Monday, July 03, 2006

Victoria de la izquierda y más trampas derechistas

México:
Victoria de la izquierda y trampas de la derecha
Edgar González Ruiz


Al filo de la medianoche de este 2 de julio, Andrés Manuel López Obrador, candidato de la izquierda a la presidencia de México, anunció en el Zócalo de la capital su victoria electoral de acuerdo con datos obtenidos de los resultados preliminares y del seguimiento que lleva a cabo su partido, así como de encuestas, con una ventaja de por lo menos medio millón de votos.
Obviamente, ni el gobierno de Fox ni su derechista partido Acción Nacional quieren reconocer la derrota de su candidato Felipe Calderón, Fecal, en lo que ha sido sin duda uno de los procesos más cargados de trampas y agresiones por parte del oficialismo derechista.
El día mismo de las elecciones se han registrado incidentes muy graves, como el asesinato de dos representantes del PRD, el partido de Obrador, en el estado de Guerrero, el atraso o las irregularidades en la instalación de las casillas en estados donde es más fuerte la influencia de Obrador, la compra de votos por parte de simpatizantes y funcionarios municipales del PAN, también en Veracruz, en Boca del Río, la intervención de funcionarios electorales para favorecer al PAN, denunciada en varias casillas de la ciudad de México, el incumplimiento en otras de ellas de la difusión de los resultados de la jornada, la propaganda que en mensajes a celulares que en forma ilegal se llevó a cabo a favor del PAN el día mismo de la elección, en Jalisco, así como la intervención del clero en su apoyo en entidades como Nuevo León y las presiones del PAN para evitar que las autoridades electorales difundan más datos sobre los comicios.
Hay que recordar también que el IFE colaboró en la campaña de Fox contra el gobierno de Venezuela, al exigir con pretensiones ridículas de extraterritorialidad que Hugo Chávez no opine sobre las elecciones mexicanas, y fue complaciente hasta el límite, en la guerra sucia que el PAN llevó a cabo contra el AMLO por medio de spots televisivos.
Uno de los elementos más patentes del fraude electoral que se dio a través de todo el proceso fue la intervención de Fox en el mismo, mediante ataques a la izquierda y a la alternancia y llamados a votar por Calderón. Las autoridades electorales hicieron poco para contener el activismo de Fox que llegó al grado de presionar al dirigente de otro de los partidos, el Verde Ecologista, para apoyar a Fecal. Ahora, continuando en su papel, Fox está difundiendo la idea de que hay un “empate” entre AMLO y Fecal y que hay que prolongar el conteo de los votos, para llevar a cabo un fraude al estilo del que Bush, su patrón, llevó a cabo en el 2000.
De hecho, la sumisión del Instituto Federal Electoral al PAN y a su candidato ha sido muy evidente lo largo del proceso, de tal suerte que se a esmerado en disculpar, ignorar o minimizar hechos como el proselitismo de empresarios fuera de los plazos electorales, considerar como una simple “travesura” el hackeo que en vísperas de las elecciones se cometió contra la página oficial de AMLO para atribuirle falsamente un mensaje anticipado de rebeldía, el uso que con fines proselitistas ha hecho el PAN del padrón electoral, y la situación insólito de que en los sistemas para el manejo de los resultados preliminares de las votaciones participó nada menos que uno de los cuñados de Fecal, quien además amasó una gran fortuna mediante contratos nepotistas con el gobierno panista.
Ahora, ese sistema se ha puesto al servicio de un fraude electoral y mediático con el que Fox pretende imponer a Calderón. Alegando que la competencia es tan reñida que no puede dar resultados. Es decir, sí había razones para desconfiar de la actitud que asumiría el IFE el 2 de julio y de su programa de resultados preliminares en el que intervino el llamado “cuñado incómodo”.
Por eso, miles de personas se congregaron en la plaza principal de la ciudad de México, en defensa del voto y algunas de ellas con pancartas que hacían alusión al fraude que en 1988, en perjuicio del entonces candidato de la izquierda, Cuauhtémoc Cárdenas, y que llevó a Salinas de Gortari al poder.
Los personajes que participaron en esos procesos políticos son protagonistas de este fraude de 2006. Desde el inicio de su gestión, Salinas se alió con el PAN, con grupos conservadores y con el ala más derechista de la jerarquía para tratar de legitimar su gobierno de las acusaciones populares de su carácter fraudulento. Cuauhtémoc Cárdenas no tuvo la firmeza para defender el voto pero desde entonces sigue aspirando a la presidencia sin abandonar totalmente sus convicciones pero menos todavía los privilegios de una clase política que no son afines al estilo republicano y austero que encarna Obrador. Personajes que hoy son consejeros del IFE o partidarios oportunistas de la derecha, por interés más que por convicción, comenzaron en ese tiempo su carrera política como salinistas con pretensiones de ser izquierdistas o centristas, mientras que personeros del empresariado y de los medios llevaron a cabo una guerra sucia contra la izquierda, enemiga odiada de Salinas de Gortari. La desorientación ideológica o el pragmatismo de algunos sectores feministas produjeron ya en 2006 la candidatura de Patricia Mercado, que en términos reales funcionó como un recurso más de la derecha contra Obrador. Ni en 88, ni en el 2000, y menos aún en 2006, esos sectores han asumido la necesidad de evitar el acceso y continuidad de la derecha en el poder, por el contrario, parecen buscar componendas con esta y pretextos para establecerlas, incluso para avalar el fraude que a lo largo de todo el proceso ha estado cometiendo el PAN y el gobierno de Fox. Por su parte, algunos grupos que se identifican a sí mismos como la izquierda “verdadera” han omitido, extrañamente, las críticas específicas contra funcionarios del gobierno foxista, a la vez que han sido demasiado insistentes en sus planteamientos contra AMLO.
Pero si el oportunismo o la desorientación ideológica han conducido a sectores de la clase política a cooperar con la derecha, directa o indirectamente, una gran parte de pueblo de México ha cobrado conciencia de la necesidad de arrebatarle el poder a quienes representan la plutocracia y el conservadurismo extremo, y para exigir a los políticos proyectos afines a los intereses de los que menos tienen y a los valores republicanos. Por eso, esta elección ha sido, en todos los pasos de su proceso, evidencia de esa voluntad popular y de la falta de escrúpulos de una derecha que no tiene vocación democrática, y que cada día es más tramposa y violenta.

1 Comments:

Blogger Gerardo de Jesús Monroy said...

El fraude del 88 fue cometido no sólo por el PRI. Para sacarlo adelante hubo de contar con la complicidad del PAN. No nos extrañe lo que está ocurriendo, el PAN no es un partido democrático.

2:56 PM  

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