado de la jerarquía y de grupos de la extrema derecha.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los derechistas usaron el argumento de que en México, al igual que en otros países aliados deberían existir oficialmente las capellanías militares.
El 16 de noviembre de 1943, el entonces presidente Manuel Avila Camacho firmó un decreto donde se establecía la prohibición de que los militares “asistan a templos o ceremonias religiosas de cualquier índole, portando el uniforme que les otorga la representación que ostentan”, dado que “como representantes de una función pública de un estado laico, deben quedar alejados de cualquier manifestación de cultos…”.
La disposición generó críticas por parte de sectores reaccionarios, como el hoy gobernante Partido Acción Nacional, que en su revista La Nación (Año II, Número 112, 4 de diciembre de 1943), publicó fotografías de oficiales y soldados ingleses, canadienses y franceses participando en actos religiosos, y alegando que en México, dado que “la inmensa mayoría es católica”, debería ocurrir lo mismo.
La misma disposición motivó que el 10 de abril de 1944, el teniente Antonio de la Lama intentara asesinar al presidente en el Palacio Nacional, alegando que “hace mucho que quiero ir a la iglesia uniformado y no se me ha permitido y es porque en México no hay justicia” (El Nacional, 11 de abril de 1944).
El 11 de abril durante la “solemne sesión” del XXIII Consejo de la CTM, celebrado a las 20 horas en el Palacio de Bellas Artes, Vicente Lombardo Toledano denunció la existencia de la Sociedad de Amigos del Soldado, de índole político religiosa, y que tenía reuniones privadas en Gaviotas 21 en Tacubaya, y en Durango 147. (El Nacional, 12 de abril de 1944)
Dicha Sociedad llevaba a cabo “ceremonias religiosas clandestinas dedicadas a los soldados, y a las que han concurrido frailes así como el general del ejército Fernando Vázquez y un capellán del ejército norteamericano, el reverendo O´Brien”.
De todo ello Lombardo Toledano mostró evidencias fotográficas, y señaló que el atentado contra Avila Camacho había sido dirigido desde España y que De la Lama le había dicho al presidente: “no pude, por desgracia, cumplir mi misión”.
El 13 de abril, El Nacional comentaba que Lombardo Toledano mostró pruebas fotográficas que evidenciaban “la reunión del traidor Lama Rojas con sacerdotes y con dirigentes jesuitas; la compañía del teniente fanático con un capellán yanqui; la presencia de un general olvidadizo de sus deberes junto con la de Lama Rojas, en una ceremonia irregular, clandestina, del culto religioso...”
Se preguntaba El Nacional acerca de esos hechos: “...¿Qué hacía el capellán O´Brien –militar yanqui- violando las leyes de México en compañía de quien había de atentar contra nuestro presidente? ¿Qué hacían con este irrespetuoso huésped de México sacerdotes y dirigentes jesuitas? ¿Qué hacían tan piadosas personas ayudando a un mal general a quebrantar la Constitución de su país y la ordenanza de su cuerpo?”.
El 14 de abril, El Universal informaba que “por convenir al buen servicio” la Sedena ordenó la baja de ocho cadetes de la Escuela Militar de Intendencia, y un general –Fernando Vázquez Avila por participar en una ceremonia religiosa efectuada en la casa número 147 de las calles de Durango, de acuerdo con las fotografías que habían sido difundidas por Lombardo Toledano.
El domingo 16 de abril de 1944, La Prensa publicaba en sus páginas 12 y 13 fotografías de los miembros de la Sociedad amigos del Soldado, que habían sido dadas a conocer por Lombardo Toledano.
En ellas aparecía el teniente De la Lama , el general Fernando Vázquez Avila y el P. O´Brien, así como el jesuita Joaquín Sáenz Arriaga, quien estaba vinculado también a varios panistas, entre ellos Jesús Hernández Díaz, colaborador de La Nación. Una de las fotos muestra al general Fernando Vázquez Avila, recibiendo uniformado la comunión de manos de un sacerdote.
En otra foto se ve a un militar de espaldas, haciendo el saludo fascista y delante de él “el mal general Fernando Vázquez Avila, que empuña el estandarte nacional, recibe la bendición del sacerdote que oficiaba clandestinamente en el local de la sociedad Amigos del Soldado, sito en la calle de Gaviotas No. 21, de Tacubaya”.
Otra gráfica muestra a de la Lama fungiendo como instructor de sus compañeros: “lee ante los militares reunidos los nombres de los ornamentos que está vistiéndose el sacerdote y explica la significación de los mismos”.
El 18 de abril, El Universal Gráfico publicó el importante testimonio de un civil miembro de Amigos del Soldado, quien dijo que O´Brien, capellán del ejército de Estados Unidos, estuvo en México de paso para “la base militar de un país centroamericano a la cual se encuentra adscrito” y que la junta fue para que algunos católicos conocieran a O´Brien.
De acuerdo con Lombardo Toledano, De la Lama estaba “íntimamente asociado con una mujer dirigente de la Unión Nacional Sinarquista...” y los militares conspiradores se oponían al servicio militar obligatorio, al régimen democrático “en todos sus aspectos” y promovían la revisión de varios preceptos constitucionales.
“Los directores de este centro conspirativo eran algunos sacerdotes católicos y elementos reaccionarios entre quienes De la Lama ocupaba un lugar prominente”.
Muchos años después de los hechos, en enero de 1972, Manuel Buendía se refería al padre Sáenz Arriaga y el frustrado homicidio de Avila Camacho , puntualizando que le exjesuita fue “el director espiritual del teniente De la Lama. A partir de este dato puede concluirse que no sólo estuvo enterado de lo que se proponía hacer De la Lama. El director espiritual tiene más poder sobre la mente de un individuo que el más hábil de los siquiatras o de los hipnotizadores”.
Por su parte, en 2004, al prologar el libro Los otros cristeros, publicado por la Universidad Autónoma de Puebla, el general Luis Garfias, historiador militar, señalaba que “…la señora Josefina Belloc …trataba en aquellos años de catequizar a los militares, especialmente a los cadetes del Colegio Militar, llevándolos a ejercicios espirituales, a misa a la Basílica de Guadalupe y desde luego a sostener platicas sobre la política que en aquellos años privaba en México”.

Los Cruzados de Cristo Rey
En 1972, el sacerdote Manuel Pereda Crespo, quien fuera en los años 60 integrante del Movimiento Universitario de Renovadora Orientación, MURO, un grupo violento de la ultraderecha estudiantil, fundó la orden religiosa de los Cruzados de Cristo Rey, que tiene como uno de sus principales objetivos precisamente la “evangelización” en el ámbito castrense y que ha establecido vínculos con grupos radicales de otros países como es el Sodalicio de Vida Cristiana en Perú.
Según señala Alvaro Delgado en su libro El Yunque. La ultraderecha en el poder (Plaza y Janés, México, 2003), Pereda Crespo forma parte de la Organización Nacional del Yunque, y a partir de 1972 impulsó la operación Prometeo, que incluía la inscripción de numerosos jóvenes de ese grupo en el Colegio Militar.
Pereda Crespo ha definido el “carisma” de esa organización como la “santificación de la autoridad en el servicio por el amor… lo que nos toca como Cruzados es enseñar a los hombres a obedecer, en un mundo en que se sospecha de toda autoridad y se desprecia la obediencia…”.
Los CCR glorifican la obediencia “hasta el martirio” y tienen como una de sus principales fuentes de inspiración a los “mártires” cristeros.
Un militante católico argentino ha relatado cómo los Cruzados de Cristo Rey se fundaron bajo la inspiración de Ramón Plata Moreno, el poblano organizador del Yunque y del Pacto de los Remedios, y de otros personajes análogos con quienes Plata tenía relación, entre ellos extremistas de la derecha argentina. (cable modem.libertel.com.ar)
Bien entrados los años 90, los CCR sumaban apenas unos cincuenta y han tenido presencia también en España, donde tienen la ermita de Nuestra Señora de Oliva, en Almonacid de Toledo y a ellos está encomendada la pastoral universitaria de Tegucigalpa. En España se ha visto la presencia de Cruzados de Cristo Rey en ceremonias como la que se hizo en diciembre de 1991 en honor a las víctimas franquistas en Jarama y cuya misa ofició el sacerdote Luis Antonio Hernández Sandoval, de los Cruzados de Cristo Rey (CCR).
En México, los Cruzados de Cristo Rey tienen presencia en Puebla y en otras entidades. Así, en agosto de 1992 el arzobispo Rosendo Huesca y Pacheco confió la Pastoral Universitaria de Puebla a los Cruzados, que además se han hecho visibles en varias coyunturas, por ejemplo, en junio de 1999, en Puebla, participaron, junto con la Asociación Nacional Cívica Femenina y otros grupos conservadores, en protestas contra la presentación de la obra Sólo para Mujeres. (Masiosare, suplemento de La Jornada, 11 de julio de 1999). Asimismo, en julio de 2002, sacerdotes de los Cruzados ofrecían en pleno zócalo de la ciudad de México la comunión a los fieles que esperaban la llegada del Papa.
En 2003, los Cruzados de Cristo Rey sufrieron una escisión, cuando Pereda Crespo dejó su dirección para fundar el grupo Siervos de Dios, dedicado a la pastoral juvenil, llevándose con él a muchos de sus sacerdotes, uno de ellos era Carlos Ortiz Montes, hijo de un militar, y quien desde 1990 estuvo encargado del templo de Cristo Rey de la Paz, dedicado a los militares y ubicado a un costado de las instalaciones de Sedena, en la ciudad de México.
Durante el conflicto armado en Chiapas de principios de 1994, el Ejército Mexicano solicitó la asistencia espiritual de los Cruzados de Cristo Rey. Sin embargo, Samuel Ruiz, obispo de San Cristóbal de las Casas, la zona donde se produjo el conflicto, no les permitió a los Cruzados trabajar en su diócesis.
En diciembre de 1996, Carlos Ortiz Montes reveló a Proceso que fue la esposa del entonces titular de la Sedena, el general Antonio Riviello Bazán quien, por conducto del Patronato Central de las esposas de los oficiales, le solicitó viajar a Chiapas para atender a las familias de los militares que vivían allá.
"Se hicieron las gestiones correspondientes ante las autoridades militares y las eclesiásticas. Por el lado del Ejército no hubo ningún problema. Pero por parte de la Iglesia, monseñor Samuel Ruiz no nos dio su autorización", dijo Ortiz Montes.
“El obispo de Tuxtla finalmente nos apoyó. En su diócesis hubo una disposición total, absoluta. De los cruzados sólo fui yo a Chiapas. Allá se hicieron reuniones de oración, de bendición y se celebraron algunas misas para pedir por la paz. Esto reconfortó a los familiares de los soldados, que atravesaban por un abandono existencial; se sentían proscritos por el simple hecho de ser esposas o hijos de militares”.
Según Ortiz Montes, en Chiapas no estuvo propiamente como capellán, puesto que no atendió directamente a los soldados, sino sólo a sus familias.
"Sólo una vez, en la Huasteca Hidalguense, tuve un contacto más directo con la tropa. Fui a bautizar a hijos de soldados y a regularizar matrimonios. Las autoridades castrenses de la zona consideraron que eso ayudaría a levantarles la moral", señala.
Todavía el Ejército no permite, afirmó en esa entrevista, que se le acompañe en los cuarteles o en las zonas de conflicto, como ocurre en otros países, donde incluso los ordinariatos militares disponen de su catedral, sus sacerdotes, su seminario y su pastoral castrense y citaba el caso del Ejército argentino: con sus 240 capellanes, su ordinario castrense —"un franciscano muy dulce que tiene rango de general"— y su magnífica catedral a la que asiste sin ningún problema el presidente Carlos Saúl Menem. El 18 de octubre de 2006, José de Jesús Castellanos, periodista y militante de la ultraderecha, se refería en estos términos al fallecimiento de Carlos Ortiz Montes, en la página Web Yo Influyo: “…fue un verdadero Cruzado de Cristo Rey, no sólo por pertenecer a esa sociedad apostólica, sino por batirse a fondo para preservarla cuando vientos de transformación quisieron darle fin. Fue él uno de los sacerdotes aguerridos que fieles al carisma fundacional mantuvieron vigentes a los Cruzados de Cristo Rey, fundación mexicana que ve en el beato Miguel Agustín Pro, S. J. un modelo de sacerdote al servicio de la Iglesia, hasta el martirio…”.
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Desde el Episcopado
En el Episcopado, quien ha promovido la “evangelización” de los militares, con el apoyo de grupos como los Cruzados de Cristo Rey ha sido el obispo de Nuevo Casas Grandes, Chihuahua, Hilario Chávez Joya, a quien desde 1985, durante la XXXIX Asamblea Plenaria del Episcopado Mexicano, se le encomendó el “cuidado espiritual de las Fuerzas Armadas y de sus familias”..
Entrevistado en 1996 por el periodista Rodrigo Vera, de Proceso (No. 1051, 21 de diciembre de 1996), el prelado hizo notar que "No será sencillo cambiar de la noche a la mañana toda una ideología liberal, toda una mentalidad impuesta al Ejército. Eso llevará tiempo. La contraposición entre la Iglesia y la milicia se produjo a partir de la Ilustración, del liberalismo del siglo pasado. Más que separación es un divorcio, que ha provocado enfrentamientos directos, como sucedió durante la guerra cristera." “…este trabajo me exige avanzar con la misma lentitud de la tortuga. Es una tarea muy delicada, paciente y silenciosa. La vengo haciendo desde hace once años."
Refiriéndose a sus tácticas de penetración en el ejército explicó: “Empezamos por lo que podíamos empezar: por las familias de los militares. A ellas les hicimos la oferta del evangelio, de la gracia de Dios. Les abrimos las puertas del templo de Cristo Rey de la Paz, el cual tiene un culto bien definido y abierto a las agrupaciones militares”.
El día 31 de octubre de 1988, Mons. Chávez Joya solicitó al.Cardenal Ernesto Corripio Ahumada el Templo de Cristo Rey de la Paz para que desde este lugar se pudiera atender la Pastoral Militar, petición que fue concedida el día 31 de julio de 1989.
Señala que en el templo se prepara a catequistas laicos parientes de militares, para que después difundan el evangelio, principalmente en las zonas habitacionales militares del país a las que son trasladados.
"Ahora los militares saben muy bien que este templo está dedicado exclusivamente a sus necesidades espirituales y a las de sus familias. Acuden a él con toda libertad. También desde el principio dimos atención a lo más urgente, como el velatorio y los enfermos del Hospital Central Militar", prosigue el obispo.
Como se ha mencionado, dicho templo estuvo a cargo de los Cruzados de Cristo Rey, pero ahora lo atiende un sacerdote diocesano. Está ubicado en Legaria 861, en las inmediaciones del Campo Militar, y se ostenta como Capellanía Militar Cristo Rey de la Paz.
El sábado 14 de abril de 2007, la misa de las 7 pm en dicha "Capellanía Militar" estuvo dedicada no sólo a las autoridades civiles y militares, sino en particular a los guardaespaldas y escoltas, lo cual traza un camino de complicidad con los crímenes que pueden cometer elementos del EMP, la PFP y otros cuerpos armados.
Asimismo, en una mampara colocada en el atrio del templo, se exhibía una circular donde se advertía a los fieles que no tenían “valor” los sacramentos impartidos por grupos no católicos, entre ellos los mormones, adventistas, la Luz del Mundo, etc.
Según señaló Hilario Chávez Jolla a Proceso en 1996, , hasta los propios secretarios de la Defensa Nacional, han visto con buenos ojos su labor evangelizadora: "No trabajamos de manera oficial, pero tampoco lo hacemos clandestinamente. Ellos han estado al tanto de nuestro trabajo".
Sobre Antonio Riviello Bazán, señalaba: “…Siempre fue muy respetuoso, muy atento, muy amable con nosotros."
Reveló que Prigione había impulsado la presencia del clero en el ejército: “Cuando eran inminentes las nuevas relaciones entre la Iglesia y el Estado, le trató al entonces presidente Carlos Salinas el asunto de la evangelización del Ejército. Pero todavía no estaba madura la situación”.
Señalaba que muchos militares quería acercarse al clero: "Pese a que los militares tienen prohibido entrar uniformados a los templos, a casi todos los que he casado lo han hecho con uniforme. Dicen con orgullo: 'Yo soy militar y me caso como todo un militar. No tengo por qué esconder mi condición ante Dios Padre'. Para ellos el matrimonio por la Iglesia es un acontecimiento solemnísimo."
Interrogado sobre qué debe hacer un ordinario militar ante un ejército injusto y agresor, el obispo decía: "Asistir a ese ejército. Necesariamente debe asistirlo. No es injusta la causa del soldado que está luchando. Es injusta la causa de los altos mandos, de los responsables de la guerra. Al ordinario le corresponde asistir a quienes dan la vida por una causa injusta, enviados por una disciplina militar que tienen que cumplir. Muchas veces los combatientes no conocen la causa por la que pelean. Hay pues dos niveles: el de la tropa y el del alto mando."
¿Está obligado el capellán a señalarles a los combatientes lo injusto de esa guerra?, se le preguntó a Carlos Ortiz Montes, de los Cruzados, a lo que respondió: "¡No! No puede hacer más daño. Debe atender el alma del combatiente que sufre. No le corresponde ponerse a hacer disquisiciones. Es como cuando un médico está en el quirófano realizando una grave operación. Necesita concentrarse en ella. No puede ponerse allí a consultar libros y a teorizar sobre cómo funciona el hígado. ¡Debe operar!"” (Proceso, 1051, 21 de diciembre de 1996).
Pero esa indulgencia de los religiosos hacia los ejércitos agresores no se aplica según ellos al caso del aborto, donde dicen que se debe perseguir y hasta excomulgar a las mujeres que interrumpan el embarazo.
En agosto del 2000, en pleno debate sobre la iniciativa del panismo de Guanajuato para encarcelar a las mujeres violadas que decidieran abortar, Hilario Chávez se mostró partidario de ese castigo, al considerar más grave el aborto a que un soldado mate a una persona por "defender su integridad y la de la nación".
Resaltó que "un militar que asesina por defender a la patria está cumpliendo un deber, no lo hace nada más porque sí, como es el caso ya de un aborto en donde se mata directamente" y aplaudió que se sancione el delito del aborto porque "es un crimen como cualquier otro y lo importante es evitar que la mujer acepte practicárselo. Ese es el punto capital del problema.
"La mujercita, señala, tiene una conciencia bien formada, por eso lo chocante, absurdo e inhumano de una mujer violada es que ésta debe defender la vida de su hijo. Por eso, si hay alguien a quien se debe castigar, si hay alguien a quien se tendría que privar de la vida es al abusador, no al niño". (La Jornada, 9 de agosto de 2000)
A partir del 2000, se han incrementado las actividades del clero en el ejército, y se ha hecho ostensible su presencia en apoyo a autoridades o grupos derechistas. El 24 de marzo de 2007, en la ciudad de México, un destacamento militar fue a rendir honores a la bandera en un evento antiabortista del grupo Provida, y en pleno debate público sobre la despenalización del aborto. Asimismo, en ciudades como Torreón, gobernadas por el PAN es notoria la presencia de efectivos militares para custodiar centros de culto, como el Santuario del Cristo de los Noas, al que impulsa el gobierno municipal.
En enero del año 2000, Mons. Chávez Joya nombró a Leonardo Rojas Pérez como su representante al servicio de la pastoral militar. El 22 de octubre del año 2001, Mons. Chávez constituye un grupo de Clérigos Castrenses en la Diócesis de Nuevo Casas Grandes, Chihuahua.
El 6 de julio del 2001 se solicitó a Ricardo Guízar Díaz, Arzobispo de Tlalnepantla, una Iglesia en esta arquidiócesis para poder atender a los militares y sus familias, y establecer la Sede Nacional de Pastoral Militar.
Tres meses después, se firma el Convenio por el cual se establecen las normas jurídicas indicadas para la administración de la Iglesia de Ntra. Sra. de Guadalupe, en la Col. el Parque, Naucalpan. Quedando constituida esta Capellanía en Sede Nacional da la Pastoral Militar.
El 2 de octubre del 2002, por convenio celebrado con. Miguel Ángel Alba Díaz, Obispo de la Paz, se constituyó la Capellanía Militar de Santa María Goretti en la Cd. de la Paz, Baja California Sur.
En el mes de noviembre del año 2002, la Conferencia del Episcopado Mexicano estableció el Departamento de Pastoral Militar, y nombró a Hilario Chávez Joya como primer presidente.
El día 8 de julio del año 2003, Chávez Joya entregó al Departamento de la Pastoral Militar la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús en la Cd. de Nuevo Casas Grandes, Chihuahua., como Sede de la atención parroquial del personal militar.
El día 5 de marzo de 2004, Florencio Olvera Ochoa, Obispo de Cuernavaca, en convenio con el Departamento de Pastoral Militar, erigió la Capellanía Militar de la Cruz en la Ciudad. de Cuernavaca.
A partir del 2003, año con año se han celebrado jornadas de estudio de la pastoral militar, realizándose la primera en la Sede-CEM, en Cuautitlán Izcallí, Estado de México; la II Jornada de Estudio de la Pastoral Militar se realizó en septiembre de 2004, en Cuernavaca; los días 16, 17 y 18 de agosto de 2005, celebramos, también en Cuernavaca, la III Jornada de Estudio de Pastoral Militar.
Se sabe que Abelardo Alvarado Alcántara, obispo auxiliar de México y responsable de la “Dimensión Fe y Política” de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social, 2007-2009, es uno de los principales impulsores de la presencia del ejército entre las tropas, y que tiene vínculos personales en ese sector.

Chiapas: los apóstoles y las tropas
Los laicos católicos que ayudan a los ejércitos están organizados en el Apostolado Militar Internacional, presidido por Jürgen Bringmann, cuyo emblema son tres espadas cruzadas formando una estrella.
Esa organización fue fundada en 1965, en Santiago de Compostela, España, en plena época del franquismo, por iniciativa de los militares católicos de diez países. Está reconocida por la Santa Sede como organización internacional católica, el AMI es miembro de la Conferencia de las OIC.
El AMI, que tiene sede en Bonn, Alemania, tiene como fin “promover la afirmación de una visión cristiana de la vida militar y de los valores que la caracterizan; favorecer la comprensión y la cooperación internacional, como aportación a la construcción de la paz en el mundo; afrontar, a la luz del Evangelio y de las enseñanzas de la Iglesia, cuestiones de orden espiritual, ético, moral y social característicos de la vida militar”.
Para ello, organiza encuentros y manifestaciones internacionales, como congresos y peregrinaciones; favoreciendo un intercambio constante de ideas y de experiencias entre las asociaciones miembro; manteniendo relaciones de colaboración con instituciones que trabajan para la búsqueda de la paz.
Actualmente está presente en 29 países distribuidos del siguiente modo: 4 de Africa, 3 de Asia, 12 de Europa, 3 de Norteamérica y 7 de Sudamérica.
A partir de la primera guerra mundial, como señala el mayor James Moos, de la Reserva de la Fuerza Aérea Estadounidense, y pastor en la Iglesia Unida de Cristo en Bismark, Dakota del Norte, el general John J. Pershing, comandante Supremo de las Fuerzas Expedicionarias Estadounidenses, reconoció las “contribuciones transcendentales que podían hacer los capellanes, y se lograron grandes avances en la organización e institucionalización de la capellanía militar”, aumentándose significativamente el número de capellanes que servían a las tropas, pues en ellos se veía un arma espiritual al servicio de la guerra. (ww.airpower.au.af.mil/apjinternational/apj-s/2trimes99/moos.htm).
Dado que no había suficientes capellanes, sobre todo en cuerpos como la aviación, se recurrió a organizaciones como la YMCA, los Caballeros de Colón, la Cruz Roja Norteamericana y el Ejército de Salvación, para proporcionar los servicios religiosos.
Pero hay otros grupos, más agresivos, a los que se acusa de actuar en colaboración con el Ejército, en la represión de movimientos sociales. Uno de ellos es Apóstoles de la Palabra, fundado el 2 de julio de 1978 por el sacerdote italiano Flaviano Amatulli Valente, quien llegó a México en enero de 1968.
Durante siete años fue director de la revista Esquila Misional y durante cinco años trabajó con los indígenas chinantecos, en Oaxaca, pero su principal interés ha sido combatir la influencia de las “sectas” como considera a las iglesias no católicas.
En 1986, los Obispos de México lo pusieron al frente del Departamento de la Fe frente al proselitismo Sectario (Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe).
El 22 de febrero de 1999, el obispo coadjutor de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, Raúl Vera, denunció públicamente a la Asociación denominada "Apóstoles de la Palabra", de Amatulli.
“Las personas que propagan su modo de pensar aquí, son personas que han acudido a cursos que han impartido él o sus colaboradores en otros lugares de la República, a donde dichas personas han tenido que ir por razones de trabajo. Al regresar a la Diócesis han comenzado ha conducir un cierto liderazgo que, por estar al margen de las estructuras parroquiales y diocesanas, ha concluído por dividir a la gente y los ha llevado a una abierta confrontación con los agentes de pastoral y con quienes colaboran con ellos en las parroquias”.
“… el problema de las personas que extradiocesanamente se han formado en sus escuelas, como ya dije, es que adquieren una visión de la vida cristiana fuera de la realidad, tienen una comprensión sumamente reducida de su fe, y la parcializan a tal punto, que sólo se capacitan para atacar a los que ellos consideran enemigos, que serán los que no coinciden con sus percepciones. Normalmente estos enemigos se encuentran entre los "protestantes", pero cuando en la misma Iglesia Católica se topan con personas que no coinciden con sus puntos de vista, se encierran en sí mismos y crean una iglesia aparte, para no contaminarse, como lo están haciendo abiertamente aquí”.
“Su posición los ha llevado a colaborar con el Ejército Mexicano, disfrázandose de soldados para ir señalando las casas de los que ellos consideran "enemigos", por razones religiosas y políticas, a quienes consideran merecedores de los peores maltratos de parte de esa institución, incluyendo cárceles, porque en su mente, esos pobres desdichados son enemigos de la religión y de la nación”.
“Todo esto dentro de la dinámica militar con la que han decidido solucionar un conflicto provocado por el hambre, la miseria y el sojuzgamiento de un pueblo, que son las mejores semillas desde donde germina la violencia (Juan Pablo II. Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz de 1999)”.
De acuerdo con Vera, las actitudes de Amatulli “…le sirven a los terratenientes y al Gobierno Federal o Estatal para continuar matando catequistas y cometer, el día menos pensado, los asesinatos de Don Samuel, mío o de cualquiera de nosotros. En efecto, se ha venido impulsado un clima de linchamiento contra nosotros con este tipo de acciones desde dentro de la misma Iglesia…” (Flaviano Amatulli Chiapas. Sectas y evangelización, Apóstoles de la Palabra, México, 2000, pp. 31-38)

La Espada y la Cruz, en América Latina
Atendiendo a la historia y actualidad de países de América Latina que cuentan con la institución del vicariato castrense, se pone de manifiesto la medida en que este contribuye a reforzar la influencia de la jerarquía ante el Estado o el maridaje entre ambos poderes, bajo el antecedente de las tendencias reaccionarias que han predominado en muchos de los obispados, y que hoy en día son hegemónicas en el Vaticano.
Por otra parte, los obispados militares plantean el problema de la presencia dentro de las fuerzas que salvaguardan la soberanía de los países de agentes que dependen de una institución extranacional poderosísima, que tiene su propia agenda política con proyectos de reformas legales contra el aborto, divorcio, etc, y que es la iglesia de Roma, donde en noviembre de 2000, “bajo la protección de María Santísima, patrona de las Fuerzas Militares y Policiales”, se reunieron los obispos castrenses de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú, República Dominicana y Venezuela. Asimismo, en Cochabamba, Bolivia, del 23 al 27 de septiembre de 2002, se llevó a cabo otra reunión con la asistencia también del Administrador Apostólico del Ordinariato Militar del Salvador y del Vicario Episcopal de la Fuerza Pública de Costa Rica.
Por su tradición laicista, México es uno de los países que no cuentan con un obispado militar y fue también hacia mediados del siglo XX, uno de los que se libraron de los sangrientos cuartelazos de aquellos tiempos.
En Uruguay, los capellanes militares fueron reconocidos oficialmente durante 1830, encarnados en sacerdotes católicos hasta inicios del siglo XX. Sin embargo, por decreto del 22 de mayo de 1911, se estableció la abolición de los honores religiosos en el Ejército, y si bien se autorizó al personal militar a asistir a los servicios religiosos individualmente, se suprimen los cargos de capellanes.
El obispado castrense de la Argentina fue instituido por acuerdo entre el gobierno y la Santa Sede el 28 de junio de 1957, actualizado en 1992, y su jurisdicción comprende a “todos los fieles militares y civiles que pertenecen al Ejército, a la Armada, a la Fuerza Aérea, a la Gendarmería Nacional y a la Prefectura Naval Argentina, y el personal de los Ministerios de los que dependen. Además, todos los miembros de sus familias, es decir, esposos e hijos, incluidos aquellos que, emancipados, vivan en la misma casa; así como los empleados domésticos que vivan en ese hogar. También están comprendidos dentro del área pastoral del Obispado Castrense los laicos o religiosos que prestan servicios en forma estable en institutos de formación y centros hospitalarios militares y los militares extranjeros presentes en el territorio nacional, durante el tiempo en el que prestan servicio”. Asimismo, por tradición el prelado militar designa al capellán de la casa presidencial.
Otros países han firmado acuerdos con la Santa Sede sobre atención religiosa a las Fuerzas Armadas, creando Vicariatos Castrenses, hoy convertidos en Ordinariatos u obispados: Bolivia en 1958 con una actualización en 1986; Paraguay en 1960; Ecuador en 1978, con una actualización de 1982; Brasil en 1989 y Venezuela en 1994. La regulación del obispado castrense está contenida en el caso de Colombia en el Concordato de 1973 y en el caso de Perú en el concordato de 1980, que se refiere también a la atención religiosa en las cárceles. Bolivia, por su parte, ha firmado también un acuerdo específico sobre las misiones católicas en territorio boliviano, en 1957.
En Paraguay, el obispo militar tiene a su cargo el cuidado pastoral de las Fuerzas Armadas y policiales del país y cuenta con la asistencia de varias decenas de sacerdotes y agentes de pastoral. El nombramiento es reconocido con el cargo militar de General de Brigada.
En Venezuela la presencia del clero fue instituida como capellanía en 1946, a cuyo titular le fue otorgado el grado de Teniente Coronel. Además de sacerdordotes, la institución cuenta con “la colaboración de religiosas de varias congregaciones femeninas y de laicos comprometidos”.
En Bolivia, el vicariato castrense se erigió en 1961, como resultado del Primer Acuerdo de Servicio Religioso del 29 de Noviembre de 1958, entre el Papa Juan XXIII y el Presidente Hernan Siles Zuazo. En 1986 la Santa Sede nombró el primer obispo castrense de ese país, teniendo como jurisdicción la “Población de las FF.AA. y Policía Nacional, contando con sus familiares”
En Colombia, el vicariato castrense fue creado por el Decreto "Ad Consulendum Curae", de Pio XII, del 13 de octubre de 1949. En 1989, pasó a ser obispado castrense para "La atención espiritual y pastoral de las Fuerzas Armadas de Colombia,
proporcionándoles todos los medios necesarios para su formación y
vivencia cristiana y humana". Dicha misión, asegura el Plan Pastoral 2003-2010 de dicho obispado, “se está realizando siguiendo las normas muy precisas dadas por la Santa Sede y el Estado Colombiano”. Vale la pena mencionar que entre las “fortalezas” del obispado que lista ese proyecto están el hecho de que “Tenemos mandos que creen y manifiestan su fe” y que “Se percibe una creciente conciencia de pertenencia de nuestros fieles a la Iglesia Particular Castrense”, mientras que entre sus “debilidades” y problemas que enfrenta lista el “relativismo ético y moral”, el “indiferentismo religioso”, la unión libre, “homosexualismo” y drogas entre algunos de sus fieles y la “Repercusión de la cultura pansexualista, divorcista y hedonista en el
medio castrense”.
El Obispado Castrense de Colombia cuenta con su propio órgano informativo, que es el periódico El Pescador (ver www.obiscastrenseco.org) y en las Emisoras
del Ejército Nacional se transmiten programas de adoctrinamiento religioso.
Según reseñó El Pescador en su número 21, de noviembre-diciembre de 2006, el 25 de Noviembre en Bogotá se llevó a cabo un Encuentro General de Comunidades de Nueva Evangelización, organizado por el obispado castrense y con la participación de más de 200 personas, entre oficiales, suboficiales, personal civil y familiares, donde “se puso en claro que nuestras Fuerzas Armadas desean CONOCER, AMAR E IMITAR A JESÚS”.
Empero, las violentas realidades que se viven en Colombia, y el papel del ejército en ellas, refuta más que cualquier discurso, esas afirmaciones del obispado castrense, cuya publicación, desde luego, no incluye denuncia alguna de abusos por parte de las fuerzas de seguridad, pero sí abunda en propaganda antiabortista.
En ese país, el Código de Etica Policial finaliza con el juramento: “Reconozco que el lema Dios y Patria, simboliza la fe del público y que lo acepto en representación de la confianza de mis conciudadanos y que lo conservaré mientras que siga fiel a los principios de la ética policial. Lucharé constantemente para lograr estos objetivos e ideales, dedicándome ante Dios a la profesión escogida: La Policía”.
En Ecuador, el vicariato militar fue creado el 3 de agosto de 1978 en virtud del Acuerdo entre la República del Ecuador y la Santa Sede sobre Asistencia Religiosa a las Fuerzas Armadas y Policía Nacional. De acuerdo con el artículo segundo de ese Acuerdo, el “servicio religioso castrense” está integrado por el vicario castrense, el provicario general y los capellanes castrenses. El vicario castrense será nombrado por la Santa Sede, previo acuerdo con el gobierno del Ecuador (artículo tres), y tratará directamente con el Ministro de la Defensa Nacional (artículo cuatro), reclutará su clero entre los sacerdotes diocesanos o religiosos debidamente autorizados por sus obispos o superiores (artículo cinco), además (artículo séptimo): “La Jurisdicción del Vicario Castrense y de los Capellanes es personal y se extiende a los miembros del Ejército, Armada, Fuerza Aérea y Policía en servicio activo, incluyendo los auxiliares y empleados, sus familiares y sus domésticos, que convivan con ellos en los establecimientos militares. ...”
En Chile, los orígenes del servicio religioso castrense se remontan a la época de la independencia, cuando Bernardo O'Higgins nombró al Presbítero Casimiro Albano Pereira, “su tutor y amigo”, como Vicario General Castrense, siguiendo la usanza Real española. El 18 de marzo de 1818, el Ejército y la Marina de Guerra de Chile, juran y proclaman a Nuestra Señora del Carmen como Patrona de las Armas de Chile.
El 18 de agosto de 1818 se crea el Servicio Religioso de la Marina. El 3 de mayo de 1910, se creó la Vicaría General Castrense, por un acuerdo entre la Santa Sede representada para el Papa San Pío X y el Presidente de Chile Ramón Barros Luco. El 13 de agosto de 1994, la Armada se consagró “al Sagrado Corazón de Jesús”. De acuerdo con el “Servicio Religioso de la Armada”, este tiene el objeto de “promover la espiritualidad y moral, a la luz de los valores cristianos y los conceptos de Dios, Patria y Familia”.
Como a veces se ha señalado, Pinochet no siempre tuvo una relación idílica con la jerarquía local, pero hay que recordar que cuando iba a ser procesado por sus crímenes, en el Vaticano encontró defensores que alegaron razones “humanitarias” por su edad y estado de salud. Por su parte, en 2001, en una entrevista con el historiador James Whelan afirmaba: “Voy permanentemente a misa. Rezo. Leo la Biblia”. Un año antes, en agosto de 2000, en una misa organizada por la institución naval en la Capilla Naval Las Salinas, Viña del Mar, a la cual asistió Pinochet, el capellán del templo Adolfo García instó a los asistentes para que ''pidamos por el general Pinochet, para que se fortalezca en alma y espíritu y pueda salir vencedor en toda batalla''.
En Perú, otro de los países donde tiene gran influencia la jerarquía católica, teniendo como antecedente el Acuerdo entre la Santa Sede y la República del Perú, del 19 de julio de 1980, que ratificó la “permanente y fecunda colaboración existente entre la Iglesia Católica, Apostólica y Romana con el Estado Peruano para alcanzar el mayor bien de la vida religiosa en favor de la colectividad militar, policial y civil de la Nación”, el 10 de noviembre de 1999, el entonces presidente Alberto Fujimori aprobó el nuevo Reglamento del obispado castrense del Perú, que atiende “pastoralmente a los miembros de las Fuerzas Armadas, Policía Nacional y sus familiares” y cuyo nombre oficial es el de Ordinariato Castrense, y “depende en el orden eclesiástico de la Sede Apostólica, y en el orden administrativo del Ministerio de Defensa-Despacho Ministerial” (según el artículo 8 del Reglamento).
En ese país, el ministerio de la Defensa apoya económica al obispado militar, según se ha comentado en fuentes periodísticas, además de que organizaciones civiles como Prolibco, Pro Libertad de Conciencia, han recibido muchas quejas sobre todo de policías a los que obligan a asistir a misa o rezar el rosario.
En Guatemala, la Capellanía Militar Arquidiocesana “San Miguel Arcángel”, con sede en la Brigada de Policía Militar “Guardia de Honor”, en la capital de ese país, cuenta con un gran apoyo del Ministerio de la Defensa Nacional, de tal suerte que los mandos militares participan en los eventos que organiza y en enero de 2005, terminó la construcción de la parroquia respectiva en las instalaciones de la Defensa, ocasión en que el cardenal Rodolfo Quezada Toruño, presidió la primera misa en ese lugar con la presencia de autoridades militares. (La Hora, 6 de enero de 2005)
En enero de 1997, el arzobispo de San Salvador, Fernando Sáenz Lacalle, quien fungía asimismo como obispo castrense, fue ascendido a general de Brigada. Se comentó en la prensa local que el prelado “no se pierde ningún acto oficial de la Fuerza Armada, a los cuales asiste con todas sus vestiduras episcopales y en los cuales se sienta entre las autoridades de la república y del ejército”.
“La ceremonia de ascenso fue privada, pero no deja de ser chocante que el obispo de San Salvador preste juramento militar ante el Ministro de Defensa. Según el contenido de dicho juramento, el Arzobispo es un funcionario público más. El Presidente de la República es su comandante y jefe y debe obediencia militar al Ministro de Defensa y al alto mando de la Fuerza Armada. Además le dieron un bastón de mando, símbolo de la autoridad del general sobre su brigada; así como el nuncio apostólico le entregó el báculo en la catedral metropolitana, símbolo de responsabilidad pastoral sobre su grey. No sabemos si junto al anillo episcopal usará el militar y las charreteras. Tampoco sabemos como llamarlo, si monseñor o general. El Ministro de Defensa lo llama monseñor y general de brigada” (Semanario Proceso, de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, Año 17, Número 743, 29 de enero de 1997).
La actitud del arzobispo fue duramente criticada, pues el anterior prelado castrense, Joaquín Ramos, fue asesinado en un crimen que muchos atribuyeron a ciertos militares, contrariamente a la tenaz defensa que hizo Sáenz Lacalle de la inocencia del ejército en este caso.
Finalmente, el 19 de junio de ese año, se formalizó la renuncia de Fernando Sáenz Lacalle el cargo de ordinario militar que ejercía de manera provisional.
También en El Salvador, en 1999, y haciendo omisión de toda idea de los derechos humanos al equiparar a los delincuentes con demonios, el ordinariato militar decidió nombrar a San Miguel Arcángel como patrono de la Policía Nacional. La entronización del Arcángeles su nuevo cargo se realizó en septiembre del 2000, las autoridades policiales efectuaron la develación de un monumento alusivo, construido en uno de los jardines del Cuartel Central de la Policía. Al justificar dicho nombramiento, se hizo notar que la misión del Arcángel Miguel está especificada en Apocalipsis Capítulo 12, donde se afirma: “Entonces hubo una guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón y sus ángeles, pero no prevalecieron ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero. Fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él".
En noviembre de 2000 no sólo religiosos sino oficiales del ejército asistieron al Jubileo Militar presidido por Juan Pablo II y celebrado en Roma el 18 y 19 de noviembre. Días antes, en San Salvador, se había llevado a cabo un Jubileo de los militares con el tema de "El militar llamado a la perfección de la caridad", precedido de misas en la Catedral de Santa Ana que serán encabezados por la Segunda y Tercera Brigadas de Infantería.
El vicariato militar de Brasil fue erigido en 1950 y en 1986 pasó a ser obispado militar, luego del acuerdo de 1989 entre Brasil y la Santa Sede. Según el reglamento de dicho obispado, este se rige por dicho acuerdo, por la constitución apostólica del 21 de abril de 1986 referente a las vicarías militares y por “las leyes universales de la Iglesia”
La Constitución Federal de Brasil, aprobada en 1988, estipula que el servicio religioso a las Fuerzas Armadas “está asegurado, en los términos de la ley”. En ese país, al tiempo que se creaba un Ordinariato Militar para los fieles católicos de las Fuerzas Armadas, se preveía la conformación de un equipo de capellanes militares, seleccionados entre sacerdotes, ministros religiosos o pastores, pertenecientes a cualquier religión que no atentara contra la disciplina, la moral y las leyes en vigor.
En la práctica, empero, dado las dificultades de garantizar cuadros permanentes en las capellanías, los credos no-católicos poseen una mínima representación en los llamados Servicios de Asistencia Religiosa.
En Dominicana, la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas de la República establece en su artículo 68 que “Habrá un cuerpo de capellanes Militares, con graduación de oficiales, bajo la supervisión del Arzobispado Metropolitano y Vicario General Castrense en lo que se refiere a su vida y ministerio sacerdotal y sujetos a la disciplina de las Fuerzas armadas en lo que se refiere a su servicio militar” y que “Este cuerpo tendrá supervisión directa sobre todos los asuntos relacionados con religión y moral, manteniendo contacto con la Clerecía Civil y las organizaciones religiosas, morales y de bienestar atendiendo las actividades de culto y formación religiosa del personal militar”.

Capellanes golpistas
Hay abundantes testimonios del apoyo que en el pasado brindaron obispos castrenses a golpes de estado y dictaduras militares. En el caso de Argentina, por ejemplo, se ha señalado que el vicario castrense Monseñor Tortolo, confesor de la madre de Videla, también visitaba a Isabel para sugerirle la resignación cristiana del poder. Para evocar el clima de colaboración entre la dictadura y el obispado castrense es interesante reproducir algunas declaraciones de aquel tiempo (recopiladas por Virginia Bossié “La Iglesia Católica que apoyó la dictadura militar”; argenpress, 8 de enero de 2003): “…El Ejército está expiando la impureza de nuestro país... los militares han sido purificados en el Jordán de la sangre para ponerse al frente de todo el país...” (Victorio Bonamín, vicario general del ejército, 23 de septiembre de 1975); “...La Providencia puso a disposición del Ejército el deber de gobernar, desde la presidencia hasta la intervención de un sindicato...” (Bonamín, 10 de octubre de 1976); “... yo no conozco, no tengo pruebas fehacientes que los derechos humanos sean conculcados en nuestro país. Lo oigo, lo escucho, hay voces, pero no me consta...” (Tortolo, 14 de octubre de 1976); “...hay gente católica que ha recibido la confirmación, que se alza contra la Nación argentina, destruyéndola. Cuando quienes la defienden reaccionan contra esa actitud destructiva, dicen que ellos son los perseguidos, tergiversan el espíritu y la mentalidad de Cristo.... Dios habita el alma del soldado que va con Cristo y por Cristo a cumplir con su deber, rechazando a quienes se alzan contra el país...” (Tortolo, 29 de octubre de 1976); “...los miembros de la Junta Militar serán glorificados por las generaciones futuras...” (Bonamín, marzo de 1981). Más aún, en agosto de 2000 el exmarino Adolfo Scilingo reveló que la eliminación de detenidos políticos en “vuelos de la muerte” tuvo el apoyo “de monseñor Adolfo Tortolo, el vicario castrense, y otros altos sacerdotes”. El actual vicario militar, Antonio Baseotto ha procurado garantizar la impunidad para los crímenes cometidos por los militares durante la dictadura.
Desde luego, en diferentes niveles del servicio religioso castrense y policíaco han salido a la luz casos de participación en los crímenes de la dictadura, como el del excapellán de la policía de la provincia de Buenos Aires, Christian Von Wernich, detenido en 2003 por complicidad con los crímenes cometidos por el gobierno militar de 1976 a 1983, acusado de "privación ilegal de la libertad, torturas y participación en homicidio calificado".
Si en el pasado algunos prelados militares fueron amigos naturales de las dictaduras castrenses, bajo el pontificado de Juan Pablo II se han esforzado por apoyar movimientos provida que a su vez obstaculizan cualquier avance en materia de salud sexual y reproductiva.
Así, del 7 al 9 de julio del 2000, VHI, transnacional provida con sede en Miami, y su organización afiliada en el Paraguay, Servicio de Amor y Vida (SEAVI), realizaron un congreso antiaborto en la Universidad Nacional de Asunción, que “contó con el total apoyo de los obispos católicos paraguayos a través de la Pastoral Familiar Arquidiocesana de Asunción” y en particular de Pastor Cuquejo, quien era entonces obispo castrense y Secretario General de la Conferencia Episcopal de Paraguay. Actualmente, Cuquejo es arzobispo de Asunción mientras que el prelado militar, nombrado en mayo de 2003, es Ricardo Valenzuela Ríos.
Asimismo, en Buenos Aires, en diciembre de 2003, el Obispado Castrense y VHI publicaron un documento conjunto contra proyectos para legalizar el aborto por anencefalia, a la vez que se opusieron a la distribución de anticonceptivos en centros educativos y de salud, alegando que con ello el Estado “atropella la patria potestad, facilitando la ausencia del respeto a la vida humana, y también compromete la salud futura de quienes los consumen”.
En Ecuador, el 6 de diciembre de 2001, el obispo castrense, Raúl Vela Chiriboga, felicitaba a Magaly Llaguno, exiliada cubana en Miami y dirigente de VHI, pidiendo “Que el señor bendiga toda su labor y continúe testimoniando con su trabajo y con el de todos sus colaboradores, en ese empeño a favor de la vida”.
En Venezuela, el controvertido prelado militar José Sánchez Porras, quien también ha sido secretario general de la conferencia episcopal, se ha mostrado contrario a la inclusión de los derechos de las minorías sexuales en la nueva Carta Magna: "...los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados, porque cierran el acto sexual al don de la vida y lógicamente no hay posibilidad de procreación. Además estos actos no proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual (...). En cuanto a si existen sacerdotes dentro de la Iglesia Católica con esta condición (...) pueden ser denunciados ante el obispo diocesano correspondiente y éste procederá a retirar a ese sacerdote porque la primera condición que se nos pide al ingresar al sacerdocio es ser hombres normales, es decir, con tendencias heterosexuales".
Asimismo, el 27 de diciembre del 2000 entrevistaron a Monseñor Sánchez Porras, Obispo castrense de Venezuela, sobre su grado militar. Algunas de las preguntas fueron las siguientes: “—Usted es Cura y Coronel, ¿cómo es eso?—Algunos capellanes militares hacemos el curso para ser asimilados a las FAN. Yo soy asimilado en el ejército. Fui haciendo los cursos y ascendiendo a Teniente, Capitán, Mayor y Teniente Coronel hasta que llegué a Coronel.—¿Y se ponía el uniforme?—Sí, claro. Nosotros estamos sometidos a la misma ley de las FAN y nos califican cada semestre, igual que un oficial activo.— ¿Ha empuñado un fusil?—También.— ¿Eso no contradice la sotana y el espíritu eclesiástico?—Claro que no. Eso forma parte de la vida militar. Hay que aprender a manejar un arma.—¿Y el mandamiento de ‘no matarás’? Usted no puede usar esa arma contra un semejante.—Sí. Cualquiera, usted y yo la podemos usar en cualquier momento con tal sea en defensa personal o en defensa de una colectividad.— ¿En un enfrentamiento, un cura puede empuñar un arma y matar a un malandro?—Claro que sí. El don más grande que Dios nos ha dado es la vida, y ese tengo que defenderlo a costa de cualquier cosa. La defensa personal es aceptada por la Iglesia.—¿Usted podrá usar nuevamente el uniforme militar?—Si, claro. En los días de ascensos, condecoraciones. Pero, aunque el capellán pueda usar uniforme, los militares quieren ver en él la figura del Sacerdote, no tanto la de un militar más, porque tienen muchos a su alrededor. Hay muchos capitanes y coroneles, mientras que sacerdotes somos muy pocos...” (www.saber.ula.ve/)
Situaciones vividas en este país ilustran asimismo el hecho de que cuando las fuerzas conservadoras, de las que forman parte también poderosos intereses económicos, se enfrentan con un gobierno al que perciben ya no como aliado sino como adversario, vicarías militares o algunos de sus capellanes pueden convertirse para él en elementos desestabilizadores.
Un ejemplo de ello lo ha proporcionado el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien ha tenido que enfrentar fuertes presiones de jerarcas católicos, con quienes ha mantenido una relación fluctuante y difícil, incluido el obispo militar, pese a lo cual en marzo de 2002, al recordar su experiencia como militar declaraba que la labor religiosa “tiene una importancia, especialmente para los hombres de la Fuerza Armada, que pasamos por situaciones difíciles, siempre necesitamos el aliento espiritual y nada mejor que el mensaje, la sabiduría de la doctrina de Dios y de Cristo el Redentor y soldado luchador por la justicia de los pueblos”.
Por cierto, la jerarquía ha sido muy crítica del uso de invocaciones religiosas por parte de Chávez, pero en los diferentes países suele recibir con indulgencia e incluso con aprobación la misma actitud cuando proviene de políticos derechistas e incluso de dictadores militares si son afines a ella.
Adicionalmente hay que recordar que entre los enemigos de Chávez que en 2002 celebraron anticipadamente su caída se contaba el capellán militar venezolano Eloy Romero, residente en Nueva Jersey desde el año anterior, quien en una pequeña concentración de antichavistas dijo públicamente que se había ''iniciado una nueva etapa para la historia de Venezuela'' y solicitó un minuto de silencio para las víctimas de los disturbios.
En Venezuela, la influencia clerical, usada una y otra vez en beneficio de la derecha, se preserva porque en la constitución de ese país se ha adoptado la fórmula de la llamada “libertad religiosa”, que contempla todo tipo de prerrogativas para el clero, si bien las hace extensivas a minorías religiosas que no pueden competir con él en influencia y arraigo histórico. El artículo 59 de la constitución vigente en ese país dice: “El Estado garantizará la libertad de religión y de culto. Toda persona tiene derecho a profesar su fe religiosa y cultos y a manifestar sus creencias en privado o en público, mediante la enseñanza u otras prácticas, siempre que no se opongan a la moral, a las buenas costumbres y al orden público. Se garantiza, asimismo, la independencia y la autonomía de las iglesias y confesiones religiosas, sin más limitaciones que las derivadas de esta Constitución y de la ley. El padre y la madre tienen derecho a que sus hijos o hijas reciban la educación religiosa que esté de acuerdo con sus convicciones. Nadie podrá invocar creencias o disciplinas religiosas para eludir el cumplimiento de la ley ni para impedir a otro u otra el ejercicio de sus derechos”.

Saturday, May 19, 2007

Gangsterismo panista en Yucatán

Yucatán:
Gangsterismo del PAN
Edgar González Ruiz

Mediante tácticas gangsteriles y usando los recursos públicos de que disponen, los panistas pretenden mantenerse en el poder en el estado de Yucatán, en las elecciones del domingo 20 de mayo, cuyo preludio ha estado marcado por agresiones y abusos por parte de las huestes blanquiazules y del gobierno estatal al mando de Patricio Patrón Laviada.
La mañana del sábado 19, abortó una reunión del gobierno estatal con representantes de los diferentes partidos para hacer prevalecer un clima de civilidad en los comicios, pues los comisionados del PRI, Alternativa, Verde Ecologista y partido local Alianza por Yucatán, acusaron a Patrón Laviada de orquestar una elección de estado.
Paradójicamente, y como ha sucedido en otras entidades y a nivel federal, el PAN recurre a una guerra sucia durante las campañas, mediante ataques personales en spots de televisión, para luego convocar a una supuesta unidad.
Por su parte, en conferencia de prensa la expanista Ana Rosa Payán denunció al PAN y al PRI como protagonistas de un conflicto que, según ella, a llevado a la entidad a un estado de prensa, aseguró que la entidad Yucatán se encuentra en un estado de "emergencia cívica".
Desde Tehuipango, Veracruz, Andrés Manuel López Obrador acusó tanto a los dos partidos de recurrir a prácticas mañosas para ganar las elecciones, comprando los votos y “repartiendo mucho dinero”.
De manera insólita, el mismo día, el dirigente nacional del PAN, Manuel Espino, coincidió con AMLO al reconocer que si el PAN no modifica el método de elección de candidatos corre el riesgo de caer en prácticas de coacción y compra de votos, que han criticado en otras fuerzas políticas. “Me refiero concretamente a las prácticas como la coacción, la presión, la compra de votos, la dádiva a cambio de que el voto se pronuncie a favor de determinadas personas”.
Pero ni la guerra sucia, ni la denunciada intervención de funcionarios panistas a favor de sus correligionarios, permitieron al PAN tener expectativas claras de triunfo, por lo que en la víspera de los comicios, el secretario de Elecciones del PAN, Arturo García Portillo, consideró "inevitable" que estos tengan que dirimirse en los tribunales, por supuesto con un fallo tramposo que beneficie al blanquiazul.
Más aún, en las primeras horas del domingo, se difundían en la Web declaraciones triunfalistas de panistas como José Espina y Santiago Creel, a la vez que declaraciones de legisladores del mismo partido en el sentido de que perderían la gubernatura de Yucatán.
A lo largo del día 19, se registraron conatos de enfrentamientos entre priístas y panistas, quienes recurrieron a las armas, a las amenazas y a las fuerzas de seguridad para perseguir a sus adversarios. En Valladolid, un grupo de panistas engañó a su ex compañero de partido Lázaro Barrera, ahora priísta, para llevarlo a una casa, en la comunidad de Popolá, donde la gente estaba dispuesta a vender su credencial de elector, luego de lo cual lo golpearon y apehendieron. En Dzidzantún, la camioneta del candidato priísta a la alcaldía, Miguel Angel Saldívar, fue quemada la madrugada de este viernes con bombas molotov, arrojadas presumiblemente por panistas, mientras que en Ticul, activistas del blanquiazul balearon vehículos de militantes priístas y en Tizimín, el candidato del PRI a la alcaldía, José Luis Peniche Bates, denunció haber recibido amenazas de muerte por parte del presidente municipal, Pedro Couoh Suaste, y en Chapab el PRI exhibió una factura con apoyos de la Secretaría de Desarrollo Social a ese lugar, cuyo domicilio pertenece a la casa de un particular panista, que sería a la vez casilla electoral.
Todos esos episodios son otras tantas confirmaciones del denunciado plan Manzana Azul, mediante el cual el PAN intentaría imponerse en las elecciones mediante agresiones y maniobras fraudulentas perpetradas manzana por manzana.
En ellas participó incluso Antonio Patrón Laviada, hermano del gobernador, quien a unas cuantas horas de las votaciones fue detenido en el municipio de Tixkokoch cuando se le sorprendió entregando apoyos económicos para la coacción del voto.
Antonio Patrón fue liberado por varias patrullas de la policía, que lanzaron gases lacrimógenos a la multitud que retenía al influyente personaje, quien al huir en su camioneta aropelló a una mujer y chocó con otros tres automóviles y y dos motocicletas. Asimismo, una mujer embarazada sufrió crisis nerviosa a causa de los gases lacrimógenos. Ese es el respeto de los panistas a la “vida desde la concepción” y al “estado de derecho”.

El padre de Fecal persiguió a los protestantes

México:
El padre de Fecal persiguió a los protestantes
Edgar González Ruiz

El padre de Felipe Calderón, Fecal, fue uno de los fundadores del PAN. Católico conservador, Luis Calderón Vega persiguió a los protestantes, a quienes consideraba un “peligro” para la “unidad religiosa de nuestros pueblos”.
Nacido en 1910 y militante de grupos derechistas como la UNEC, Unión Nacional de Estudiantes Católicos, Calderón Vega fue uno de los fundadores del PAN, partido al que renunció en 1981, precisamente en la misma fecha en que su hijo, y hoy presidente espurio de México, ingresaba a ese partido.
Se supone que el desencanto paterno con el partido hoy en el poder, se debió al ingreso al mismo del sector empresarial, pero en realidad, este, al igual que el clero, siempre fue uno de los principales apoyos de Acción Nacional.
Como sucede actualmente, desde un principio Calderón Vega compartió ideales, simpatías y antipatías con personajes de la ultraderecha que formaban grupos secretos como los Conejos, participantes en la UNEC, y posteriormente el Yunque.
Ahora se quiere presentar a Calderón Vega como enemigo de ese grupo, pero los pleitos que pudo tener con algunos exponentes de las corrientes más extremistas de la derecha, no fueron en realidad políticos ni ideológicos, sino motivados por intereses y proyectos personales.
Escribió algunos libros sobre la historia del PAN y sobre aspectos doctrinales, donde se puede apreciar lo reaccionario de su pensamiento.
Fue también colaborador de la revista La Nación, órgano oficial del PAN. En el número 184 (año IV), del 21 de abril 1954, Calderón Vega firmó con sus iniciales un artículo titulado “Protestantismo y comunismo sobre Iberoamérica”, que es un verdadero alegato para fortalecer la intolerancia católica, en una época donde tenían lugar cruentas persecuciones contra los protestantes, mismas que no han desaparecido completamente del país, si bien la jerarquía y el PAN muchas veces no buscan ya eliminar a los “hermanos separados” sino buscar su apoyo para combatir al estado laico.
Leemos en ese texto que con el fin de la Segunda Guerra Mundial, el “protestantismo y comunismo” redoblan su “asalto” contra “el espíritu de nuestra nación”. (p. 16)
Según el padre de Fecal, en el combate al protestantismo era necesario dejar de lado la refutación de las “tesis religiosas protestantes”-como el libre albedrío y la negación de la autoridad de la iglesia, señala- para ya no a la simple defensa de las ideas católicas, sino los métodos “mejores, de los más eficaces y completos, que son los métodos de la ofensiva”.
Señalaba Calderón Vega que protestantismo y comunismo iban de la mano con el objetivo de “destruir el sentido y prestigio católicos” y según él, el protestantismo iba a terminar siendo desplazado o asimilado por el comunismo, pues “El hombre iberoamericano es católico o es antirreligioso. No cabe término medio, ni su espíritu está hecho para otra religión”.
Afirmaba que “El protestantismo es frío y además teóricamente inconsistente por contradictorio….es una simple y anticuada herejía que no satisface la razón y, en cambio, sí necesita demostración…”
Según él, la lucha de los católicos contra el protestantismo y el comunismo debería ir de la mano, y apoyar en ambos casos a las organizaciones religiosas, así como neutralizar el asistencialismo de signo protestante, cuyas obras considera como “arteras” por sus “ocultos fines proselitistas”.
Creyendo que hechos que subsistían a mediados del siglo XX iban a ser eternos, Calderón Vega hacía alusión a las cartas “formidables” del clero contra el protestantismo, en los pueblos de América Latina, como eran “su unidad religiosa, la disciplina a la Jerarquía, una maravillosa tradición que nos ha puesto al margen de todo cisma nacional…”
Por el contrario, vemos hoy en día que el poder de convocatoria de la jerarquía comienza a desmoronarse, como ha ocurrido en la ciudad de México, que el catolicismo pierde fieles día con día y que muchos de ellos van a engrosar las filas de las iglesias protestantes. De entre estas, muchas defienden el estado laico y evitan las alianzas con la jerarquía católica y sus fuerzas políticas, que son sus perseguidores tradicionales.

Tuesday, May 15, 2007

Panismo yucateco: teocracia y corrupción

Yucatán:
Expolio e Imposición
Edgar González Ruiz

Es muy difícil que el PAN triunfe en las elecciones del próximo 20 de mayo en Yucatán, pero cabe esperar que recurrirá a todo tipo de trampas e imposiciones para mantenerse en el poder.
La impopularidad de las políticas neoliberales, el resurgimiento de corrientes de izquierda, la creación de alianzas políticas contra la derecha, y las pugnas dentro de ella son factores nacionales que juegan contra el PAN.
En Yucatán, la pésima gestión de Patricio Patrón Laviada en la gubernatura ha favorecido el retorno del tricolor, cuya candidata, Ivonne Ortega Pacheco, ha sido objeto de una guerra sucia mediática que ha contado con la participación del publicista español Antonio Solá, promotor de esa estrategia en 2006.
Además, con la imposición de Xavier Abreu Sierra como candidato a la gubernatura, con el apoyo de Patrón Laviada, se desató un conflicto que amenazó la unidad de ese partido en la entidad, por los deseos de Ana Rosa Payán, lideresa histórica del panismo estatal, de llegar a la gubernatura.
Payán salió del PAN y logró la candidatura de la coalición Todos somos Yucatán, formada por Convergencia y PT; en el PRD no tuvo apoyo por su larga trayectoria de ultraderechista y promotora de la censura, conocida desde que fue alcaldesa de Mérida, a principios de los 90.
El 11 de mayo, en entrevista con El Diario de Yucatán, que tanto la respaldó en sus tiempos de dirigente y funcionaria panista, Payán reiteró sus críticas contra la corrupción y autoritarismo en su expartido, y reveló que algunos de sus militantes votarán por ella: “Mucha gente en la calle dice que va a votar por nosotros —afirma—. Algunos amigos que tengo en el PAN me mandan mensajes a mi teléfono y dicen que van a votar por mí”.
La verdad es que los tres personajes aludidos e involucrados en el conflicto entre panistas –Patrón Laviada, Abreu Sierra y Payán – son fieles a las tendencias hegemónicas en el PAN, de corte empresarial y católico conservador, todos ellos están vinculados al clero y han sido señalados por sus práctica abusivas.
Nacido en 1950 y administrador de empresas por la Universidad Iberoamericana, Abreu Sierra ingresó formalmente al PAN en 1981, durante la campaña de Castillo Peraza a la gubernatura. Fue diputado federal y alcalde de Mérida (de 98 a 2001), y antes trabajó en el ayuntamiento bajo Ana Rosa Payán (de 91 a 93) y con Patricio Patrón Laviada (95 a 98), con quien también fue Secretario de Desarrollo Social en el gobierno estatal.
En entrevista con la Revista Peninsular (Edición 836, 28/Octubre/2005), Abreu señalaba que “En mi vida, los que más influido son los hermanos maristas, soy ex alumno, ex maestro, ex entrenador, fundador de la Universidad Marista”.
Considera que uno de los personajes más influyentes en la entidad es su cuñado el cura Fernando Sacramento, hermano de Fiddy Sacramento Avila, esposa de Abreu y panista de la ultra.
Entre sus hábitos y aficiones, mencionó ver la televisión, hacer ejercicio y dijo que para él “el fútbol ha sido una pasión de vida”. En ningún momento se refirió a la lectura o al estudio, pero sí subrayó que iba a misa los fines de semana.
Pero las devociones y golpes de pecho pueden ir de la mano con los abusos y latrocinios, por lo que no sorprende que Abreu haya sido señalado como presunto responsable de un desfalco a la Federación a su paso por la Sedesol Estatal, por cerca de cuatro millones de pesos mismos que, de acuerdo con el pliego de observaciones de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) clave 03-50310-2.276-06-001, el aspirante a la gubernatura de esa entidad dejó sin solventar, de acuerdo con información difundida por La Jornada el 15 de mayo de 2007. Esos recursos debieron aplicarse a la reconstrucción de vivienda en el estado de Yucatán, afectados por el huracán Isidore.
En suma, el escenario yucateco podría seguir la conocida trama: fraude panista, dudosa legitimación jurídica, represión de los movimientos de protesta, para dar lugar a más teocracia, y más expolio.

Friday, May 11, 2007

Marcaje contra el exnazi

Benedicto XVI acepta visitar México
Edgar González Ruiz

El papa Benedicto XVI expresó en Sao Paulo, Brasil, su deseo de visitar México, lo que podría ocurrir en julio de 2009, informaron fuentes del Vaticano.
El proyecto del pontífice fue dado a conocer a la directiva de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) en la comida privada que tuvo Ratzinger el 10 de mayo en el Monasterio de San Benito de Sao Paulo.
La confidencia de Ratzinger, quien en su lejana adolescencia militó en las juventudes nazis, podría ser un anticipo de su intención de participar en el Encuentro Mundial de las Familias, previsto para julio de 2009 en la ciudad de México.
Los obispos mexicanos han insistido en diversas ocasiones durante este año en la invitación para que el sucesor de San Pedro asista en persona al Encuentro, pero hasta ahora ha aceptado.
Por su parte, el arzobispo de México, Norberto Rivera, expresó su complacencia por el anuncio, afirmando que “Los mexicanos están continuamente donde el Papa está, ahora está Benedicto XVI, antes era Juan Pablo II pero se expresa por parte del pueblo mexicano la fe en el sucesor de Pedro, sea quien sea".
A lo largo de su pontificado, Juan Pablo II hizo varias visitas a México, desde 1979, en su primer viaje fuera de Europa, hasta 2002. Todos esos viajes fueron otras tantas campañas pontificias contra el estado laico contra los derechos y la libertad sexual, y en apoyo a la derecha mexicana que a partir del 2000 gobierna el país.
Sin el carisma de Wojtla, pero con similar espíritu conservador, Ratzinger pretende continuar la labor de Juan Pablo II, pero se encontrará con una sociedad mexicana más despierta, consciente y liberal, luego del fraude electoral de 2006.
Si efectivamente Ratzinger viene a México en julio de 2006, lo hará precisamente en el contexto de las campañas políticas de mediados de sexenio, con la presumible intención de ayudar al PAN a mantenerse en el poder y fortalecer el activismo antiabortista, que ha sido incapaz de frenar avances como la reciente despenalización del aborto en la ciudad de México.
El mencionado Encuentro Mundial de las Familias es un evento que promueve la ultraderecha católica y que tuvo su pasada edición en julio de 2006, cuando unas 150 personas, 50 de ellas desnudas, participaron en una marcha ciclista para protestar por la visita del Papa a Valencia, para inaugurar dicho encuentro. Los manifestantes hicieron notar el desmesurado gasto que, a su juicio, sufragaron el Ayuntamiento y la Generalitat para recibir al pontífice.
La visita de Benedicto XVI a México sería una oportunidad para repetir la experiencia del desnudo colectivo que hace poco organizó el artista Spencer Tunick en el Zócalo de la capital mexicana, con una asistencia cercana a las 20 mil personas. Sería la mejor forma de decirle ¡No¡ a la derecha que gobierna el país en estrecha relación con jerarcas como el mencionado Norberto Rivera.

Córdova Villalobos vs aborto

México:
Funcionario derechista se opone al aborto

Identificado con los puntos de vista de la jerarquía católica, el secretario de Salud del gobierno panista de México, José Ángel Córdova Villalobos, advirtió que el médico que practique un aborto (voluntario) en instituciones federales de Salud incurrirá en un delito, penalizado con la privación de la libertad, sanciones económicas y la suspensión de su ejercicio profesional.
Recordó que si una persona que acude a un hospital federal con el deseo interrumpir su embarazo antes de las primeras 12 semanas será conminada a que acuda a una de las instituciones del sistema de salud capitalino porque ahí si se despenalizó.
El 24 de abril, los diputados de la ciudad de México acordaron despenalizar el aborto en las primeras 12 semanas de la gestación, pero funcionarios del gobierno federal, como Córdova Villalobos hacen todo lo que está a su alcance para impedir que las mujeres ejerzan ese derecho.
El pasado mes de abril el pleno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) aprobó reformas al Código Penal y la a Ley de Salud locales que despenalizan el aborto en la ciudad de México durante las primeras 12 semanas de gestación.
"Para los médicos, el Código Penal Federal establece sanciones como de la privación de la libertad, sanciones económica e incluye la suspensión del ejercicio de la profesión que dependiendo de las circunstancias en que se realice puede ser de varios años", explicó el funcionario luego de participar en la reinauguración del Hospital de la Mujer de esta capital.
Córdova Villalobos, un médico cirujano de 54 años de edad y militante del derechista Partido Acción Nacional, precisó que los hospitales adscritos a la Secretaría de Salud federal atienden unos 400 mil abortos al año en todo el país, pero aclaró: "No hay que confundir, aborto es la expulsión del producto. muchas mujeres llegan en un proceso de evolución del aborto y se les atiende. Pero interrupción voluntaria del embarazado es otra cosa, en esos casos sí está penalizado por la ley federal, no por la ley local", de acuerdo con información difundida el 11 de mayo por El Universal.
Antes, dijo uno de los retos en materia de salud para las mujeres es fomentar una vida sin violencia intrafamiliar y sin discriminación, para construir una cultura de igualdad.
Reconoció que el gobierno federal no ha podido bajar los índices de mortandad materna. "Tenemos el compromiso de reducir las muertes maternas a uno más de 35 por 100 mil nacimientos, a diferencia de los 61 decesos que tuvimos en 2006".
Por otra parte, se manifestó en favor de las iniciativas de ley que se discuten en las cámaras de Diputados y Senadores, para que un enfermo terminal pueda decir sí continúa o no con sus tratamientos médicos.
Acorde con su ideología, el funcionario rechazó además que la legalización de las drogas se una propuesta aceptable para controlar su consumo.
Cabe señalar que Felipe Calderón ha puesto en manos de la derecha católica la Secretaría de Salud, no sólo con el nombramiento de José Angel Córdoba Villalobos, panista enemigo de condón y de la Anticoncepción de Emergencia, como titular de esa dependencia, sino con la incorporación de Bernardo Emilio Fernández del Castillo Sánchez, el polémico abogado de Norberto Rivera y colaborador de grupos antiabortistas, como director de asuntos jurídicos de esa dependencia, a partir del 2 de enero de 2007.