Sunday, January 28, 2007

"Provida" con instintos asesinos

La ultraderecha en guerra:
Ileana Ros
Edgar González Ruiz

La congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen, representante por Florida promueve los intereses del anticastrismo, del militarismo y de grupos de la ultraderecha católica.
Defensora de terroristas y aliada de grupos extremistas católicos, Ileana declaró en marzo de 2006 “Doy la bienvenida a que cualquier persona tenga la oportunidad de asesinar a Fidel Castro u otro líder que oprima a su pueblo”.
Las palabras anteriores fueron registradas por el cineasta británico Dollan Cannell, autor del documental "638 Maneras de Asesinar a Castro", y difundidas meses después, lo cual ocasionó un escándalo ante la opinión pública.
Usando un truco típico de político tramposo, Ileana Ros, a quien sus aliados católicos llaman “provida” por oponerse al aborto, alegó que se habían “alterado” sus palabras, que pronunció sentada ante un buró de su oficina en el Congreso.
Finalmente, luego de que Dollan Cannell presentó la grabación completa de la entrevista con la legisladora, esta tuvo que aceptar que había pronunciado esas palabras, además de poner en evidencia sus propias trampas, y volver a expresar sus fantasías de “ver morir a Castro”.
Ros-Lehtinen ha dicho: “El día que muera Fidel Castro será un día que celebrarán todos los cubanos que aman la libertad. Hace años que digo esto y no tengo ninguna vergüenza de mis palabras», «Siempre he dicho lo mismo, me sale del corazón [...]. Quiero que desaparezca de la escena mundial, [quiero verlo] seis pies bajo tierra [...] Si alguien lo hiciera [lo asesinara], no lloraría una lágrima [...]. [Al contrario], estaría feliz por su muerte», y subrayó que estaba dispuesta a regresar a Cuba un día, «aunque eso implique que alguien mate a Fidel Castro o derroque a su gobierno».
Como quiera que sea, el llamamiento de Ros al asesinato está a tono con su propia trayectoria y con la política sangrienta de George Bush, que ha incluído la guerra de Irak y las agresiones contra países de América Latina, así como la promoción del ecumenismo derechista entre católicos y protestantes.
Ileana Ros, quien ha impulsado a otros personajes de la ultraderecha cubana en el exilio, es vicepresidenta del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara.

Exilio proBush
Ileana Ros-Lehtinen es una de las principales figuras de la ultraderecha anticastrista de Miami, grupo con mucho poder económico y muy pocos escrúpulos, estrechamente vinculado a los Bush y a su gobierno, y que al igual que este se manifiesta contra el aborto pero a favor de la guerra y de la pena de muerte.
Asimismo, Ileana Ros ha jugado un papel clave en la consolidación de una auténtica mafia cubana integrada al grupo de Bush y que incluye como colaboradores o protegidos lo mismo a políticos inescrupulosos que a terroristas multiasesinos.

Hija de Enrique Ros, quien fuera dirigente del Movimiento Demócrata Cristiano de Cuba, a principios de los 60, Ros-Lehtinen nació en La Habana el 15 de julio de 1952, y llegó a Estados Unidos a los siete años, como refugiada.

Está casada con Dexter Lehtinen, excombatiente de Vietnam y exprocurador del distrito sur de Florida. El 11 de julio de 2004, Jeb Bush y otros políticos de Florida rindieron homenaje a los "héroes de Florida" en la guerra de Irak. Horas antes, empresarios de Miami habían homenajeado a los soldados que, a fin de cuentas, fungen como defensores del expolio capitalista, mientras que Dexter Lehtinen elogió esos actos señalando que "Realmente, es lo que los soldados necesitan: un voto afirmativo de parte de la comunidad''.

En 1982 Ileana Ros ganó un escaño en la legislatura local de Florida y en 1986 en el senado estatal; en 1989 pasó a la Cámara de Representantes luego de una elección donde su jefe de campaña fue Jeb Bush; el padre de este, el entonces presidente George Bush se detuvo en Miami en agosto de ese año para brindarle a Ileana su apoyo personal. Por su parte, Rudy Fernández, otro excolaborador de Ros, fue designado en 2003 como director político de Tejas, Colorado, Nuevo Méjico, Arizona, California y Hawai en la campaña de Bush-Cheney. Hasta hace unos años, Fernández fue Secretario de Prensa de Ileana Ros, a quien reconoce como su "madrina política".

Otras figuras de la mafia auspiciada por Ileana Ros, son Otto Reich, cuyo fallido nombramiento apoyó, así como Adolfo Franco, quien fue su jefe de personal y luego pasó a dirigir la USAID, a la que Bush usa para sus proyectos militaristas, mientras que la Comisión de Reclamaciones Federales, que aprobaría eventuales reclamaciones de cubano-estadounidenses está otro antiguo asesor de Ileana Ros: Mauricio Tamargo.

De acuerdo con Jean Guy Allard, Franco encontró en Ileana Ros "una madrina cariñosa". Señala: "Extremista de derecha de la escuela de Otto Reich y Roger Noriega, Franco no titubea en compartir sus pensamientos radicales con el Washington Times, el diario de la capital norteamericana controlado por la secta Moon…" El 27 de febrero del 2003, Franco confesó ante un sub-comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes que su agencia destinó casi 20 millones de dólares a estimular la proliferación de organizaciones anticastristas.

En Julio de 2001, la nominación de Tamargo, como la de Franco, fue apoyada por el procurador general John Ashcroft quien calificó como "impresionante" la trayectoria del exconsejero jurídico de Ileana Ros.

Personaje que goza también del apoyo de Ileana Ros es el exsecretario de Vivienda, el exiliado cubano Mel Martínez, quien en octubre de 2003 fue nombrado integrante de la comisión para asesorar a Bush sobre la "transición" en Cuba. El 20 de mayo de 2002, Martínez, Ileana y Lincoln Díaz Balart fueron invitados al acto en que Bush anunció el endurecimiento de la política estadounidense hacia Cuba. Sin embargo, como las mafias están regidas por el interés personal y no sólo por vínculos ideológicos, resulta que a diferencia de Ilena Ros, Díaz Balart no ha apoyado la candidatura de Martínez.

"Mel sabe lo que es el comunismo; Mel vivió en Cuba lo suficiente para saber lo que es el comunismo, y desde que llegó a este país se ha dedicado a combatir al régimen de Fidel Castro'', son alegatos de la campaña de Martínez. Más aún, evidenciando la influencia de la mafia de Ros, la Casa Blanca ha apoyado su candidatura pues en declaraciones proporcionadas al Nuevo Herald, la portavoz presidencial María Pía Tamburri sostuvo que Martínez "jugó un papel clave en el diseño de la política del presidente George W. Bush hacia Cuba…fue una voz fuerte en los deseos del Presidente de tomar los pasos necesarios para enfrentarse el régimen cubano''.

En 1990, Ileana Ros obtuvo su primera reelección para el mismo cargo. En sus campañas ha recibido el apoyo financiero de empresas como Enron, Lockheed Martin, Defense Aerospace y Defense Electronics, Texaco, MacDonalds, Coca Cola y otras, así como de sectores políticos de apoyo a Israel.

Ileana Ros, primera cubano–americana en llegar a la Cámara de Representantes de Estados Unidos, ha sido aplaudida por grupos conservadores como una congresista "provida", que ha respondido a sus expectativas.

Por ejemplo, el 4 de abril de 1997 en su artículo "Aborto "made in USA"",
publicado en el Nuevo Herald, Magaly Llaguno, también exiliada desde hace décadas y dirigente de Vida Humana Internacional, una transnacional provida católica con sede en Miami, reprochaba a "muchos congresistas hispanos de Estados Unidos" haber apoyado una iniciativa de Clinton para otorgar fondos a instituciones de salud sexual y reproductiva, entre ellos IPPF, que los grupos derechistas califican como "proabortistas". En contraste, Llaguno elogiaba a Ileana Ros, y al también representante Lincoln Díaz Balart, por haber votado contra la propuesta de Clinton.

En 1993, Ileana Ros, al igual que los congresistas Christopher H. Smith, Henry J. Hyde y Lincoln Díaz Balart, respondían a una petición de Llaguno, dirigente de Vida Humana Internacional, para oponerse al VI Encuentro Feminista para Latinoamérica y el Caribe, que se llevó a cabo en El Salvador, del 30 de octubre al 5 de noviembre de ese año.

En una carta abierta, Ros y sus compañeros congresistas aseguraban: "...queremos aclarar que nosotros no compartimos las posturas a favor del aborto de los participantes del encuentro. A principios de este año, la inmensa mayoría de la Cámara de Representantes y del Senado de Estados Unidos votó a favor de la reafirmación de la ley que limita estrictamente el uso de fondos del gobierno para pagar abortos...Nosotros apoyamos los esfuerzos positivos en favor del engrandecimiento de la dignidad y la santidad de la vida humana…"

El 14 de julio de 2001, en el programa radiofónico Actualidades del Congreso de Radio WQBA de Florida, patrocinado por Ileana Ros y por Díaz-Balart, se defendieron los puntos de vista del conservadurismo católico sobre la fertilización in-vitro.

Ros ha sido también defensora del activista provida cubano Oscar Elías Biscet, quien encabeza en esa isla un movimiento antiaborto claramente apoyado por la ultraderecha republicana de Estados Unidos.

Pero aunque falsamente es elogiada como "defensora de la vida", Ileana Ros es por otra parte partidaria de la pena de muerte, de la guerra y de la violencia terrorista cuando tienen el fin de fortalecer los intereses capitalistas o de desestabilizar al gobierno cubano.

Ferozmente anticastrista, en 1991, desde una columna que escribía en Christian Science Monitor se oponía a la celebración de los Juegos Panamericanos en Cuba, alegando que "es un misterio el por qué La Habana, capital del único país comunista del mundo occidental fue elegida como anfitrión de estos juegos"; unos años antes había organizado una fuerte campaña pública para la liberación del terrorista anticastrista Orlando Bosch.

Asimismo, el 29 de marzo de 2004, Ileana Ros-Lehtinen y Mario Díaz Balart, también anticastrista y representante republicano, encabezaron en Miami a un grupo de exiliados cubanos y venezolanos que expresaron su apoyo a las tropas estadounidenses en Irak y se opusieron con vehemencia a cualquier intento de retomar relaciones diplomáticas con Cuba, así como al gobierno de Hugo Chávez. Los legisladores cubano-estadounidenses exhortaron a la multitud, que gritaba "Bush, Bush, Bush", a oponerse a Fidel Castro.

Desde su posición legislativa, Ileana Ros apoyó en octubre de 2002 el uso de la fuerza militar contra Irak, y en abril de ese año la supuesta lucha de Israel contra el "terrorismo", para lo cual promovió una resolución del Congreso según la cual Estados Unidos "expresa su solidaridad con Israel en la adopción de las medidas necesarias para proteger a su pueblo desmantelando la infraestructura terrorista en las áreas palestinas…".

En abril de 2003, Ileana defendió a un grupo iraní acusado por el departamento de estado de EU, de ser una fuerza “terrorista” al servicio de Hussein. Según declaró Ros, “ese grupo ama a Estados Unidos. Nos está ayudando en la guerra contra el terrorismo, son pro EU”. El grupo, conocido como Mujahedin-e Khalq (MEK), era un grupo de oposición en Irak, al que se acusó de participar en la represión del movimiento kurdo. Sin embargo, Ros afirmaba que el grupo había sido coptado para respaldar la política militarista de EU y que su compromiso anterior era “cosa del pasado”, a tal grado que, aseguró Ros.Lehtinen, había un “amplio apoyo” en el Congreso para ese grupo terrorista. (www.hillnews.com/news/040803/roslehtinen.aspx)

Ros-Lehtinen ha usado su posición legislativa también para promover la desestabilización de Venezuela alegando que su gobierno "viola los derechos humanos", para lo cual promovió una audiencia el 22 de abril de 2004 sobre "la situación de los derechos humanos en Venezuela", con la participación de disidentes venezolanos, entre ellos el ex diplomático Víctor Rodríguez Cedeño y el músico Carlos Eduardo Izcaray.

Como se ha mencionado, Ileana Ros ha estado apoyando el bloqueo de fondos gubernamentales para organizaciones que sus amigos de la ultraderecha "provida" califican como "abortistas" pero en 2004 defendió la asignación de un presupuesto de 27 millones 600 mil dólares, para el año próximo, destinado a las operaciones de Radio y TV Martí, uno de los instrumentos de Estados Unidos para agredir al gobierno cubano.

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