Hacia 2012:
Campaña derechista contra Ebrard
Edgar González Ruiz
Desde que se adueñó del gobierno federal, en el 2000, la derecha ha gobernado para unos pocos, como los grandes empresarios y la jerarquía católica, en detrimento del bienestar de las mayorías y contra las libertades nacidas del estado laico.
Por ello, en el 2006 el PAN tuvo que apelar al fraude, a la guerra sucia mediática, contra el entonces candidato Andrés Manuel López Obrador, y al apoyo del ejército, para mantenerse en el poder.
Atacar a los políticos progresistas y forjar alianzas entre fuerzas políticas de signos contrarios son dos de las estrategias que usará el PAN en las elecciones del 2012.
El gobierno espurio
De 2006 a 2010, el gobierno espurio de Felipe Calderón (Fecal) ha recurrido a la militarización del país con el pretexto de la “lucha contra el narco”, y ha pretendido ganar el apoyo de la sociedad asustándola con episodios como el de la supuesta epidemia de influenza en 2009, y antes los atentados “terroristas” del 15 de septiembre en Morelia y el “accidente” que le costó la vida a Mouriño, entonces titular de Gobernación, etc.).
Asimismo, la propaganda derechista, se dedica a desacreditar y lanzar campañas difamatorias contra sindicatos, instituciones de educación pública, organizaciones sociales, y contra los políticos progresistas.
Para llevar a cabo esas estrategias de manipulación mediática, el gobierno de Fecal ha encontrado su mayor apoyo en muchos medios masivos, como estaciones de radio, canales de televisión y algunos medios impresos.
Puesto que a veces ni siquiera así puede encontrar apoyo, la derecha en el poder ha recurrido a la compra de políticos de otros partidos para que, al menos por un tiempo, apoyen sus proyectos.
Logros históricos de AMLO y de Ebrard
Desde 2006, como continuación de la guerra sucia electoral, esos medios han estado atacando cotidianamente al gobierno del DF, encabezado por Marcelo Ebrard, quien al igual que López Obrador, se cuenta entre los pocos gobernantes que han ayudado al pueblo y, en su caso, han llevado a cabo avances históricos para el país e incluso para el continente.
Cabe recordar que, precisamente por ayudar a los ancianos mediante bonos de despensa, entre otras medidas benéficas, AMLO fue objeto de una feroz campaña mediática donde se le acusaba de ser “populista”.
Desafortunadamente, mucha gente, adicta a la televisión y a los programas de radio, como son muchos taxistas y amas de casa, se dejaron llevar por esa propaganda y cayeron en la aberración de comenzar a odiar al único gobernante que, en la época reciente, había hecho algo en beneficio del pueblo.
Se generó así un fenómeno de estupidez colectiva, que fue posible gracias a la falta de hábitos de estudio y de lectura por parte de la población, y en virtud del cual la derecha consigue no ganar un apoyo social, pero sí desacreditar a quienes benefician al pueblo.
Todos los días, locutores de radio y de televisión lanzan sus ataques contra Ebrard, bajo cualquier pretexto, pues no se cansan de despotricar contra cualquier cosa que haga el gobierno del DF, incluyendo las obras viales.
Al mismo tiempo, evitan referirse a los proyectos que lleva a cabo el GDF en materia de educación (becas para estudiantes de escuelas públicas), de asistencia para las madres solteras, etc.
Descaradamente, con la tónica tramposa y agresiva que caracteriza a su persona y al gobierno que encabeza, Calderón ha estado tratando de desacreditar los logros del DF, directa o indirectamente, mediante constantes spots en los medios masivos.
Dependencias como la CONAGUA, encabezada por el yunquista José Luis Luege, han jugado un papel relevante en el ataque no sólo al GDF sino al a ciudad misma, al amenzarla constantemente con el recorte del servicio de agua.
La situación es aún más aberrante si consideramos que, con todos los errores que pueda tener, pues los seres humanos no son santos, y menos aún lo son los políticos, Ebrard impulsó un avance sin precedentes desde la época revolucionaria en lo concerniente a la vigencia de los derechos de las personas y del estado laico.
Se trata de la despenalización total del aborto en 2007 y de la reciente aprobación del matrimonio homosexual en la ciudad de México, con lo que esta se ha convertido en el espacio de América Latina donde hay mayores libertades, gracias a que la fuerza que gobierna la ciudad supo enfrentarse con valor a las presiones del clero católico.
En el resto del país, el clero, enemigo histórico de las libertades y aliado a los grandes intereses económicos, ha buscado por todos los medios perseguir a las mujeres que abortan, aprobando leyes para encarcelarlas, y ha tratado de limitar los derechos de las minorías sexuales, al mismo tiempo que protege los abusos sexuales cometidos por religiosos católicos como en el conocido caso de Marcial Maciel.
Esos avances logrado en el DF son tan importantes, en la medida en que abren espacios de libertad y de pluralidad, que sólo pueden equipararse a la obra que en el siglo XIX llevó a cabo Juárez, enfrentando a la reacción.
La derecha está empeñada en desacreditar a Ebrard porque quiere apoderarse de la ciudad de México, para despojar al pueblo de sus derechos y explotarlo aún más, y porque quiere imponer en todo el país la tiranía clerical.
Partidos y prospectos
La jerarquía católica sabe que su partido es el PAN, pero está dispuesta a recibir un apoyo convenenciero de otras fuerzas, como el PRI, con sus prospectos Enrique Peña Nieto y Fidel Herrera, gobernadores del Estado de México y de Veracruz, respectivamente, o incluso de un sector oportunista del PRD, el de los “chuchos”, encabezado por Jesús Ortega.
Peña Nieto es un prospecto aceptable para la jerarquía católica y para sectores empresariales, y está desarrollando una precampaña sin propuestas, sólo con base en su imagen personal y en la de su prometida, Angélica Rivera, actriz de Televisa, con la que suele exhibirse en revistas “del corazón”.
Llama la atención que, ingenuamente, muchas personas comienzan a repetir las consignas de Peña Nieto, de que “ha hecho grandes cosas en el estado de México”, idea totalmente falsa, pues son ha llevado a cabo nada importante para beneficio del pueblo, sino en todo caso, para su propio ego y ambiciones.
Otro prospecto priísta es Fidel Herrera Beltrán, quien al viejo estilo, con todos quiere ponerse de acuerdo mediante el engaño. Al igual que Peña nieto, desarrolla una activa precampaña, donde uno de sus emblemas es el color rojo y la evocación de un pasado que, antes del PAN, sin duda era mejor.
Como muestra del carácter oportunista de Herrera Beltrán cabe observar que fue uno de los gobernadores más activos para complacer al clero en su afán de castigar a las mujeres que aborten, al grado de que pretendía promover esa norma en la constitución federal.
Sin embargo, cuando se dio cuenta de que el rechazo a ella era abrumador, sobre todo luego de los escándalos protagonizados por los curas pederastas, dio marcha atrás, al grado de que a principios de mayo de 2010, Veracruz se convirtió en la primera de las 17 entidades donde se eliminaron las reformas clericales contra las mujeres.
Por el lado del PAN, no hay prospectos creíbles para la presidencia, si bien cabe esperar que buscaran abanderar a su partido, personajes como Gómez Montt, el titular de Gobernación del gobierno espurio, o como Manuel Espino, panista de orígenes ultraderechistas, y enemistado por razones personales con Calderón.
Después de todo el daño que el PAN ha hecho al pueblo de México, por lo menos, sus gobiernos le han enseñado lo que es la derecha en el poder, por lo que en muchas entidades ahora tienen que refugiarse en alianzas con otros partidos para no desaparecer del plano electoral.
Mal hacen esos partidos en aceptar dichos pactos con el peor de todos, el que tradicionalmente ha representado a la jerarquía católica y a los grandes empresarios.