Este es el escrito que presentó la historiadora Laura Campos Jiménez, de la U. de G., ante la CGHJ con motivo de la millonaria limosna de Emilio González para la construcción del antuario de los cristeros.
Guadalajara, Jalisco a 30 de marzo de 2008
LIC. FELIPE DE JESÚS ALVAREZ CIBRIÁN
PDTE. DE LA COMISIÓN ESTATAL DE DERECHOS HUMANOS JALISCO
PRESENTE:
De la manera más respetuosa y bajo protesta de decir verdad, solicito de usted la intervención de la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ), a fin de que mi queja sea atendida, pues estimo que ésta es presentada dentro del ámbito de su competencia.
La violación a derechos humanos a la que hago referencia, y de la cual adjunto documentos varios, se ha realizado en perjuicio de las clases marginadas de Jalisco, y de todos aquellos ciudadanos que respetan el Estado laico y rechazan los abusos del poder.
Concretamente, con el donativo de 90 millones para el llamado Santuario de los Mártires, se distraen recursos que pueden resolver importantes problemas sociales, se incurre en la discriminación contra las minorías religiosas y se fomenta la propaganda contra el Estado laico y la Revolución Mexicana.
Señalo, de manera directa, al gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, como responsable de violentar los derechos humanos de cientos de miles de jaliscienses. Para asentar lo anterior, parto de las acciones llevadas a cabo por este servidor público en la actual administración. Cito como ejemplo de lo anterior, los siguientes ejemplos:
a) El señor Emilio González Márquez, en su calidad de servidor público (Gobernador de Jalisco), ha venido quebrantando la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público (LARCP), de manera sistemática, arbitraria y prepotente en perjuicio de las minorías religiosas en Jalisco.
b) Al anteponer sus creencias religiosas, desde el ejercicio del poder, ha quebrantado en diversas ocasiones el Estado laico, provocando con ello un justificado malestar y descontento en diversos sectores sociales que pugnan por la separación de la esfera civil de las esferas eclesiásticas de cualquier signo.
c) Con sus actitudes de privilegio hacia la Iglesia católica jerárquica, al otorgar donativos millonarios sin que estos estén contemplados en ningún ramo ni se pueda justificar de que partida fueron tomados, no solo enrarece el clima de unidad y concordia que debería privar entre sus gobernados, sino que practica (a la par de la impunidad) la exclusión y el desprecio hacia un amplio sector social. Estas prácticas, desde luego, son anticonstitucionales, inmorales y discriminatorias.
d) Al realizar un donativo de 90 millones para edificar un templo de culto del rito católico, deja de lado obras sociales de primer orden y que son urgentes emprender en favor de la población más desprotegida de nuestra entidad.
e) Con este donativo y la defensa apologética que hace de la guerra cristera, el gobernador de Jalisco trata de revivir los episodios históricos de una cruenta guerra civil –de tintes religiosos– en la cual la jerarquía católica (en asociación con sus brazos seculares del siglo pasado), enfrentó al Estado laico y combatió a
ultranza la Constitución Política; tuvo entre sus jefes militares e ideólogos (ahora beatificados), a estrategas que no dudaron en utilizar el terrorismo como conducto para alcanzar sus fines y la tortura (en nombre de Cristo Rey), como medio para “imponer el reino de su dios” en la tierra. Esta etapa, por fortuna, ha sido superada en nuestro país desde hace décadas.
a) Hechos:
El pasado 24 de marzo, el gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, anunció que su gobierno donaría 90 millones de pesos para la construcción del llamado “Santuario de los Mártires”, ubicado en el Cerro del Tesoro, en Tlaquepaque, sobre todo un terreno de 16 hectáreas.1
Al anuncio de la donación, Emilio González sumó la entrega de un cheque por los primeros 30 millones para la construcción, del Santuario, lo que hizo en presencia del cardenal Sandoval Iñiguez, quien agradeció al gobernador, a “nombre de la diócesis”, dicho donativo. El cheque lo recibió el empresario Juan Manuel Hernández Méndez, uno de los personajes más cercanos al cardenal tapatío. Manuel Hernández forma parte de una Fundación y de un Consejo ProConstrucción del Santuario de los Mártires Mexicanos, entidades que recaban fondos para el arzobispado.
De hecho, el “coordinador general” de dicho Consejo es Juan Sandoval y al parecer el Consejo y la Fundación “son la misma entidad”, o al menos tienen nexos estrechos. Así lo deja en claro la lista de integrantes del Consejo pro Construcción del Santuario de los Mártires, dado a conocer el 3 de mayo de 2006 por el propio Juan Sandoval en una circular (18/2006) enviada a “los sacerdotes y fieles de la Arquidiócesis de Guadalajara” para informar que se habían retomado los trabajos de edificación del santuario”.2
Más aún, en su edición 582, del 30 de marzo de 2008, el Semanario de la arquidiócesis de Guadalajara publica una carta de Juan Sandoval donde “agradece” al gobierno del estado y en particular a Emilio González la ayuda económica brindada a la construcción del Santuario.
La misiva, fechada el 24 de marzo, destaca que en Guadalajara “se ha comprendido el deber de honrar a nuestros santos, sobre todo a los mártires, que son una riqueza espiritual del pueblo de México, y en especial de Jalisco. El Santuario, que en su honor se construye, será una obra de fe y caridad, centro de devoción y de peregrinación de muchísimas personas”.
Y finaliza con estas palabras: “Señor Gobernador, C.P. Emilio González Márquez: a nombre de Obispos, Sacerdotes y Fieles de esta Arquidiócesis de Guadalajara, doy a Usted y a sus Colaboradores, las más sinceras gracias por esta oportuna ayuda para el Santuario de los Mártires. La mayoría de la gente comprende la importancia y el significado actuales y futuros de este Santuario. Los católicos y las personas de buena voluntad agradecerán su ayuda, la cual, en realidad, es una inversión a mediano y largo plazo, en bien de esta ciudad y del Estado de Jalisco”.
1 Mural, 23 de marzo de 2008
2 Público, 29 de marzo de 2008
Para acreditar mi dicho, aporto los siguientes documentos y testimonios:
En primer término, he de decir que no practico el rito católico y el conocer esta noticia provocó en mí una serie de sentimientos encontrados: me sentí profundamente lastimada en mis derechos humanos, al saber que de mis impuestos –y el de los integrantes de las minorías religiosas, que se cuentan por cientos de miles en Jalisco–, se estén utilizando partidas para financiar la construcción de una “basílica cristera” –a lo que me opongo categóricamente, ya que no fui consultada para este propósito– la cual no tiene nada que ver, como los dice el cardenal Juan Sandoval, “con la fe y la caridad del pueblo jalisciense”, como si aún viviéramos en una entidad monolítica-confesional de mediados del siglo XVI.
1. Razones legales.
Con esta decisión del gobernador, al dar dinero a una asociación religiosa para promover un culto (en este caso la Iglesia católica), se vulnera y quebranta el Estado laico y el principio histórico de la separación del Estado y las Iglesias, lo cual, de suyo, es sumamente grave. González Márquez pisotea la Constitución y la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, la cual señala que el Estado mexicano es laico.
Es preciso destacar que el concebir un Estado laico, es fundamentar la ley sobre lo que es común a todas las personas, sin privilegios de unas sobre otras, es compartir la esfera pública entre todos, desde el punto de vista político, jurídico, simbólico y ético
En principio, el Estado laico es un régimen político que establece la independencia frente a toda influencia religiosa y eclesiástica, prescindiendo de todo credo religioso. El Estado laico no profesa religión alguna y considera que todas las asociaciones religiosas son iguales y poseen idénticos derechos y obligaciones. Al no estar a favor, ni en contra de religión alguna, no existe bajo este régimen una religión oficial, impidiendo con esto que los recursos públicos sean utilizados para favorecer cualquier tipo de proselitismo religioso. Esta es una de las primeras garantías para que cada persona, sin coacción política alguna, profese el credo que mejor le convenga o no tenga creencia alguna.
Es conveniente recordar los cuatro pilares fundamentales en que se cimenta un genuino Estado laico, a saber: La separación del Estado y las iglesias (art. 130); el principio de igualdad jurídica ante la ley (art. 4); la libertad de creencias (art. 24) y la educación laica consagrada en el artículo tercero. Solo la ignorancia jurídica e histórica, impide precisar y poner en práctica el principio de separación del Estado y las Iglesias.
Es importante señalar el papel que juega el Estado laico nuestro país, el cual es crucial para preservar los derechos y libertades individuales, en el marco al respeto a las diversas culturas y formas de pensar existentes.
La máxima ley del país, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en el artículo 130, establece “el principio histórico de la separación del Estado y las Iglesias”.
En 2004, con motivo del Congreso Eucarístico Internacional, el ayuntamiento tapatío, presidido entonces por Emilio González Márquez, comparó y colocó cientos de pendones alusivos a dicho Congreso en las principales avenidas de Guadalajara.
Los pendones utilizados para esta campaña religiosa, llevaban impreso el logotipo del ayuntamiento, el cual pagó decenas de desplegados en los medios de comunicación impresos y un sinnúmero de spots televisivos promocionando el mencionado evento.
Todo el dinero empleado para esta costosa campaña de promoción religiosa, a favor de la iglesia católica, fue tomado de las arcas municipales; dicho en otras palabras, Emilio González Márquez promovió el culto católico con recursos del erario público.
El donativo millonario al Santuario de los Mártires no es un episodio aislado en la trayectoria de Emilio González, sino que responde a su política de gobernar para la jerarquía católica, de lo cual dan testimonio otros hechos, como los siguientes:
a) “El Estado mexicano es laico (…) y no podrá establecer ningún tipo de preferencia privilegio a favor de religión alguna. Tampoco favor o en contra de ninguna iglesia y agrupación religiosa” (LARCP, art. 25). En este caso, queda evidenciado que el gobernador tiene especial predilección por favorecer económica y políticamente a la Jerarquía católica excluyendo con esto a las demás asociaciones religiosas registradas ante la Secretaría de Gobernación.
b) Corresponde al poder ejecutivo federal por conducto de la Secretaría de Gobernación la aplicación de ley. Las autoridades estatales y municipales, así como las del distrito federal, serán auxiliares de la federación en los términos previstos en este ordenamiento (…) las autoridades antes mencionadas no podrán asistir con carácter oficial a ningún acto religioso de culto público, ni actividad que tenga motivos o propósitos similares” (LARCP, art. 25). Emilio González Márquez, desde que fue presidente municipal de Guadalajara, asistió y participó, junto obispos y sacerdotes católicos, en las jornadas de trabajo del simposio teológico del Congreso Eucarístico Internacional (en horario de trabajo) llevado a cabo las instalaciones de la UNIVA, en octubre de 2004.3
En horario de trabajo, Emilio González Márquez, entonces alcalde tapatío,
intervenía activamente en actividades episcopales, contraviniendo el carácter
3 El Occidental, 6 de octubre de 2004
laico del Estado mexicano.
Como gobernador, por su lado, ha asistido a diferentes actos religiosos, contraviniendo la LARCP y participado activamente en ellos.
c) “Las autoridades federales, estatales y municipales no intervendrán en asuntos internos de las asociaciones religiosas” (LARCP, art. 21). De los fondos públicos, definitivamente, no se pueden financiar las labores de ninguna Iglesia en particular y promover ningún tipo de proselitismo religioso. Son dos ámbitos distintos. Cualquier reconocimiento o distinción especial a una religión determinada, viola la igualdad que debe haber en los distintos cultos, al poner algunos de ellos en posición privilegiada. Estas prácticas son anticonstitucionales, inmorales y discriminatorias.
d) “Las asociaciones religiosas son iguales ante la ley en derechos y obligaciones” (LARCP, art. 6). El gobernante puede creer lo que sea, pero tienen la obligación constitucional de respetar y hacer aguardar lo que dicta nuestras leyes, reglamentos y la constitución. Hacer lo contrario significaría poner en riesgo la estabilidad social, porque no se pueden confundir las creencias privadas con las funciones públicas. Simular el respeto al Estado laico y no tener relaciones igualitarias y equitativas con todas las iglesias, es una forma grotesca de discriminación, entendiendo a esta, según palabras de Gilberto Rincón Gallardo, como una actitud o conducta de expresiones hacia personas o grupos a los que se considera inferiores o indignos de trato equitativo en razón de un estigma un prejuicio social”.
e) “[Las asociaciones religiosas deberán] aportar bienes suficientes para cumplir con su objetivo” (LARCP, art. 7, III). En este sentido, el gobernador quiere apoyar a una Iglesia –a la cual pertenece– con donativos millonarios para su financiamiento, en un acto de exclusión y discriminación para las asociaciones religiosas no católicas, dado a que la función del Estado no es financiar Iglesias. Cito algunos ejemplos:
90 mdp para la construcción del Santuario de los Mártires.
30 mdp para la ruta del peregrino en los Altos de Jalisco
1 mdp para la remodelación de la parroquia de Yahualica
800 mil para las figuras navideñas donadas a El Vaticano
15 mdp para los bancos diocesanos de alimentos de Caritas
90 mdp para la ruta cristera en Los Altos de Jalisco.4
Sigue en el aire la siguiente pregunta ¿De qué partida presupuestal ha salido dichos fondos? Hasta la fecha no hay respuesta.
4 Público, 29 de marzo de 2008
2. Razones morales.
No es válido, ni ético, que por regalar dinero a una asociación religiosa, el Gobierno de Jalisco deje de lado rubros que son apremiantes para los ciudadanos, principalmente los bajos recursos. Existen sectores que piden que el Gobierno intervenga para crear infraestructura de salud, educación, vivienda, agricultura, etcétera. ¿Qué hubiera pasado si esos 90 millones se invirtieran en los siguientes rubros?:
a) Créditos para productores agropecuarios.
b) Protección civil y prevención de desastres.
c) Programa integral de saneamiento para la Zona Metropolitana de Guadalajara.
d) Transvase y limpieza del Río Santiago.
e) Erradicar rezagos educativos.
f) Edificación de hospitales en zonas marginadas.
g) Abatimiento de la pobreza.
h) Becas para estudiantes de escasos recursos.
i) Abasto de medicinas en hospitales del sector salud.
j) Reestructuración del transporte público con nuevas unidades y rutas.
k) Creación de planteles de educación media superior en Jalisco.
l) Equipamiento del hospital civil, con tecnología de punta.
m) Impulso económico al Instituto de cancerología.
n) Etcétera.
3. Razones históricas.
El Santuario Cristero busca honrar a personajes que en los años 20 lucharon contra del Estado laico. Por ejemplo, Anacleto González Flores (1888-1927), uno de los pretendidos mártires que se venerará en el Santuario, fue un enemigo declarado de Francisco I. Madero y de la Revolución Mexicana.
Despectivamente con “supina tontería”, Anacleto se refería al primero de ellos como el “enano de Parras”,5 mientras que a la segunda la consideraba como “…Una verdadera orgía de cafres (…) La revolución es una ebria, y su embriaguez es de barbarie, de salvajismo, de retroceso a la edad de las cavernas…”.6
En dicha obra, que fue reeditada por el ayuntamiento presidido por Emilio González (2004-2007), con un prólogo del cardenal Juan Sandoval, González Flores definía a la que, según él, es la gran trilogía adversa al catolicismo: el protestantismo, que “hace esfuerzos desesperados por penetrar en todas partes, por llegar al corazón de las masas, por arrebatarnos a la juventud y por invadirlo todo”, la masonería y la revolución, que según él es una “aliada fiel” de las dos.7
Anacleto González Flores (uno de los beatos cristeros recientemente elevado a los altares), llamaba a la escuela laica “un extremo de ignominia, de decaimiento y de postración”, a la cual deberían oponerse los padres de familia, y hablaba de la educación oficial como de la “perversión de alma de la niñez y de la juventud”. Según el “mártir”, “...El contacto con la escuela laica, con los textos, con los alumnos, con los profesores, en fin, con la atmósfera envenenada de los establecimientos oficiales de
5 Alfonso Taracena, La Verdadera Revolución Mexicana (1901-1911), Porrúa, México 1991, pp.
6 410-411.
7 Anacleto González Flores, El Plebiscito de los Mártires, en obras de Anacleto González Flores, Ayuntamiento de Guadalajara, Guadalajara, 2005, p. 320).
instrucción, contrarresta todos los esfuerzos que se hacen en el templo, en el hogar y en cualquier parte para orientar a la niñez y a la juventud (…) Y a pesar de esto, tranquilamente envían a sus hijos a las escuelas laicas”.8
Las “obras completas” de Anacleto González Flores, fueron
editadas por el Ayuntamiento de Guadalajara, siendo Emilio
González Márquez el alcalde en turno.
También fue enemigo de la democracia, de la que afirmó: “La quiebra de valores humanos provocada, alimentada, producida por la democracia contemporánea es evidente…”.9 Esas son las ideas a las que se rinde culto en el Santuario, con el apoyo moral y material del gobierno de Jalisco.10
Hay que señalar también que el gobierno estatal ha usado de manera discrecional recursos millonarios para tratar donativos a proyectos de la jerarquía católica o de las grandes televisoras que le proporcionan un apoyo mediático.
¿Qué sigue en la lógica de Emilio González Márquez? Si permitimos que siga utilizando el presupuesto de forma discrecional y no se para en seco la serie de abusos y violaciones que viene perpetrando en contra de la sociedad jalisciense, nos toparemos que en poco tiempo establecerá, con fondos públicos, salarios a ministros de culto católicos, financiamiento para promover eventos parroquiales, construcción de seminarios, instauración forzosa del catecismo en escuelas públicas (desde la óptica cristera y con crucifijos en las aulas de clase), cederá el canal 7 del Estado para programación religiosa, impulsará más libros para fomentar sus creencias y cuanta ocurrencia le venga en mente.
b) Conclusión y petición:
La forma en que el gobernador de Jalisco puede revertir esta afrenta y afectación a los derechos de cientos de miles de jaliscienses, según mi opinión, es la siguiente:
8 Idem.
9 Op. Cit.., p. 239
10 Para mayor información sobre lo que representan los símbolos cristeros en el contexto actual, anexo a esta queja el libro “Los Nuevos Beatos Cristeros. Crónica de una Guerra Santa en México”, editado por Tablas de Moisés en 2005, de mi autoría.
- Que regrese el millonario donativo que regaló –de manera frívola e irresponsable– al arzobispado de Guadalajara a través del patronato que es encabezado por el propio cardenal Sandoval Iñiguez.11
- Que se establezca una Subsecretaría de Asuntos Religiosos en Jalisco, conformada por un equipo ciudadano, plural y multidisciplinario y que sea ésta la encargada de vigilar y denunciar a las instancias correspondientes todo tipo de abusos en esta materia, como el cometido por el propio Ejecutivo estatal.
- Que la asistencia social que el Gobierno está obligado a proporcionar a la población, siga siendo canalizada través de sus propias instancias y no a través de organismos apéndices de asociación religiosa alguna, en concordancia con el carácter laico del Estado.
Por razones históricas, Jalisco es el estado piloto que la jerarquía católica toma como modelo para implantar un estado confesional en nuestro país. Ojalá que esta queja sea atendida, en bien de la vigencia del Estado laico, la libertad de las minorías religiosas y el bienestar de la sociedad jalisciense en general.
Muchas gracias.
Atentamente
Laura Campos Jiménez
Historiadora egresada de la Universidad de Guadalajara
campos.jimenez@yahoo.com.mx
Queja ante la CEDHJ: número 804/2008
11 Público, 29 de marzo de 2008