El PAN contra el DF
El PAN contra la ciudad
Edgar González Ruiz
La ciudad de México ha sido territorio perdido para el PAN y sus aliados de grupos conservadores y de la jerarquía católica. Con los gobiernos de izquierda, con todas las limitaciones que puedan tener, la sociedad capitalina ha recibido programas de beneficio social, que son muy importantes para la subsistencia de los ancianos, de educación para el pueblo, de salud, y se han abierto nuevas libertades con medidas como la despenalización del aborto y la protección legal hacia las diferentes preferencias sexuales y formas de vida.
En contraste, lo que ofrecen los gobiernos panistas es: derroche en beneficio de los más ricos, y del clero (como demuestra el hecho de que este ha recibido cientos de millones de pesos de los gobiernos panistas); privatizaciones, reducción de los programas que beneficien directamente a quienes lo necesitan, reemplazándolos por costosa propaganda oficialista en radio y televisión donde se habla de “grandes logros” que no existen, y por si fuera poco, el PAN ofrece como una de sus prioridades, encarcelar a las mujeres que aborten, pues atentan contra las doctrinas de la jerarquía católica, aliada del blanquiazul.
Asimismo, los panistas quieren limitar las grandes marchas populares, porque ese partido no logra convocarlas. Con todo su dinero, puede saturar los medios de propaganda fecal, pero no puede convencer a la gente de que apoye sus proyectos. En 2006 salimos por millones a la calle para apoyar el triunfo de AMLO, quien es el presidente legítimo de México, pero el PAN no logró movilizar en las calles sino a muy contadas personas, fuera de los dirigentes de los grupos derechistas.
Por eso, el blanquiazul trata a toda costa de destruir el predominio del PRD en la capital, sea mediante campañas de propaganda difamatoria en los grandes medios de comunicación, o recurriendo al oportunismo de personajes de la llamada “Nueva Izquierda”.
Luego del triunfo del PRD en el DF, en 1997, cuando el abanderado panista fue el salinista y católico conservador Carlos Castillo Peraza, grupos derechistas como la Coordinadora Ciudadana comenzaron a cuestionar al GDF. En 1999, ese grupo trató de escandalizar a la opinión pública acusando a Cárdenas de estar generando “un clima de ingobernabilidad”.
Ya en ese tiempo era evidente la afinidad de los grupos derechistas y empresariales con las líneas editoriales de los grandes medios que presentaban visiones distorsionadas del problema de la inseguridad en el DF, achacando al GDF un supuesto desinterés por ese problema.
En el 2000, la ultraderecha encabezó, junto son los sectores oportunistas del llamado “voto útil”, el movimiento foxista que, con la consigna del “cambio”, exigía “sacar al PRI de Los Pinos”. Sin embargo, en la ciudad de México el PAN tuvo un rotundo fracaso, mientras que AMLO se ganó la simpatía del pueblo por su forma de gobernar, encaminada a beneficiar a los más pobres.
Inspirada en corrientes capitalistas internacionales que buscan promover la represión de los movimientos sociales con el pretexto de la “lucha contra el crimen organizado”, en junio de 2004 la mayoría de los medios apoya a la ultraderecha en la promoción de la llamada marcha contra la inseguridad, que quedó desacreditada cuando se evidenciaron sus finalidades políticas.
La encabezaron personajes como Guillermo Velasco Arzac, el mismo que ha difundido costosos spots difamatoriso contra AMLO, y Antonio Ortega, abogado de de Juan Sandoval, cardenal de Guadalajara, y quien cobra sumas elevadas del erario de Jalisco para apoyar los proyectos políticos de la jerarquía. Al año siguiente, esos membretes fueron incapaces de convocar otro evento similar.
El 2 de julio de 2005, Velasco Arzac apareció de nuevo, ahora como vocero del Comité Ciudadano para la celebración del triunfo de Fox en las elecciones del 2 de julio del 2000, festejo que se realizaría en el Angel de la Independencia, y que se estuvo promoviendo en radio, pese a lo cual no tuvo éxito.
De Julio a septiembre de 2006,la derecha organizó actos de apoyo al gobierno federal y al PAN, pero no cuajaron. Aisladamente, militantes panistas trataron de celebrar el pretendido triunfo de Calderón; por ejemplo, en la colonia del Valle, en el momento en que el IFE dio resultados que lo beneficiaban y que luego fueron cuestionados, pequeñas caravanas de automóviles de lujo pasaron por la noche tocando el claxon. Durante el Plantón hubo ataques esporádicos de esas personas, que también insultaban desde sus automóviles a los simpatizantes de Obrador. (Véase el blog El Sendero del Peje).
El 11 de septiembre de 2006, Sociedad en Movimiento organizó en la ciudad de México una fallida “Cadena humana por la concordia”, con el objetivo real de apoyar a Calderón y desacreditar el movimiento de AMLO.
En el nivel legislativo, y con el apoyo mediático, el PAN y sus simpatizantes han impulsado medidas para prohibir o limitar las marchas, pues la derecha no es capaz de convocarlas, pero sí sus adversarios.
Paradójicamente, el 29 de octubre de 2007 el PAN inició su movimiento contra las marchas nada menos que con una marcha, de panistas a la ALDF, en Donceles y Allende, protesta encabezada por Mariana Gómez del Campo, parienta política de Fecal y apadrinada también por Lorenzo Servitje, dueño de Bimbo.
En la página Web del PAN capitalino se está difundiendo esa iniciativa, con el respaldo de conocidos “televisos” y personajes de los medios oficialistas, como Laura Zapata, Guillermo Ortega,Javier Alatorre, Janet Arceo, Tony Aguilar (cantante), Eduardo Ruiz Healy, y otros, que se prestan a hacer propaganda a la iniciativa panista, al lado de ultraderechistas como Carlos Abascal y José Luis Luege.
En el tema del aborto, y en otros asuntos relacionados con la sexualidad, como la anticoncepción de emergencia y las sociedades de convivencia, el proyecto panista consiste simplemente en imponer prohibiciones dictadas por la jerarquía católica: castigar a las mujeres que abortan, oponerse a la anticoncepción de emergencia, impedir que se reconozcan los derechos de las minorías sexuales, etc.
Puesto que el apoyo al clero en esos temas es nulo por parte de la ciudadanía, el gobierno fecal no ha tenido escrúpulos para tratar de perjudicar a los capitalinos mediante la injerencia de instancias como la CNDH, la PGR y la SCJN, pues desde el fraude de 2006 se ha visto que en México la derecha en el poder resuelve las controversias mediante jueces de consigna.
La inconformidad del pueblo contra Fecal no tiene cabida, salvo excepciones, en los medios convencionales, y sólo encuentra cabida en las el ciberespacio, y en las calles, donde el PAN fue derrotado por la opinión pública en 2006.
Contra los proyectos panistas, hay que defender esos espacios de libertad, y cerrarle el paso a la derecha en la ciudad de México, donde busca prevalecer mediante políticos oportunistas que antes fueron de izquierda.
Edgar González Ruiz
La ciudad de México ha sido territorio perdido para el PAN y sus aliados de grupos conservadores y de la jerarquía católica. Con los gobiernos de izquierda, con todas las limitaciones que puedan tener, la sociedad capitalina ha recibido programas de beneficio social, que son muy importantes para la subsistencia de los ancianos, de educación para el pueblo, de salud, y se han abierto nuevas libertades con medidas como la despenalización del aborto y la protección legal hacia las diferentes preferencias sexuales y formas de vida.
En contraste, lo que ofrecen los gobiernos panistas es: derroche en beneficio de los más ricos, y del clero (como demuestra el hecho de que este ha recibido cientos de millones de pesos de los gobiernos panistas); privatizaciones, reducción de los programas que beneficien directamente a quienes lo necesitan, reemplazándolos por costosa propaganda oficialista en radio y televisión donde se habla de “grandes logros” que no existen, y por si fuera poco, el PAN ofrece como una de sus prioridades, encarcelar a las mujeres que aborten, pues atentan contra las doctrinas de la jerarquía católica, aliada del blanquiazul.
Asimismo, los panistas quieren limitar las grandes marchas populares, porque ese partido no logra convocarlas. Con todo su dinero, puede saturar los medios de propaganda fecal, pero no puede convencer a la gente de que apoye sus proyectos. En 2006 salimos por millones a la calle para apoyar el triunfo de AMLO, quien es el presidente legítimo de México, pero el PAN no logró movilizar en las calles sino a muy contadas personas, fuera de los dirigentes de los grupos derechistas.
Por eso, el blanquiazul trata a toda costa de destruir el predominio del PRD en la capital, sea mediante campañas de propaganda difamatoria en los grandes medios de comunicación, o recurriendo al oportunismo de personajes de la llamada “Nueva Izquierda”.
Luego del triunfo del PRD en el DF, en 1997, cuando el abanderado panista fue el salinista y católico conservador Carlos Castillo Peraza, grupos derechistas como la Coordinadora Ciudadana comenzaron a cuestionar al GDF. En 1999, ese grupo trató de escandalizar a la opinión pública acusando a Cárdenas de estar generando “un clima de ingobernabilidad”.
Ya en ese tiempo era evidente la afinidad de los grupos derechistas y empresariales con las líneas editoriales de los grandes medios que presentaban visiones distorsionadas del problema de la inseguridad en el DF, achacando al GDF un supuesto desinterés por ese problema.
En el 2000, la ultraderecha encabezó, junto son los sectores oportunistas del llamado “voto útil”, el movimiento foxista que, con la consigna del “cambio”, exigía “sacar al PRI de Los Pinos”. Sin embargo, en la ciudad de México el PAN tuvo un rotundo fracaso, mientras que AMLO se ganó la simpatía del pueblo por su forma de gobernar, encaminada a beneficiar a los más pobres.
Inspirada en corrientes capitalistas internacionales que buscan promover la represión de los movimientos sociales con el pretexto de la “lucha contra el crimen organizado”, en junio de 2004 la mayoría de los medios apoya a la ultraderecha en la promoción de la llamada marcha contra la inseguridad, que quedó desacreditada cuando se evidenciaron sus finalidades políticas.
La encabezaron personajes como Guillermo Velasco Arzac, el mismo que ha difundido costosos spots difamatoriso contra AMLO, y Antonio Ortega, abogado de de Juan Sandoval, cardenal de Guadalajara, y quien cobra sumas elevadas del erario de Jalisco para apoyar los proyectos políticos de la jerarquía. Al año siguiente, esos membretes fueron incapaces de convocar otro evento similar.
El 2 de julio de 2005, Velasco Arzac apareció de nuevo, ahora como vocero del Comité Ciudadano para la celebración del triunfo de Fox en las elecciones del 2 de julio del 2000, festejo que se realizaría en el Angel de la Independencia, y que se estuvo promoviendo en radio, pese a lo cual no tuvo éxito.
De Julio a septiembre de 2006,la derecha organizó actos de apoyo al gobierno federal y al PAN, pero no cuajaron. Aisladamente, militantes panistas trataron de celebrar el pretendido triunfo de Calderón; por ejemplo, en la colonia del Valle, en el momento en que el IFE dio resultados que lo beneficiaban y que luego fueron cuestionados, pequeñas caravanas de automóviles de lujo pasaron por la noche tocando el claxon. Durante el Plantón hubo ataques esporádicos de esas personas, que también insultaban desde sus automóviles a los simpatizantes de Obrador. (Véase el blog El Sendero del Peje).
El 11 de septiembre de 2006, Sociedad en Movimiento organizó en la ciudad de México una fallida “Cadena humana por la concordia”, con el objetivo real de apoyar a Calderón y desacreditar el movimiento de AMLO.
En el nivel legislativo, y con el apoyo mediático, el PAN y sus simpatizantes han impulsado medidas para prohibir o limitar las marchas, pues la derecha no es capaz de convocarlas, pero sí sus adversarios.
Paradójicamente, el 29 de octubre de 2007 el PAN inició su movimiento contra las marchas nada menos que con una marcha, de panistas a la ALDF, en Donceles y Allende, protesta encabezada por Mariana Gómez del Campo, parienta política de Fecal y apadrinada también por Lorenzo Servitje, dueño de Bimbo.
En la página Web del PAN capitalino se está difundiendo esa iniciativa, con el respaldo de conocidos “televisos” y personajes de los medios oficialistas, como Laura Zapata, Guillermo Ortega,Javier Alatorre, Janet Arceo, Tony Aguilar (cantante), Eduardo Ruiz Healy, y otros, que se prestan a hacer propaganda a la iniciativa panista, al lado de ultraderechistas como Carlos Abascal y José Luis Luege.
En el tema del aborto, y en otros asuntos relacionados con la sexualidad, como la anticoncepción de emergencia y las sociedades de convivencia, el proyecto panista consiste simplemente en imponer prohibiciones dictadas por la jerarquía católica: castigar a las mujeres que abortan, oponerse a la anticoncepción de emergencia, impedir que se reconozcan los derechos de las minorías sexuales, etc.
Puesto que el apoyo al clero en esos temas es nulo por parte de la ciudadanía, el gobierno fecal no ha tenido escrúpulos para tratar de perjudicar a los capitalinos mediante la injerencia de instancias como la CNDH, la PGR y la SCJN, pues desde el fraude de 2006 se ha visto que en México la derecha en el poder resuelve las controversias mediante jueces de consigna.
La inconformidad del pueblo contra Fecal no tiene cabida, salvo excepciones, en los medios convencionales, y sólo encuentra cabida en las el ciberespacio, y en las calles, donde el PAN fue derrotado por la opinión pública en 2006.
Contra los proyectos panistas, hay que defender esos espacios de libertad, y cerrarle el paso a la derecha en la ciudad de México, donde busca prevalecer mediante políticos oportunistas que antes fueron de izquierda.
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