Persigue migración a críticos del clero
México: El gobierno persigue a críticos del clero
Edgar González Ruiz
El 20 de septiembre en forma abusiva y sin identificarse debidamente, agentes migratorios pretendieron detener a dos abogados estadounidenses, representantes del joven Joaquín Aguilar, quien ha denunciado al cardenal Norberto Rivera Carrera por complicidad con curas pederastas.
Uno de los litigantes, Jeffrey Anderson, sostuvo que fue un acto de intimidación porque el purpurado es un hombre “muy poderoso y peligroso”. Después del episodio, Joaquín Aguilar aseguró temer por su integridad física y la de su familia, además, de responsabilizar de la actitud asumida por los agentes del Instituto Nacional de Migración, a la influencia que tiene la jerarquía católica en el país.
De acuerdo con la prensa nacional, finalmente ese mismo día salieron de México los abogados que habían sido citados por las autoridades migratorias alegando pretextos absurdos, por ejemplo, que ingresaron con visa de turista y por lo tanto no podían realizar actividades profesionales, ni siquiera dar una conferencia.
La dependencia migratoria dijo haber recibido la noche del martes una llamada telefónica en donde se denunciaban las actividades de esos abogados extranjeros.
El episodio viene a ser una prueba más de la forma en que Carlos Abascal Carranza, titular de la Secretaría de Gobernación (Ministerio del Interior) del que depende el mencionado Instituto Nacional de Migración, y fundamentalista con ínfulas de dictador católico, usa el poder y los recursos de que dispone, de una forma facciosa, para perseguir a los críticos del gobierno y del clero, alegando pretextos legales que no aplica a los aliados de la derecha en el poder.
Hace unos meses, las autoridades migratorias deportaron a varias jóvenes extranjeras que habían sido detenidas y vejadas durante la represión en el poblado de Atenco. En esa ocasión, el gobierno esgrimió pretextos similares pero, por el contrario, ha otorgado impunidad a extranjeros que vienen directamente a intervenir en los asuntos políticos del país y a promover agresiones contra la izquierda, como hizo el derechista español Antonio Solá, asesor del Felipe Calderón.
Más aún, a partir del sexenio de Fox, el gobierno de México ha alentado el activismo derechista contra gobiernos como los de Cuba y Venezuela, así como las actividades de los grupos conservadores nacionales e internacionales en el territorio nacional, para lo cual esos activistas no encuentran obstáculo alguno.
Cabe recordar que Carlos Abascal, uno de los personajes más reaccionarios de la política nacional proviene de una familia donde se le ha rendido culto a Franco y a Pinochet y se ha anhelado la instauración de un orden teocrático. Su padre, Salvador Abascal, con quien colaboraba su numerosa prole, dejó escrito que la democracia es un producto del complot judeo masónico, lo mismo que el estado laico, los valores republicanos y todos las revoluciones, desde la revolución francesa.
Exdirigente de la patronal, Abascal fue al principio del sexenio de Fox secretario del Trabajo y desde esa dependencia se esforzó por arrebatarles sus derechos a los trabajadores. Nombrado titular de Gobernación desde el año pasado, ha usado los servicios de espionaje y represión de que dispone para reprimir a los adversarios políticos del gobierno y para atacar al estado laico.
Como se ha mencionado, de acuerdo con la prensa, Migración justificó su proceder alegando una simple denuncia telefónica Así, una sola palabra de cierto influyente clerical basta para que las autoridades mexicanas persigan a quien les indique, como si viviéramos en un estado teocrático.
Edgar González Ruiz
El 20 de septiembre en forma abusiva y sin identificarse debidamente, agentes migratorios pretendieron detener a dos abogados estadounidenses, representantes del joven Joaquín Aguilar, quien ha denunciado al cardenal Norberto Rivera Carrera por complicidad con curas pederastas.
Uno de los litigantes, Jeffrey Anderson, sostuvo que fue un acto de intimidación porque el purpurado es un hombre “muy poderoso y peligroso”. Después del episodio, Joaquín Aguilar aseguró temer por su integridad física y la de su familia, además, de responsabilizar de la actitud asumida por los agentes del Instituto Nacional de Migración, a la influencia que tiene la jerarquía católica en el país.
De acuerdo con la prensa nacional, finalmente ese mismo día salieron de México los abogados que habían sido citados por las autoridades migratorias alegando pretextos absurdos, por ejemplo, que ingresaron con visa de turista y por lo tanto no podían realizar actividades profesionales, ni siquiera dar una conferencia.
La dependencia migratoria dijo haber recibido la noche del martes una llamada telefónica en donde se denunciaban las actividades de esos abogados extranjeros.
El episodio viene a ser una prueba más de la forma en que Carlos Abascal Carranza, titular de la Secretaría de Gobernación (Ministerio del Interior) del que depende el mencionado Instituto Nacional de Migración, y fundamentalista con ínfulas de dictador católico, usa el poder y los recursos de que dispone, de una forma facciosa, para perseguir a los críticos del gobierno y del clero, alegando pretextos legales que no aplica a los aliados de la derecha en el poder.
Hace unos meses, las autoridades migratorias deportaron a varias jóvenes extranjeras que habían sido detenidas y vejadas durante la represión en el poblado de Atenco. En esa ocasión, el gobierno esgrimió pretextos similares pero, por el contrario, ha otorgado impunidad a extranjeros que vienen directamente a intervenir en los asuntos políticos del país y a promover agresiones contra la izquierda, como hizo el derechista español Antonio Solá, asesor del Felipe Calderón.
Más aún, a partir del sexenio de Fox, el gobierno de México ha alentado el activismo derechista contra gobiernos como los de Cuba y Venezuela, así como las actividades de los grupos conservadores nacionales e internacionales en el territorio nacional, para lo cual esos activistas no encuentran obstáculo alguno.
Cabe recordar que Carlos Abascal, uno de los personajes más reaccionarios de la política nacional proviene de una familia donde se le ha rendido culto a Franco y a Pinochet y se ha anhelado la instauración de un orden teocrático. Su padre, Salvador Abascal, con quien colaboraba su numerosa prole, dejó escrito que la democracia es un producto del complot judeo masónico, lo mismo que el estado laico, los valores republicanos y todos las revoluciones, desde la revolución francesa.
Exdirigente de la patronal, Abascal fue al principio del sexenio de Fox secretario del Trabajo y desde esa dependencia se esforzó por arrebatarles sus derechos a los trabajadores. Nombrado titular de Gobernación desde el año pasado, ha usado los servicios de espionaje y represión de que dispone para reprimir a los adversarios políticos del gobierno y para atacar al estado laico.
Como se ha mencionado, de acuerdo con la prensa, Migración justificó su proceder alegando una simple denuncia telefónica Así, una sola palabra de cierto influyente clerical basta para que las autoridades mexicanas persigan a quien les indique, como si viviéramos en un estado teocrático.
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