Monday, January 28, 2008

Segob teocrática

Ana Teresa Aranda:
El clero manejará la política religiosa de la Segob
Edgar González Ruiz
La llegada de Juan Camilo Mouriño a la Segob fue recibida con incondicional entusiasmo por la jerarquía católica, pese a que su antecesor, Francisco Ramírez Acuña, era un personaje identificado con la derecha católica.
Una de las razones de esa fervorosa aprobación por parte del clero ha quedado a la vista con el nombramiento de Ana Teresa Aranda, militante católica de toda la vida, al frente de la Subsecretaría de Población, Migración y Asuntos Religiosos, de la Secretaría de Gobernación.
Sin tener una formación profesional o intelectual, Aranda llegó al gobierno en el sexenio pasado; antes se había dado a conocer sólo como lideresa del PAN poblano y como militante católica antiabortista, aliada de Jorge Serrano Limón.
Ha sido dirigente de grupos ultraderechistas y se le considera integrante de la Organización Nacional del Yunque, además de que ha colaborado con agrupaciones internacionales de la derecha católica.
Con toda justicia había quedado fuera del nuevo gabinete, como un indeseable legado del foxismo, pero ahora se le entrega nada menos que el control de la política religiosa del gobierno, y de asuntos cruciales en materia de población, siendo ella una enemiga declarada no sólo del aborto, sino del condón y de los métodos anticonceptivos.
El relevo tiene lugar precisamente semanas antes de que la SCJN emita su fallo sobre la despenalización del aborto en el DF, y en un año en que la jerarquía católica, como consecuencia de su tradicional alianza con el PAN, exhibe cada vez más influencia en el gobierno federal.

Segob teocrática
Es claro que será el clero quien maneje esa Subsecretaría de la Segob, a través de Aranda, a pesar de que algunas versiones panistas enfatizan que con el equipo de Mouriño, se busca garantizar la fidelidad total al gobierno de Calderón.
Independientemente de ello, y de cualquier conflicto dentro del PAN y del gobierno, el principal significado del nombramiento es la sumisión del gobierno hacia el clero, al grado de colocar como responsable de la política religiosa a una persona totalmente sumisa a los dictados clericales e incluso sin preparación para sustentar ideas y proyectos propios.
Evidentemente, una de las primeras labores que desarrollará Aranda en la mencionada Subsecretaría será la de apoyar la posición del clero en el debate sobre el aborto, neutralizando las críticas de algunas iglesias protestantes que defienden los derechos de las mujeres y la capacidad de decidir.
Asimismo, la Segob ha estado justificando una y otra vez la injerencia de jerarcas católicos en asuntos políticos, abogando por su impunidad en todos sus abusos, persiguiendo a sus críticos, y creando alianzas de diversas iglesias bajo el control de la jerarquía católica, en lo cual es seguro que Aranda superará con creces el carácter derechista y procatólico de sus antecesores.
La Segob es uno de los principales apoyos que tiene el clero para impulsar su agenda legislativa contraria a la separación entre la iglesia y el estado, con la que pretende imponer la educación religiosa en las escuelas públicas, la presencia oficial del clero en el ejército, en las instituciones asistenciales; el control de medios electrónicos, y el acceso a cargos de elección popular, etc.
De hecho, la visión del clero acerca de lo que debe ser su injerencia en las instituciones, que resume en el concepto de “libertad religiosa”, entendido como su intervención sin límites en todos los ámbitos de la vida pública, se refleja ya en la “visión” oficial de la Subsecretaría, expresada en los siguientes términos (véase la página Web gobernación.gob.mx):
“Consolidar el ejercicio de la libertad religiosa y un ambiente de convivencia social respetuoso y tolerante entre los individuos y grupos de distintos credos. Se han fortalecido los instrumentos institucionales que legitiman y dan transparencia a la colaboración de las instituciones religiosas en programas gubernamentales en diversos ámbitos sociales. La sociedad mexicana percibe a la institución como especializada e indispensable en la promoción del ejercicio de la libertad religiosa y la colaboración de las instituciones religiosas en algunas tareas públicas”.
Ciertamente, bajo los gobiernos panistas, la Segob, y esa subsecretaría en particular, se ha convertido en una instancia promotora de los intereses y proyectos del clero, y en especial de intervención en el ámbito gubernamental, lo cual se hace contradiciendo el tradicional laicismo de nuestro país y brindando a la iglesia católica un trato privilegiado ante las demás asociaciones religiosas.
Al principio de este sexenio, quedó al frente de la subsecretaría el exprísta Florencio Salazar Adame, quien fue fiel a la tónica panista de favorecer al clero, pero la ultraderecha católica estuvo presente en la designación de Cecilia Romero, ultraderechista igual que Ana Teresa Aranda, en el Instituto Nacional de Migración.
Ambas provienen de la Asociación Nacional Cívica Femenina, la Ancifem, grupo católico y antiabortista formado únicamente por mujeres, y que ha dotado al PAN de cuadros femeninos.

La secretaria piojito
En la página oficial de la Segob (gobernación.gob.mx) se resume tramposamente el curriculum de la nueva titular de la Subsecretaría, mencionando que “ha ocupado destacados cargos partidistas tanto en el estado de Puebla como en el Consejo Nacional del PAN. De 2001 a 2005 fue Titular del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF). Durante el 2006 fue Secretaria de Desarrollo Social”.
En realidad, los altos puestos que ha ocupado en el gobierno federal no son resultado de su capacidad ni de su inexistente preparación intelectual, sino que fueron espacios que el gobierno foxista otorgó directamente a la jerarquía católica.
Así, en enero de 2001, Aranda pasó de ser militante del PAN y de la ultraderecha católica, a titular del DIF, donde se encargó de promover la creación de redes de organizaciones conservadoras y organizó eventos con la participación de grupos vinculados a Bush y a sectores extremistas de países latinoamericanos.
Su formación académica y profesional se limitaba al bachillerato, que completó en el sistema de educación abierta, y a la carrera de secretaria bilingüe, que cursó en el Instituto América de León, Guanajuato. Otro de sus méritos, además del apoyo de la jerarquía católica, era su cercanía con la entonces primera dama Marta Sahagún.
Aranda nació en León, el 26 de enero de 1954. Está casada con el empresario Alejandro Orea Martínez. Es, además, hermana de Gerardo Aranda Orozco, quien fue presidente de la Coparmex, cargo en el cual sucedió a Carlos Abascal Carranza , y también es prima de Enrique Aranda Pedroza, quien ha sido subsecretario de Normatividad de Medios en la Segob. Todos ellos militan en la ultraderecha, y algunos también en el Yunque.
Sin estudios de licenciatura, Ana Teresa Aranda tomó algunos cursos en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), institución que ha sido semillero de cuadros para la extrema derecha.
En 1989, Ana Teresa Aranda fue candidata a la alcaldía de Puebla, y fue diputada federal por el PAN de 1991 a 94. De 1995 a 98, Ana Teresa Aranda fue lideresa del PAN en Puebla, donde propició enfrentamientos violentos contra el entonces gobernador Manuel Bartlett.
Sin embargo, la principal actividad de Aranda había sido como militante antiabortista de la, Ancifem , donde fue secretaria de prensa, de 1974 a 76, y presidenta nacional de 1987 a 89, presidenta nacional de la misma asociación.
Fue también presidenta del VIII Congreso Nacional de Ancifem, del 4 al 5 de mayo de 1985, ocasión en que criticó las tendencias "marxistas" en las esferas gubernamentales.
Por su parte, la Ancifem es una organización que dice defender las doctrinas de la iglesia católica y que se opone al laicismo, al que concibe como una tendencia masculina, opuesta al conservadurismo “natural” en la mujer.
Sus materiales afirman, por ejemplo, que "No hay ni puede haber conflicto entre la religión y el civismo" y puntualizan: "la religión debe tener siempre primordialidad (sic) sobre el civismo puesto que es la base de toda actividad ya que lleva al hombre a la consecución de su último fin...".
Desde luego, las biografías oficiales de Aranda no mencionan su participación en Ancifem, pues según los políticos panistas, la presencia de la ultraderecha en su partido es un “mito” creado por sus enemigos.
A principios de los 90, Aranda estuvo participando en foros y programas de televisión en defensa de las posiciones de Provida, dirigida por Jorge Serrano Limón, personaje similar a Aranda en cuanto a su fanatismo católico y antiabortista.
En 1993, Ana Teresa Aranda fue a Chihuahua para apoyar reformas constitucionales contra las mujeres que deciden abortar.
En el año 2000, en plena competencia electoral, Ancifem formó parte de una coalición conservadora denominada "red Familia" que patrocinó desplegados para reivindicar ante los candidatos presidenciales y particularmente ante Fox, una concepción conservadora de la familia. En desplegado publicado en varios periódicos nacionales y regionales. , Red Familia se oponía no sólo al aborto sino a la anticoncepción de emergencia, defendía el "derecho" de los padres a "formar" a sus hijos de acuerdo con sus creencias religiosas y rechazaba el divorcio al definir el matrimonio como un "acuerdo vitalicio".
Llegada al DIF, Aranda afilió a esa dependencia a la mencionada Red Familia, además de que organizó eventos para promover la colaboración de la derecha mexicana con grupos como la Fundación Heritage, que apoya las políticas de Bush y la represión de la sexualidad, y como la Alianza Latinoamericana para la Familia, ALAFA, de la derecha venezolana.
Al final del gobierno de Fox fue Secretaria de Sedesol, en sustitución de Josefina Vázquez Mota, y uno de sus primeros logros fue darse a conocer nacionalmente como la “secretaria piojito”, porque apenas llegada a esa secretaría dijo conocer tan profundamente la pobreza que tuvieron que ponerle polvo en el cabello para quitarle "los piojitos" que en la infancia le pegaron los hijos de los labriegos en el rancho de su padre (La Jornada, primero de febrero de 2006).
Aranda gusta de hacer alarde de su propia ignorancia, como en esa misma ocasión en que dijo en conferencia de prensa: “Me queda claro que yo no vine aquí a un concurso de los 64 mil pesos para ver quién tiene más conocimientos”, pues ella se siente muy ufana de ser “exitosa” sin haber estudiado ni tener aficiones intelectuales.
En aquella época, al comparecer ante la Cámara de Diputados se enfrentó a los diputados de la oposición, que cuestionaban su falta de preparación y su complicidad con Marta Sahagún, y que en protesta abandonaron el salón de plenos y con ello dieron por terminada dicha sesión.
Además, su paso por la Sedesol fue muy cuestionado por su falta de transparencia y por un manejo de los recursos e información de la dependencia en apoyo de la derecha en las elecciones de 2006.
En su libro Las manos sucias del PAN (Planeta, México, 2006), el periodista José Reveles señaló a Aranda entre los funcionarios involucrados en un multimillonario desvío de fondos en beneficio de las campañas del PAN.
El año pasado, ya como exsecretaria de Sedesol, Aranda fue acusada, al igual que algunos funcionarios, de usar recursos públicos en el proselitismo panista en Veracruz.

Tuesday, January 22, 2008

Clero oficialista

Agenda 2008:
La Iglesia en el gobierno
Edgar González Ruiz
La agenda de la jerarquía católica para este año contempla su mayor injerencia política por la vía de las negociaciones cupulares con funcionarios del gobierno federal, así como seguir impulsando reformas constitucionales para implantar la educación religiosa en las escuelas públicas, tener el control de medios electrónicos, y otras prerrogativas.
De hecho, el clero ha estado recibiendo apoyo de la SEP, de Sedesol, de la Segob y de otras dependencias, así como un trato privilegiado frente a otras iglesias, como cabe esperar dada la afinidad que siempre ha existido entre el PAN y la jerarquía católica.
A pesar de que Francisco Ramírez Acuña respaldo a los jerarcas en todo lo que pudo, el Episcopado celebró el arribo de su sucesor, el calderonista Juan Camilo Mouriño, así como del nuevo secretario de la Sedesol, Ernesto Cordero Arroyo.

Clero oficialista
En un clima de oficialismo clerical cada vez más descarado, el episcopado elogió los mencionados nombramientos, y haciendo el papel de vocero oficioso del gobierno, el secretario general de la CEM, Leopoldo González, dijo que cuando se busca “la mejora del país”, todos los cambios son bienvenidos, y que "El gobierno federal tiene sus mecanismos y sus metas bien concretas y con todo el derecho que la Constitución le ampara para hacer los cambios pertinentes".
El entusiasmo con que el Episcopado recibió los nombramientos contrasta con los cuestionamientos que a ellos se han hecho desde diferentes sectores políticos y sociales, por razones que van desde el origen español de Mouriño hasta su inexperiencia, que comparte con el nuevo titular de la Sedesol.
Sumadas, las edades de ambos apenas llegan a los 75 años (Mouriño nació en agosto de 1971 y Cordero en mayo 1968) y ninguno de ellos tiene una gran trayectoria profesional, cultural o política; encarnan por el contrario, el llamado “fin de la cultura” en el mundo capitalista.
Sin embargo, si la jerarquía católica espera ganar mucho con los nuevos funcionarios es porque conoce su disposición favorable hacia ella y porque apoyar al gobierno con la “fe del carbonero” le facilitará cobrarle la factura en situaciones próximas, como el inminente conflicto social en torno a la despenalización del aborto en México, así como acrecentar su ya desmesurada influencia en la administración pública.
Desde la gestión de Carlos Abascal en la Segob, a fines del sexenio pasado, esta se ha mostrado totalmente dócil a las directivas de la jerarquía, por lo que Leopoldo González felicitó a Francisco Ramírez Acuña, por la labor realizada durante 13 meses en esa dependencia, y a quien, en un alarde de influyentismo, llamó “paisano y gran amigo”.
Originario de la localidad de Cañadas de Obregón, en los Altos de Jalisco, José Leopoldo González González es obispo auxiliar de Guadalajara y secretario general de la CEM, cargo que asumió en noviembre de 2006.
Entrevistado por Milenio en marzo de 2007, Leopoldo González afirmó que las mujeres que aborten deben ser tratadas “como criminales”, y que deben penar, “pagar lo que marque la ley”. También declaró que las mujeres que quieren “asesinar a una criatura indefensa en su seno” deben dejar crecer “a esos hijos”, no hasta las doce semanas de fecundación, sino hasta los doce años, y luego “ponerlos frente a un paredón y decir: ‘Saben qué, a este hijo no lo quise, ¡tírenle!’. A ver si se atreven…”.
Desde luego, jerarcas como él, que quieren encarcelar a las mujeres que pretenden tomar decisiones personales, no juzgan con la misma severidad los abusos de los curas pederastas ni los que se cometen durante la llamada “guerra contra el crimen organizado”.
El 19 de enero, Leopoldo González manifestó el respaldo de la CEM al trabajo del gobierno federal para “combatir el crimen” y disculpó sus fracasos aduciendo que aun cuando no existe “varita mágica” para combatir el crimen organizado, el gobierno federal está tomando las medidas adecuadas para enfrentar ese problema.
Asimismo, insinuó que la carencia de educación religiosa, es causante de la delincuencia porque “no se da el amor y el temor a Dios”.
Sin duda, la jerarquía católica puede estar de plácemes también porque el relevo de Mouriño al frente de la Oficina de la Presidencia es un personaje con fuertes relaciones con organizaciones católicas: Gerardo Ruiz Mateos, quien además de ser ingeniero industrial por el Tec de Monterrey, es egresado del IPADE (Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas), escuela perteneciente al Opus Dei y ha sido miembro y dirigente de la Unión Social de Empresarios Católicos, grupo derechista fundado por Lorenzo Servitje a mediados del siglo pasado.
En el año 2000, Ruiz Mateos fue presidente de la USEM y anteriormente trabajó en la Fundación Mexicana de Desarrollo Rural, creada también por el magnate católico.
Por su parte, con motivo de los nombramientos, el encargado de relaciones institucionales y públicas de la CEM, el sacerdote Manuel Corral, dijo que la CEM buscará un acercamiento con el nuevo titular de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, con quien hay “una buena relación” y también con el nuevo titular de Sedesol, donde el clero ha estado interviniendo por medio de la la Comisión de Pastoral Social de la CEM.
El economista Ernesto Cordero Arroyo fue condiscípulo de Fecal en el ITAM, a principios de los 90, y es hijo de la destacada enfermera Graciela Arroyo de Cordero: El 16 de mayo de 2006, la entonces primera dama Marta Sahagún develó un busto en su honor en el patio central de la Secretaría de Salud, ocasión en que Ernesto Cordero, en representación de su familia, se refirió a la “fe en Dios” de su progenitora, como uno de los principios de su vida, referencia muy a tono con las formas del oficialismo panista que vivimos desde 2000.
Al aplaudir el nombramiento de Cordero y el de Mouriño, Manuel Corral reveló que la CEM ha estado cerca del titular en turno de la Segob y del subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos, para promover los puntos de vista de la jerarquía, como harán con Mouriño, con quien, dijo, “desde hace ya tiempo” mantienen una buena relación.
Afirmó también que la CEM ya tuvo un primer contacto con Germán Martínez, líder del PAN, y enfatizó que la estrategia clerical para 2008 consiste en multiplicar los contactos con la secretaría de Gobernación, encargada de supervisar las actividades de las organizaciones religiosas, con los líderes de los partidos políticos, legisladores y hasta empresarios.
Refiriéndose a los cambios constitucionales que exige el episcopado contra el estado laico, el jerarca afirmó que la Iglesia Católica no parte de cero para tratar ese tema, pues "prácticamente cada dos meses se tienen encuentros a alto nivel” con políticos y funcionarios para “delinear estrategias".

Proyectos conjuntos
En los últimos años, la Segob se ha dedicado a servir al clero, defendiendo a los obispos en sus actividades políticas, persiguiendo a sus críticos, como hizo en septiembre de 2006 al expulsar a unos abogados estadounidenses que denunciaron públicamente los abusos de Norberto Rivera, e incluso presionando y perjudicando a otras iglesias, a criterio de la jerarquía católica.
Uno de los casos más sonados es el del culto a la Santa Muerte, cuyo nombre oficial es el de Iglesia Católica Tradicional MEX-USA, Misioneros del Sagrado Corazón y San Felipe de Jesús. En abril de 2005, en consonancia con el clero católico, que ha desarrollado intensas campañas difamatorias contra la Santa Muerte, la Segob canceló su registro como Asociación Religiosa, aduciendo un argumento legaloide con tintes inquisitoriales.
Según los funcionarios de la Segob, se le canceló el registro porque “violó la ley” (de Asociaciones Religiosas y Culto Público) al apartarse de sus propias doctrinas rindiendo culto a la Santa Muerte (que horroriza al privilegiado clero católico) en lugar de dedicarse solamente a promover la misa en latín (objetivo con el que, por cierto simpatizaba Salvador Abascal, padre del exsecretario de Gobernación.
Por propagar doctrinas que disgustan al clero, el poder civil le quitó la personalidad jurídica a La Santa Muerte, mientras que nunca encuentra delitos en los abusos de religiosos y jerarcas católicos, que incluyen la pederastia, la incitación a agredir a las mujeres que aborten, llamándolas “criminales”, y el llevar a cabo un evidente proselitismo político electoral.
A principios de este sexenio, se nombró como titular de Migración, dependencia estratégica para la seguridad nacional y para los asuntos religiosos, a Cecilia Romero Castillo, quien tiene toda una trayectoria en la ultraderecha católica.
Desde el sexenio pasado, la derecha en el poder ha estado impulsando la alianza de diferentes credos, bajo el dominio de la Iglesia Católica, mediante el llamado Consejo Interreligioso de México, cuyo presidente vitalicio es Norberto Rivera.
Cotidianamente, las autoridades de la Segob otorgan un trato de privilegio al clero católico, al grado de que en el periodo de Ramírez Acuña, hasta llegó a cubrir los gastos de comidas y reuniones de la CEM.
Más aún, funcionarios de Asuntos Religiosos promueven en reuniones públicas y privadas, los puntos de vista del clero contra el estado laico, como si siguieran un guión establecido por la CEM que hasta incluye los ejemplos favoritos de esta, como el señalamiento de que en Europa hay países muy “avanzados” que no son laicos (el caso que suelen aducir jerarcas y funcionarios es el de Inglaterra, donde tiene predominio oficial la Iglesia Anglicana, pero donde existe también la monarquía y los títulos de nobleza, como resabios de su pasado feudal).
En Sedesol, el catolicismo funge también como religión oficial, de tal suerte que esa dependencia ha estado destinando recursos a proyectos de parroquias o de organizaciones religiosas.
En 2001, en el primer año del gobierno foxista, se hizo público que dentro de su Programa de Coinversión Social, Sedesol financiaría a las delegaciones de Provida en Chihuahua y Coahuila, en su activismo contra las mujeres que deciden abortar.
Desde entonces, se ha ido haciendo cotidiano el apoyo de la Sedesol y otras dependencias al clero, con recursos del erario y con múltiples pretextos, sea para la remodelación de templos, para el proselitismo religioso o para los proyectos “sociales” del clero.
Por ejemplo, en 2004 las autoridades eclesiásticas se quejaban de que la remodelación de la parroquia de la Purificación estaba suspendida debido a que la Sedesol había retrasado la entrega de recursos por medio millón de pesos, de un total de cerca de dos millones que les serían otorgados.
Guanajuato es uno de los estados donde el clero ha recibido más apoyo, tanto de las autoridades federales como locales. Ya en la época de Carlos Medina Plascencia (de 1991 a 95), el gobierno estatal invirtió en la construcción o remodelación de templos, y a la fecha, varias parroquias están recibiendo apoyo de Sedesol para proyectos de tipo económico.
En Salamanca, la Parroquia del Sagrado Corazón ha estado recibiendo recursos de la Sedesol, a través de organizaciones creadas específicamente para ese fin. Entre esas obras se cuenta un albergue y un taller de corte y confección con máquinas industriales, que se hizo mediante un proyecto de coinversión con Sedesol donde la dependencia aporta el 75 por ciento de los recursos.
También han viajado al país, para hacer labores de evangelización, religiosos que se presentan como personal voluntario para colaborar en proyectos asistenciales de la Sedesol.
Similarmente, en Apaseo el Grande, Guanajuato, Sedesol financió la construcción de una parroquia con el pretexto de que incluiría un centro comunitario.
Por parte de la SEP, ha habido un gran apoyo para que las parroquias católicas incorporen actividades de alfabetización y educación básica avaladas por el INEA, como un primer paso para ir debilitando el laicismo educativo, pues esos cursos se imparten junto a los templos y están a cargo de evangelizadores o militantes de grupos religiosos.
La estrategia de apoyo al clero mediante proyectos asistenciales puede brindar auxilio a unas pocas personas, pero al mismo tiempo socava el estado laico y fomenta que el gobierno delegue sus responsabilidades en manos del clero, haciéndonos volver a la época de la colonia.
El clero se presenta como benefactor de los pobres para recibir así el dinero proveniente del erario, pero a la vez se opone a la llegada de la izquierda al poder con el argumento de que sus dirigentes son “populistas” porque buscan que el gobierno invierta directamente en ayudar a los pobres.

Mouriño en la Segob

EL DELFÍN MOURIÑO EN GOBERNACIÓN

Por Rodolfo Sánchez Mena (LD 21-01-08)

E-mail: sanchezmena@yahoo.com

La designación oficial de Felipe Calderón del delfín Juan Camilo Mouriño Terrazo, como secretario de Gobernación, movilizó al aparato de poder mediático a iluminar su nombramiento, con una aparente sustentación constitucional, así como a racionalizar su arribo a Bucareli, con una lógica de poder.

Con gran cuidado, el aparato propagandístico dejó en la penumbra las consecuencias político sociales que acarreará. De manera significativa la parte oscura del origen y proyecto de Mouriño, se oculta celosa y deliberadamente, habrá que investigar y darle luz.

Llama la atención la sensibilidad y la intención política del michoacano Felipe Calderón, más allá de integrar su gabinete, al nombrar a Mouriño Terrazo, por estar identificado plenamente como un español que solicitó su naturalización como mexicano, pues anteriormente se presentaba como español, acreditándolo con el pasaporte 88000581 expedido por el consulado español en Florida, cuando él estudiaba allá.

Entonces es una audacia de Calderón poner a Mouriño, un español, al frente de Gobernación y como su delfín a sucederlo, justamente cuando los mexicanos nos preparamos a celebrar el bicentenario de la Independencia de España y el centenario de la Revolución.

Comento solo dos aspectos: primero, es un mensaje que se envía para confirmar el proceso neocolonizador de la corona española; la avasallante prepotencia del capital y las empresas españolas que se apoderan y saquean el país. Preocupa que sea un mensaje de un michoacano que ocupa el Poder Ejecutivo mostrando su arrepentimiento por la lucha de Morelos a favor de la independencia de México del imperio español.

Segundo, el ser mexicano no es una cuestión documental. La actuación de Vicente Fox es un ejemplo contundente. Fox, solo estaba acreditado, no era mexicano, era de madre española y padre norteamericano, por lo tanto un extranjero, así lo demostró en su gobierno con su actuación. La falta de raíces nacionales, identidad con los mexicanos y su historia, llevó a Fox a despreciar a nuestros símbolos patrios y héroes, como Juárez. La actuación de Fox en la Presidencia de la República, fue en contra de los intereses nacionales y a favor de los trasnacionales. El método de saqueo, robo y apropiación de los bienes nacionales por parte de su familia, muestran el desprecio por los mexicanos y sus elevados valores.

Desde Los Sentimientos de la Nación, la primera Constitución promulgada en Apatzingán, Mich, por José Maria Morelos, se fraguaron los valores y aspiraciones fundamentales de los mexicanos para lograr una convivencia de plenas libertades, donde se modere la indigencia y la opulencia y con un sistema republicano democrático, esto es, contrapuesto a todo régimen despótico.

Juan Mouriño, escasamente con unos años en el país, no tiene raíces, desconoce nuestras aspiraciones y el proyecto que anima a los mexicanos. Está formado social y familiarmente en un régimen monárquico, cuya esencia es el rechazo a la libertad, a la igualdad y defiende la permanencia de los privilegios por “razones” de sangre.

La metodología empleada por el aparato mediático propagandístico de Los Pinos, operado por infiltrados españoles del Partido Popular, es convertir lo obvio en análisis profundo. Se nos presenta que Calderón está consolidando su poder desde el primer año, con sus paisanos conocidos como los “Niños Cantores de Morelia, sin edad, formación ni capacidad demostrada. Lo único importante es ser incondicionales.

Los propagandistas de la ultraderecha española de Los Pinos, nos presentan como primera sorpresa a un Felipe Calderón fresco y renovado. Ahora, impecablemente ejerce, consolida su poder y se prepara a ampliarlo; ha dejado atrás las vicisitudes de los cuestionamientos de su legitimidad y el reducido margen de su triunfo pretende remontarlo, al pretender ganar la mayoría de diputados federales en las elecciones intermedias.

Con este guión preelaborado, Calderón, sin remordimiento de ninguna especie, le da una patada en el trasero a Francisco Ramírez Acuña su “destapador” y fuerte contribuyente de dinero a la campaña calderonista. Pretenden hacer creer que los compromisos de Calderón se acabaron. Es un aviso para todos los que tienen un asiento prestado en el gabinete.

La urgencia por entregar al nuevo secretario de Gobernación el Palacio de Covián, es poner en marcha la privatización energética, la supresión de los derechos laborales y la persecución en caliente.

Calderón Hinojosa no para en sorpresas, y presenta a Juan Camilo Mouriño en Gobernación documentado. Por primera vez Mouriño es acreditado oficialmente con documentos de nacimiento y nacionalidad mexicana. Pero la mayor sorpresa que nos llevamos es que su delfín, también tiene madre mexicana y por lo tanto su pequeño Juan Camilo es mexicano. Dicen, que no tiene limitaciones, para ejercer otros seis años el poder, si lo eligen.

Juristas y expertos del Congreso analizan meticulosamente la designación del secretario de la Presidencia de Calderón, sustentada mediáticamente en la invención de una madre mexicana y en el Artículo 30 fracción II, haciendo caso omiso del artículo Noventa que establece que para ser miembro del gabinete se requiere ser mexicano por nacimiento.

La presentación oficial de Mouriño Terrazo, es recibida con muestra de júbilo entre los empresarios e inversionistas españoles, así como un gran entusiasmo en los círculos palaciegos de la derecha borbónica neofranquista.

Los operadores de las campañas de otros aspirantes a la Presidencia de la República, todos ellos gobernadores, advierten una competencia desleal de parte de Camilo Mouriño, dedicado a favorecer a empresarios e inversionistas extranjeros.

La naturaleza política de la Secretaria de Gobernación requiere de un juez. Camilo Mouriño es empresario; un comerciante. La fortuna súbita y negocios personales así lo acreditan. Veremos a Camilo Mouriño dedicado a beneficiar la Corona, la grandota y la chiquita.

En gobernación, la ausencia de un juez, balanza del poder, y la presencia de un empresario negociante, conducirá a una toma de decisiones con un sesgo, basado en el cálculo, el de privilegiar a un grupo de inversionistas y sin atender en lo mínimo a lo público y al interés social mayoritario.

El discurso de tono autoritario que pronuncia en su recepción del cargo, el joven y flamante secretario, causa alarma entre analistas, expertos y académicos. Ilustra bien el futuro del joven secretario de Gobernación la primera decisión, romper la huelga minera de Cananea, en beneficio de los Larrea, dueños de Minera México; toda vez que Rodríguez Acuña ya estaba empacando y estaba francamente molesto por la forma de su despido.