De kaosenlared.net
Chihuahua
La estrategia fraudulenta del PAN
Edgar González Ruiz
Como resultado de las elecciones del primero de julio, 50 alcaldías quedaron en poder del PRI, 15 en manos del PAN, dos del PRD y una del PVEM. El PRI obtuvo 15 diputaciones locales y siete el blanquiazul.
No sólo es un resultado adverso para el PAN, sino que lo es en forma desproporcionada, pues el partido en el poder a nivel nacional, no ha escatimado los recursos de que dispone, ni el apoyo de sus aliados del clero y del sector empresarial para prevalecer en las elecciones estatales.
Pese a ello, en Ciudad Juárez, el PAN cosechó una derrota estrepitosa, mientras que en la ciudad capital impuso la dudosa victoria de su abanderado, Carlos Borruel Vaquera, de sólo 387 votos que equivalen al .16 por ciento del total de sufragios.
Ni la maquinaria gubernamental ni la guerra sucia que están acostumbrados a llevar a cabo permitieron a los panistas prevalecer en los comicios, por lo que recurrieron a movilizaciones violentas, lo mismo que a negociaciones cupulares, de tal suerte que el candidato priísta Alejandro Can aceptó finalmente la artificiosa victoria panista.
Amagos de violencia y trampas panistas
El tres de julio, huestes panistas, encabezadas por su dirigente estatal Fernando Alvarez Monje y por el diputado Salvador Gómez, se enfrentaron a militantes del tricolor para exigir al gobernador Reyes Baeza que reconociera el triunfo electoral del PAN en la capital de la entidad.
Dos personas resultaron heridas en la confrontación a pedradas y golpes mientras que el Comité d Comité Directivo Estatal del PRI acusó al PAN de tratar de desestabilizar el clima electoral, al incurrir en actos de violencia.
Paradójicamente, muchos panistas han acusado falsamente a la oposición de ser “violenta” simplemente por manifestar pacíficamente su desacuerdo con determinados resultados electorales, como ocurrió el año pasado, luego de los comicios del 2 de julio, pero en Chihuahua se ha evidenciado una vez más que los derechistas no tienen escrúpulos para apelar a la violencia con tal de mantenerse en el poder.
Luego de la violencia vinieron las negociaciones del PAN con el gobernador para el retiro de los provocadores derechistas que se presentaron en la sesión de Asamblea Electoral custodiada por antimotines armados con toletes y gases lacrimógenos
Pero además de haber recurrido a la violencia, el PAN pudo haber apelado a diversas trampas electorales, pues al abrirse las primeras urnas en Chihuahua se encontraron importantes “errores” en el conteo de votos.
En la urna 410 por ejemplo, se descubrió que varios votos nulificados eran en realidad a favor de Alejandro Cano, candidato del PRI y en vista que la diferencia entre victoria y derrota es de muy pocos sufragios, cada error puede ser muy costoso para los candidatos, por lo que el tricolor solicitó la revisión de los paquetes.
Para evitarlo, Fernando Álvarez Monje llamó al Secretario General de Gobierno Héctor Hernández Varela, para amenazarlo con ''incendiar al estado'' si el gobierno estatal no convencía a Cano Ricaud de desistirse de impugnar la negativa de la asamblea municipal del instituto electoral sobre la apertura de los paquetes mencionados.
Además, el representante del PAN ante el Instituto Electoral de Chihuahua, Luis Villegas, condicionó el apoyo del PAN al gobierno de Chihuahua a que el candidato priísta a la presidencia municipal de Chihuahua no impugnara el proceso.
Evidentemente, el PAN no ganó los comicios en la alcaldía de Chihuhua, pues en ese caso sería el primer interesado en que se abrieran los paquetes.
La sombra de Barrio
A la derrota panista en la entidad, que no fue total sólo por la imposición perpetrada en la capital, siguió la habitual búsqueda de culpables, entre los que se ha mencionado al salinista Francisco Barrio, quien es visto por panistas que alguna vez lo apoyaron, como un oportunista que contribuyó al desprestigio del partido que en la década pasada.
Otros pretendidos culpables sonlos empresarios de Coparmex y hasta el grupo político de Miguel Fernández Iturriza, uno de los principales patrocinadores del candidato panista en Cudad Juárez, Sergio Pedro Holguín.
El exdirigente municipal panista Sergio Hayen ha dicho que Barrio y los funcionarios del PAN hicieron un triste papel en las elecciones y ahora se cosecha lo sembrado: el PAN está lleno de pura yerba mala.
A juicio de Hayen, los empresarios de Coparmex sacaron del PAN a los verdaderos panistas, en una toma por asalto del partido, que ahora ha fracasado estrepitosamente al perderse el rumbo de ese instituto político.
Hoy, el PAN se encuentra desarticulado, descarrilado y sin liderazgo visible, con un alto grado de escepticismo entre las filas de los ex aguerridos militantes que un día lo hicieron casi invencible.
La estrategia fraudulenta del PAN
Edgar González Ruiz
Como resultado de las elecciones del primero de julio, 50 alcaldías quedaron en poder del PRI, 15 en manos del PAN, dos del PRD y una del PVEM. El PRI obtuvo 15 diputaciones locales y siete el blanquiazul.
No sólo es un resultado adverso para el PAN, sino que lo es en forma desproporcionada, pues el partido en el poder a nivel nacional, no ha escatimado los recursos de que dispone, ni el apoyo de sus aliados del clero y del sector empresarial para prevalecer en las elecciones estatales.
Pese a ello, en Ciudad Juárez, el PAN cosechó una derrota estrepitosa, mientras que en la ciudad capital impuso la dudosa victoria de su abanderado, Carlos Borruel Vaquera, de sólo 387 votos que equivalen al .16 por ciento del total de sufragios.
Ni la maquinaria gubernamental ni la guerra sucia que están acostumbrados a llevar a cabo permitieron a los panistas prevalecer en los comicios, por lo que recurrieron a movilizaciones violentas, lo mismo que a negociaciones cupulares, de tal suerte que el candidato priísta Alejandro Can aceptó finalmente la artificiosa victoria panista.
Amagos de violencia y trampas panistas
El tres de julio, huestes panistas, encabezadas por su dirigente estatal Fernando Alvarez Monje y por el diputado Salvador Gómez, se enfrentaron a militantes del tricolor para exigir al gobernador Reyes Baeza que reconociera el triunfo electoral del PAN en la capital de la entidad.
Dos personas resultaron heridas en la confrontación a pedradas y golpes mientras que el Comité d Comité Directivo Estatal del PRI acusó al PAN de tratar de desestabilizar el clima electoral, al incurrir en actos de violencia.
Paradójicamente, muchos panistas han acusado falsamente a la oposición de ser “violenta” simplemente por manifestar pacíficamente su desacuerdo con determinados resultados electorales, como ocurrió el año pasado, luego de los comicios del 2 de julio, pero en Chihuahua se ha evidenciado una vez más que los derechistas no tienen escrúpulos para apelar a la violencia con tal de mantenerse en el poder.
Luego de la violencia vinieron las negociaciones del PAN con el gobernador para el retiro de los provocadores derechistas que se presentaron en la sesión de Asamblea Electoral custodiada por antimotines armados con toletes y gases lacrimógenos
Pero además de haber recurrido a la violencia, el PAN pudo haber apelado a diversas trampas electorales, pues al abrirse las primeras urnas en Chihuahua se encontraron importantes “errores” en el conteo de votos.
En la urna 410 por ejemplo, se descubrió que varios votos nulificados eran en realidad a favor de Alejandro Cano, candidato del PRI y en vista que la diferencia entre victoria y derrota es de muy pocos sufragios, cada error puede ser muy costoso para los candidatos, por lo que el tricolor solicitó la revisión de los paquetes.
Para evitarlo, Fernando Álvarez Monje llamó al Secretario General de Gobierno Héctor Hernández Varela, para amenazarlo con ''incendiar al estado'' si el gobierno estatal no convencía a Cano Ricaud de desistirse de impugnar la negativa de la asamblea municipal del instituto electoral sobre la apertura de los paquetes mencionados.
Además, el representante del PAN ante el Instituto Electoral de Chihuahua, Luis Villegas, condicionó el apoyo del PAN al gobierno de Chihuahua a que el candidato priísta a la presidencia municipal de Chihuahua no impugnara el proceso.
Evidentemente, el PAN no ganó los comicios en la alcaldía de Chihuhua, pues en ese caso sería el primer interesado en que se abrieran los paquetes.
La sombra de Barrio
A la derrota panista en la entidad, que no fue total sólo por la imposición perpetrada en la capital, siguió la habitual búsqueda de culpables, entre los que se ha mencionado al salinista Francisco Barrio, quien es visto por panistas que alguna vez lo apoyaron, como un oportunista que contribuyó al desprestigio del partido que en la década pasada.
Otros pretendidos culpables sonlos empresarios de Coparmex y hasta el grupo político de Miguel Fernández Iturriza, uno de los principales patrocinadores del candidato panista en Cudad Juárez, Sergio Pedro Holguín.
El exdirigente municipal panista Sergio Hayen ha dicho que Barrio y los funcionarios del PAN hicieron un triste papel en las elecciones y ahora se cosecha lo sembrado: el PAN está lleno de pura yerba mala.
A juicio de Hayen, los empresarios de Coparmex sacaron del PAN a los verdaderos panistas, en una toma por asalto del partido, que ahora ha fracasado estrepitosamente al perderse el rumbo de ese instituto político.
Hoy, el PAN se encuentra desarticulado, descarrilado y sin liderazgo visible, con un alto grado de escepticismo entre las filas de los ex aguerridos militantes que un día lo hicieron casi invencible.
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