Monday, June 18, 2007

El entreguismo de Fecal

JUEGOS DE PODER
PLAN MÉXICO
Por Rodolfo Sánchez Mena (LD 18-06-07)

E-mail: sanchezmena@yahoo.com

Felipe Calderón Hinojosa pondrá en marcha el Plan México, similar al Plan Colombia, con la cooperación del gobierno de Bush. Es, desde luego, una versión diferente a la del Plan Colombia; allá la opera el Comando Sur, SOUTH COM y el Plan México se elabora en el Pentágono y estará en manos del Comando Norte, NORT COM, recientemente visitado por el segundo de la Sedena, el general, Sergio López Esquer, que fue invitado a la base del Comando Norte en la base aérea Peterson, en Colorado, Springs, para entrevistarse con el nuevo jefe, general Víctor E, Renuard.

La idea del Plan México es del CICEN, según el Dallas Morning News, principal divulgador y promotor del Plan, que a su vez lo llama Iniciativa de Seguridad Regional. Los del CICEN no se caracterizan por su inteligencia, pues proponen ni más ni menos entregar los cárteles de la droga a Bush para que los opere y cobre sus ganancias, sin importar que la violencia se incremente como cobertura de las operaciones del traslado de la droga y del lavado del dinero.

El Plan Colombia se opera por el Comando Sur, desde su base en Miami Florida, después de ser trasladados de Panamá al cerrarse la escuela de Las Américas, donde se entrenaban a los militares latinoamericanos y mexicanos en contrainsurgencia. El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, recibe la tercera ayuda militar de Bush; el primero es Israel y el segundo, Egipto.

El envío de Fuerzas Especiales (FE) de “Boinas Verdes” y agentes de inteligencia a Colombia las justifican las enormes riquezas colombianas petroleras, hasta ahora no explotadas, y el que produzca el 80 % de la cocaína, junto con la producción de oro, café, ganado y esmeraldas. La protección de un oleoducto de la Occidental Petroleum, es una de las misiones de las boinas verdes y los mercenarios destacados en Colombia.

El Plan México, se sustenta en el Acuerdo de Seguridad y Prosperidad de América del Norte, ASPAN, firmado por el gobierno de Fox y ratificado por Calderón. El Plan México, sintétizado, es la integración de la seguridad mexicana a la norteamericana. Significa el traspaso de las decisiones estratégicas en materia de seguridad. Es la renuncia del gobierno federal a la capacidad de otorgar seguridad a los mexicanos.

Asimismo significa el traslado de las decisiones en materia de seguridad nacional, lo que contraviene la Constitución, también representa un serio riesgo para el ejercicio de las libertades individuales, pues establece el estado de excepción sin decretarlo. Los retenes y otros operativos son eso, no pueden reglamentarse por que están fuera de la Constitución y al margen de la Ley. Sin declaración de guerra, se tortura, viola y asesina.

Ya es tiempo que el Congreso tome en sus manos el mayor problema que se presenta, e incorpore a la Reforma del Estado la definición de mecanismos de control de la seguridad nacional y pública, y forme comisiones especiales para tomar en sus manos el control delimitando el alcance de los operativos militares, policíacos y de inteligencia, en especial, todo acuerdo que implique afectación a la soberanía o ponga en riesgo la seguridad nacional.

El Plan México, geopolíticamente delimita el área de seguridad norteamericana del Río Bravo a los límites de Colombia con Venezuela, ante la derrota de Bush en Irak, para fortalecer la seguridad y la protección de los recursos estratégicos de América del Norte.

El Plan México ha sido dado a conocer oficialmente por el embajador de México en Washington, Arturo Sarukhan y Silvestre Reyes, presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, durante la 49 interparlamentaria México-Estados Unidos, celebrada en Austin, Texas, llevada a cabo con el pretexto de la migración, pero que en realidad se dedicó al tema de seguridad.

Los congresistas mexicanos, encabezados por Manlio Fabio Beltrones, cayeron en un garlito, fueron involucrados en el debate de la solicitud de Calderón y obligados a declarar, vía Rosario Green, que es un asunto del Ejecutivo y no del Congreso mexicano, no obstante la agenda y la información se enfiló a los asuntos de seguridad, al tenerla en sus manos, por una parte Sarukhan, operador de Camilo Moruriño y el que fungía como anfitrión, Silvestre Reyes.

Ante la petición formal del gobierno de Calderón al de Bush, en apoyo al combate al crimen organizado, el representante Reyes, precisó que los Estados Unidos darán capacitación, tecnología, comunicaciones, equipo militar y asistencia a las agencias del orden. Por su parte durante la inauguración, otro representante; Jerry Weller destacó que la cooperación con México será a través del otorgamiento de armas, aeronaves modernas e inteligencia. Recomendó el esquema de El Salvador, donde se creó una Academia Internacional de Fuerza Policíaca, la que permitirá compartir prácticas policíacas en la región.

Desde esta perspectiva podemos considerar al Plan como una estrategia operativa de contención política militar, al modelo político de gobierno de izquierda que domina América del Sur, especialmente para aislar al gobierno de Venezuela de Hugo Chávez.

Según el Dallas Morning News la asistencia de Bush a Calderón, fortalecerá las telecomunicaciones; como la capacidad para monitorear el espacio aéreo; apoyando al combate de las pandillas transnacionales del narcotráfico; y el combate a los terroristas potenciales.

Además pretenden: profesionalizar a la policía; apuntalar la aplicación de la ley; que las agencias cuenten con tecnologías de detención de droga y estén equipados con armas modernas; sistemas de monitoreo electrónico y aéreo.

Transferir el control de las telecomunicaciones, del espacio aéreo y de los cuerpos policíacos y permitir la instalación de antenas fijas controladas por los norteamericanos, lo cual representa un mayor riesgo para la seguridad nacional que el crimen organizado y El Yunque juntos. La medicina de Calderón ante su fracaso, es más peligrosa que la enfermedad.

Ya es tiempo que el Congreso, Senadores y Diputados, tomen en sus manos el mayor desafío que es no solo la presencia de militares norteamericanos formando cuerpos de élite en el ejército o de agentes de inteligencia tomando el control del aparato policiaco y de justicia, pues el mayor riesgo es que renunciamos a la capacidad de gobernarnos por nosotros mismos y la toma de decisiones de gobierno se trasladen a Washington.

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