Bush y sus amigos
Ecumenismo derechista
Edgar González Ruiz
A lo largo de siglos, los protestantes han sufrido persecuciones y discriminación en países de hegemonía católica, situaciones que siguen ocurriendo en muchas comunidades.
Sin embargo, hoy en día, en las altas esferas de la política clerical, y de la derecha estadounidense, se promueve un ecumenismo derechista para luchar contra el aborto y la diversidad sexual, pero ante todo para oponerse a la secularización y al estado laico, y apoyar a los grandes intereses económicos.
Bajo Juan Pablo II, el Vaticano estimuló en forma inusitada el activismo antiaborto y el rechazo de la sexualidad, así como el anticomunismo, propiciando el acercamiento de grupos católicos con los gobiernos de Reagan y de los Bush, padre e hijo, representantes de una idiosincrasia puritana y despiadada a la vez.
En Estados Unidos, esos grupos católicos han respaldado el arribo y permanencia de gobiernos declaradamente militaristas e inhumanos, alegando que personajes de la calaña de Bush son “defensores de la vida” por el hecho de oponerse al aborto y a las libertades sexuales.
A su vez, Bush ha procurado ganarse el apoyo de los católicos conservadores con sus políticas de ataque a las libertades civiles y al estado laico.
Deal Hudson: abuso y predicación
La estrategia electoral republicana ha contemplado como uno de sus principales elementos garantizar el voto de los sectores conservadores tanto católicos como protestantes.
En febrero de 1999, el Comité Nacional Republicano, encabezado por Jim Nicholson, un católico que luego fue nombrado embajador ante el Vaticano, formó una "fuerza de tarea" para apoyar entre los católicos la candidatura presidencial de Bush, donde participaron entre otros Alexander Haig, quien fue secretario de Estado con Reagan y Peter Flanigan, miembro de la Fundación derechista John Olin.
Ilustra la enredada trama de la ultraderecha cristiana el hecho de que la Fundación John Olin, creada con dinero proveniente del comercio de químicos y de municiones, es una de las principales financiadoras de organizaciones conservadoras como la Heritage Foundation, que exige la privatización de los recursos petroleros en países como México, así como el derrocamiento de Hugo Chávez y de Fidel Castro.
Dicha Fundación colabora también con el Instituto Manhattan, que promueve las políticas de represión policíaca y militar en Latinoamérica para que sirvan a los intereses económicos, y al cual le otorgó 951 mil dólares entre 2000 y 2002. (csf.colorado.edu/forums/labor/rap/coment-discussion/msg01140.html).
Expastor bautista converso al catolicismo en 1984, Deal Hudson fue uno de los promotores de ese ecumenismo conservador, de tal suerte que fungió como asesor externo de la campaña de Bush en el 2000, luego de haber atraído la atención de Kart Rove, el principal estratega electoral de Bush, por sus propuestas para ganar el apoyo de los católicos para los republicanos.
En enero de 2001, días después de tomar posesión como presidente, Bush se reunió con obispos y dirigentes católicos, entre ellos Deal Hudson, para impulsar sus iniciativas "basadas en la fe", proyecto que explícitamente vinculó con las campañas antiabortistas, al señalar que "…cuando hablamos de dar la bienvenida a la gente de la fe para ayudar a quienes están en desventaja y no se pueden defender por sí mismos, la consecuencia lógica es incluir en esa categoría a los bebés".
En enero de 2003, Bush incluyó a Hudson en el Consejo Presidencial de Servicio y Participación Cívica, al lado de personajes conocidos de la política, el deporte o los negocios, como el viejo político republicano Robert Dole, candidato a la presidencia en 96, el exfutbolista Darrell Green; John Glenn, exsenador y veterano de la Guerra de Corea, el actor y director Sean Astin, y el empresario Robert Nardelli, presidente de Home Depot.
En 2004, Hudson volvió a fungir como asesor de la campaña de Bush, pero en agosto de ese año tuvo que renunciar luego de que se dio a conocer que hace más de diez años había protagonizado un escándalo de acoso sexual. De acuerdo con Hudson, el asunto se había resuelto satisfactoriamente "hace mucho tiempo" y sólo resurgía por motivos políticos.
En la época en que ocurrió ese episodio, Hudson era profesor en la Universidad de Fordham, en Nueva York, donde había trabajado desde 1989. A pesar de que ya estaba “felizmente casado”, abusó sexualmente de su alumna Cara Popas, de 18 años, luego de haber estado bebiendo en n bar. La alumna lo demandó y Hudson llegó a un arreglo extrajudicial con ella, pagándole 30 mil dólares. Luego, el casto predicador reinició su vida fuera de Nueva York.
Poco después de su salida de la Universidad, Hudson fue contratado para dirigir Crisis, publicación fundada en 1982 por intelectuales católicos conservadores, como Michael Novak, del American Enterprise Institute, y Ralph McInerny, director del Centro Jacques Maritain, de la Universidad de Notre Dame.
Crisis recibe cuantiosas donaciones de fundaciones como la mencionada John M. Olin y la Lynde y Harry Bradley, que tan solo entre 1986 y 95 le aportaron cerca de medio millón de dólares.
Es clara la complicidad del dinero con el conservadurismo religioso, pues la Lynde and Harry Bradley Foundation pregona como su objetivo “reforzar el capitalismo democrático de América y sus instituciones y sus principios y valores”, promoviendo una “defensa vigorosa de las ideas e instituciones estadounidenses tanto en el país como en el extranjero”
En 2004, Hudson estuvo criticando el apoyo del entonces candidato demócrata, Kerry, a los proyectos de planificación familiar y a la despenalización del aborto, calificando esas decisiones como "no católicas" y mintió al afirmar que los "programas internacionales de planificación familiar" equivalen a un eufemismo convencional para referirse al aborto, pues en realidad muchas instituciones promueven los métodos anticonceptivos y la educación sexual sin involucrarse en el tema del aborto.
En febrero de 2003, la Universidad de California reveló datos de la cada vez mayor aceptación de los egresados de escuelas católicas estadounidenses de educación superior a la legalización del aborto (60 por ciento), al respeto hacia las uniones homosexuales (73.5 por ciento) y al amor libre (54.3 por ciento), Ante ello, Deal Hudson puso el grito en el cielo en su revista y se quejó de que "Antes, los padres (de familia) solían preocuparse de que los colegios católicos sean mejores para sus niños que los (otros) colegios privados. ¡Ahora parece que algunas escuelas católicas podrían ser peores!".
Pero, precisamente, la falta de ética por parte de Hudson en el trato con sus estudiantes provocó el turbio asunto que lo llevó no sólo a renunciar como asesor de la campaña de Bush sino a la dirección de Crisis, aunque él insistió en que se trataba de una “decisión personal”.
Sin embargo, salió bien librado de sus problemas, pues pasó a dirigir el Instituto Morley de Cultura y Religión, que depende precisamente del grupo editor Morley, que a su vez publica Crisis.
Vidas ejemplares: Randall Terry
Otro promotor de Bush ha sido el sacerdote católico Frank Pavone, quien en 1991 fundó Sacerdotes por la Vida, Priests for Life, para involucrar y entrenar a los religiosos católicos en el activismo provida (www.prestsforlife.org).
Está vinculada a grupos internacionales como la coalición católica conservadora Vida Humana Internacional con sede en Miami. A Priests for Life pertenece Paul Scalia, hijo del juez de la Suprema Corte Antonin Scalia.
En mayo de 2000, Frank Pavone tuvo una reunión con el entonces gobernador tejano George W. Bush. El Comité Nacional para el Derecho a la Vida informó en ese tiempo que sobre su plática con el funcionario "provida", Pavone dijo: "Estoy feliz de reunirme con Mr. Bush y agradecido por su posición sobre el derecho a la vida que es un soplo de aire fresco para todos los que hemos sufrido con la era de Clinton Gore".
En apoyo a Bush, a principios de agosto de 2004, Pavone anunció un Campaña Nacional de Oración por las Elecciones que se iniciaría exactamente nueve semanas antes de los comicios para "que podamos mantener las leyes de Dios y tomar parte activa en el proceso político".
Pavone participa desde 1976 en el activismo antiabortista y mantiene una relación cercana con el cardenal colombiano Alfonso López Trujillo, presidente del Consejo Pontificio para la Familia y presidente también del consejo de asesores de la organización antiabortista Sacerdotes por la Vida, Priests for Life.
Pavone y López Trujillo han coincidido en el proyecto de prohibir que en las escuelas católicas se permita hablar a personajes que estén a favor de la despenalización del aborto. Además, Pavone ha apoyado los bloqueos de militantes antiaborto contra clínicas, así como proyectos antiabortistas de tono violento como Operación Rescate, dirigida por Randall Ferry, otro de los personajes del ecumenismo conservador.
El pastor evangélico Randall Terry fundó en 1986 Operation Rescue, una de las principales organizaciones antiaborto en Estados Unidos, que incluye entre sus métodos las protestas y bloqueos contra las clínicas que practican abortos y contra instituciones de planificación familiar.
La lucha de Terry ha sido elogiada y apoyada por grupos católicos, además de que él mismo participa junto con religiosos y laicos católicos en redes internacionales para oponerse a la educación pública y promover la enseñanza religiosa.
En 2004, Terry organizó actos a favor de Bush, presentándose como dirigente de la organización antiabortista Sociedad por la Verdad y la Justicia, con sede en Florida (www.societyfortruthandjustice.com) y que enarbolaban carteles donde afirmaban que "Bush debe ganar para que Estados Unidos sea fuerte y seguro".
En abril, presidió en Washington la protesta contra una nutrida marcha interamericana a favor de los derechos sexuales y contra el gobierno de Bush y declaró a la prensa: "Estamos aquí porque esta gente está loca. Si Bush saca a los soldados de Irak, vamos a sufrir un nuevo ataque terrorista", pero en realidad Terry ha sido siempre un entusiasta promotor de la violencia y de la guerra.
Ha sido encarcelado varias veces por agresiones contra varias organizaciones, pero también ha recibido un gran apoyo de empresarios y militantes antiaborto, como Tom Monaghan, fundador de Domino's Pizza, Caballero de Malta e impulsor de la contrarrevolución centroamericana.
Tanto Terry como Monaghan participan también públicamente en organizaciones que buscan impulsar a la vez los intereses de la derecha religiosa y del neoliberalismo a ultranza, como la Alianza para separar la Escuela y el Estado, con sede en Fresno, California (www.honested.com/vips/index.php), que busca la eliminación de la educación pública alegando entre otras cosas que la educación debe estar enfocada ante todo a temas religiosos, sea en las familias o en escuelas privadas.
Esos proyectos forman parte de otros más amplios encaminados a “instalar un estado teocrático que suprima las escuelas y prisiones públicas, y los impuestos sobre la propiedad”(Jonathan Hutson “Operation Rescue Founder Predicts Armed Conflict (Part II)” www.plannedparenthood.org/Library/opposition/vol1num5/art1.htm). En 1995, Terry declaró que los cristianos estaban llamados a “tomar la espada” para ”derrocar al régimen tiránico que los oprime”, es decir, contra la democracia como un obstáculo al predominio de las normas religiosas.
En esa época, estaba impulsando su Instituto de Liderazgo Cristiano que buscaba crear "guerreros fieros, militantes, sin compasión”, que sirvan como dirigentes en la lucha por imponer en Estados Unidos una cultura basada en la Ley Bíblica. Asimismo, Randall definía el liderazgo como la “habilidad para conseguir que la gente haga las cosas que no quiere hacer”.
Dos años antes, el 15 de agosto de 1993, Terry había exhortado a sus discípulos a “Que una ola de intolerancia los llene. Quiero que se sientan llenarse de una ola de odio. Sí, el odio es bueno... Nuestro objetivo es una nación cristiana... [E]stamos llamados por Dios a conquistar este país. [...] No queremos pluralismo. Queremos una teocracia."
De hecho, quienes han seguido esos consejos al pie de la letra han dado lugar al terrorismo antiaborto que ha incluido el asesinato de médicos y los atentados dinamiteros contra clínicas.
En mayo de 1991, la revista The Advocate, publicó el artículo “¿Por qué usan anticonceptivos los cristianos?, de Randall Terry, quien afirmaba que los cristianos no deben usar esos métodos, ni siquiera alegando económicas, o relativas a su propio bienestar o a su forma de vida, pues según él, esas “excusas” son las que se usan también para abortar.
Señalaba que a las mujeres que se proponen usar anticonceptivos “les digo que debemos confiar en Dios con respecto al número de hijos que debemos tener…”. Su artículo incluía el imperativo “Si alguna lectora de este artículo esta utilizando la píldora o el DIU, que lo deje de hacer inmediatamente…”.
En ese texto, Randall dice que los niños son “nuestra herencia, nuestra recompensa” y que debe pedirse a Dios “que nos dé el deseo de recibir a esos preciosos frutos del vientre materno, y restaure en nosotros el respeto y el amor hacia ellos.
Sin embargo, la forma en que Randall entiende “el amor” no tiene nada que ver con el respeto, la solidaridad o el apoyo, pues a pesar de que ha ganado decenas de miles de dólares con su activismo provida, se ha negado a brindarles apoyo económico a sus hijos simplemente porque no comparten sus ideas. Para tener una idea del afán de lucro que motiva a Terry basta consultar su página Web (www.randallterry.com) que abunda en los vulgares convencionalismos de la mercadotecnia, con fotografías publicitarias y afirmaciones jactanciosas de que los libros y conferencias de Terry tienen un espectacular éxito de mercado, al mismo tiempo que peticiones de donativos “no deducibles de impuestos” para ayudar a Terry a sostenerse.
Randall tiene un hijo adoptivo de 24 años, Jamiel, que ha declarado públicamente ser homosexual, frente a lo cual Randall respondió que “El ya no es bienvenido en mi casa”. Posteriormente, en una entrevista de prensa Jamiel explicó que el quería hacer ver a su padre que no estaba en camino al infierno, pero que él seguía amando a su padre, mientras que Randall dijo que Jamiel “ha traído una gran tristeza a nuestro hogar y verguenza a nuestra familia”. Más aún, Terry ha insultado a la madre biológica de Jamiel, de quien ha dicho que era una prostituta y que él ha heredado su forma de ser.
Asimismo, las dos hijas también adoptivas de Terry, Tila y Ebony, hermanas biológicas de Jamiel, abandonaron su casa en la adolescencia y se embarazaron. Ebony se convirtió al Islam, que Randall llama una religión de "asesinos y terroristas", pero desde el punto de vista de su hija "Se supone que la comunidad cristiana descansa en el perdón y la caridad, pero mi experiencia no ha sido totalmente positiva”.
Terry se ha negado a proporcionarles ayuda económica a sus hijos, incluso a su hija embarazada de 19 años, alegando que esto sería como ayudar a un drogadicto a continuar con su vicio.
En la propia página de Terry se reproduce una declaración del obispo Craig William Bates, de la Iglesia Carismática Episcopal, con su testimonio acerca del tormentoso divorcio de Terry, en 1999, y de su ruptura con otra iglesia evangélica a la que pertenecía, escándalo que incluyó acusaciones contra Terry por adulterio, “inmoralidad sexual” y por “conducta ilegal”, que fueron desdeñadas por las autoridades de su nueva iglesia las que criticaron también el hecho de que Terry hubiera sido “fuertemente censurado” en lugar de buscar su reconciliación, es decir, rechazaron nada menos que la actitud autoritaria que Terry ha adoptado con sus propios hijos.
El Obispo señala también que cuando el dirigente provida buscó su consejo en sus asuntos conyugales, estos estaban ya muy deteriorados y que luego de que la prensa dio a conocer “información confidencial y muy personal” sobre Terry y hasta tiene el candor de defenderlo de acusaciones de adulterio alegando que las pruebas disponibles son “sólo de oídas”.
Aunque el mencionado obispo desdeña también el hecho de que Terry hubiera abandonado a su esposa por otra mujer, la verdad es que pronto contrajo un segundo matrimonio, con una mujer mucho más joven, pero a decir del jerarca, “los detalles personales del divorcio y del nuevo matrimonio deben permanecer confidenciales, para proteger a los inocentes”.
Desde luego, Terry ha sido siempre un detractor de los “adúlteros” y defensor de la unidad familiar, con tanta hipocresía que en 1995, es decir, cuatro años antes de los hechos narrados, escribió en su libro El juicio de Dios que las familias “se destruyen cuando durante la crisis de la edad madura el padre abandona a su esposa por un modelo más joven”.
Imperialismo religioso
El ecumenismo conservador se manifiesta también en América Latina, donde con el pretexto del antiabortismo, se crean redes y coaliciones para apoyar proyectos teocráticos que en la región benefician primordialmente al clero católico y a los partidos derechistas.
Una de ellas, creada en México durante las campañas presidenciales de 2000 fue Red Familia, opuesta al aborto, al divorcio, a los anticonceptivos, y defensora de la educación religiosa y del control moralista de los medios, y donde han participado al lado de grupos católicos, otros de signo protestante como la filial mexicana de Focus on the Family, el poderoso grupo pro Bush creado por el evangélico James Dobson.
En 2001, como resultado de esas elecciones, llegó a Desarrollo Integral de la Familia, DIF, dependencia encargada de las políticas en ese ámbito, una militante ultraderechista, Ana Teresa Aranda, quien desde esa posición impulsó la colaboración entre grupos nacionales e internacionales católicos, protestantes, de otras religiones (mormones y judíos, por ejemplo) e incluso laicos, como la Fundación Heritage y otros “centros de análisis”, o think tanks, pero todos ellos de tendencia conservadora, quienes en marzo de 2004 llevaron a cabo un congreso de la Familia.
En 1999, grupos católicos de Nuevo León formaron la coalición antiaborto denominada Unidos por el Amor a la Vida, que fue apoyada por la Alianza Ministerial Evangélica de Nuevo León, lo mismo que por una diputada evangélica e hija de un pastor religioso. Todo esto representaba políticamente un apoyo para el PAN, el partido derechista de raíces católicas que hoy gobierna el país.
En Nicaragua, en junio de 1994, grupos evangélicos organizaron una marcha para protestar contra el aborto y para pedir que se permitiera a los pastores evangelizar en las escuelas. Aunque no apoyaron públicamente el activismo que con fines similares llevaba a cabo la jerarquía católica, a la marcha se sumó el entonces ministro de educación Humberto Belli, activista católico vinculado al millonario Tomas Monaghan, patrocinador de proyectos de la derecha centroamericana.
También en El Salvador, se han registrado esas convergencias, por ejemplo, en mayo de 2002, cuando los sectores católicos conservadores consideraron que el embajador de ese país ante la ONU, José Roberto Andino Salazar, había apoyado posiciones "proabortistas", Focus on the Family, se unió a ese reclamo y afirmó que los delegados de El Salvador y otros países no estaban "siendo honestos con el Vaticano, los Estados Unidos y sus propios presidentes".
El ecumenismo conservador atenta contra las libertades civiles y el estado laico y promueve el apoyo a una derecha que enarbola no sólo ideas religiosas sino enormes intereses económicos, con políticas que lejos de defender “la vida” promueven la guerra y las injusticias sociales.
Ante esa realidad deben estar alertas aquellos grupos protestantes que sin comulgar con esos objetivos más amplios pueden tener algunas coincidencias con el clero conservador y con otros sectores en temas como el aborto. Para la derecha religiosa, el antiabortismo es sólo un pretexto que les permite impulsar sus proyectos reaccionarios.