Gomez Loza: un mártir violento

La tendencia a la violencia es rasgo que aparece una y otra vez en la vida de Miguel Gómez Loza, uno de los nuevos "beatos cristeros".
El siguiente pasaje está tomado del Méjico cristero, de Antonio Rius Facius, apologista a la vez que cronista minucioso de las guerras cristeras.
Leemos en esa obra (editorial Patria, México, 1960)que en 1926:

"...el gobierno de Jalisco ordenó el asalto y clausura del Comité Diocesano de la ACJM, lo que realizó el 23 de febrero y que no pudieron evitar sus once ocupantes defensores, quienes, quienes fueron a parar a la cárcel. Entre ellos estaba el aguerrido Miguel Gómez Loza.
"Los acejotaemeros, al enterarse del despojo, se agruparon para la reconquista del local que alcanzaron a viva fuerza, una vez que se repusieron de la sorpresa del asalto, interpusieron un amparo que los confirmó en la posesión.
Al dia siguiente lograron la libertad de sus compañeros, a excepción de la de Miguel, quien fue trasladado a la penitenciaría del estado, donde permaneció hasta el primero de marzo siguiente, no obstante haber sido condenado únicamente a 15 días de reclusión". (p. 26)

Si bien Rius Facius no entra en detalles sobre las hazañas belicosas de Gómez Loza en esta ocasión, sí lo califica como aguerrido, de entre sus compañeros que defendieron, se entiende que por la fuerza, el local de la ACJM.
Deja el historiador los pormenores del episodio para investigaciones hemerográficas y documentales que deben llevarse a cabo para ahondar en la biografía y perfil psicológico del supuesto mártir de la cristíada.
Lo que sí deja en claro es que, curiosamente, a pesar de su zafarrancho con la fuerza publica, las autoridades judiciales les otorgan un amparo que les deja la posesión legal del local.