AMLO recibe apoyo multitudinario en el Zócalo

"Felipe, no me des empleo, mejor hazme tu cuñado", es el lema que ostentaban algunas camisetas de los numerosos simpatizantes de AMLO que acudimos a su cierre de campaña en el Zócalo capitalino a partir de las 5 de la tarde de este miércoles.
La ingeniosa propaganda alude desde luego al escándalo de Hildebrando, el incómodo cuñado de Fecal, contratista del IFE y beneficiado con contratos millonarios por el gobierno foxista, a la vez que a la demagógica propaganda del panista de dar empleo a los jóvenes.
Contra la propaganda de algunos medios que han fabricado un esterotipo del simpatizante de López Obrador como acarreado, ignorante y violento, borrando las diferencias socioeconómicas en la plaza principal se reunieron para respaldar un México más justo y con valores republicanos, lo mismo campesinos que obreros, profesionistas, profesores universitarios y amas de casa, que en muchos casos acudieron en compañía de sus familias.
De acuerdo con fuentes periodísticas, hubo en el acto más de 200 mil personas, en contraste con las 20 mil que según esos medios reunió Calderón en su cierre de campaña en Guadalajara, pese a considerarse el principal bastión de la derecha católica por haber sido escenario principal de la guerra cristera.
En su intervención, precedida por una alocución de Marcelo Ebrard, AMLO criticó el proyecto "antipopular y entreguista de la derecha" y cosechó aplausos cuando señaló que es preciso "hacer a un lado al político prepotente, fantoche, mediocre y ladrón, que tanto daño ha hecho al país".
"El país ya no aguanta más de lo mismo", añadió, pues en lo que va de este sexenio, más de 4 millones de mexicanos han emigrado en busca de mejores empleos.
Reiteró su política de suprimir la corrupción y los privilegios, como las estratosféricas pensiones de los expresidentes, que contrastan con las raquíticas jubilaciones de los trabajadores.
Se detuvo en los principales aspectos de sus proyectos de gobierno, como es la atención a las necesidades populares mediante un mejor uso de los recursos gubernamentales, el respeto a la soberanía y a los valores republicanos, el apoyo a la educación y a la cultura, además de que hizo un reconocimiento a los grandes héroes de México, a los luchadores por la democracia y a los intelectuales que han apoyado su campaña.
La lluvia no pudo dispersar a los miles de asistentes entusiastas, muchos de ellos con pancartas de apoyo a López Obrador y algunos también con frases que manifestaban su inconformidad con el gobierno de Fox.
Plasmada en volantes y pancartas estaba también la preocupación popular por la posibilidad de que el PAN y el gobierno cometan un fraude este 2 de julio, pues acaba de difundirse en algunos medios que dicho partido ha usado de manera ilegal y tramposa, para hacer proselitismo, la información que el IFE le proporcionó con el único fin de verificar la confiabilidad del padrón.
Ante la multitud estaba presente el fantasma del fraude electrónico, cuya premisa es la intervención de Hildebrando, el famoso cuñado de Fecal en el programa de Resultados Preliminares del IFE. Es decir, es posible que la derecha trate de falsear esos resultados multiplicando por alguna constante la cantidad real obtenida por su candidato presidencial.
La lucha contra la derecha, o por la justicia social, nos convocó a miles de capitalinos que no acostumbramos participar en reuniones políticas, evocando así lo sucedido el año pasado, cuando espontáneamente acudimos también a defender a López Obrador ante la maniobra oficialista del desafuero.
Ya anochecía cuando lentamente la gente comenzaba a salir del Zócalo por las principales avenidas en lo que se había convertido en un festejo político popular donde destacan las esculturas vivientes de dos jóvenes semidesnudas y de un hombre que representaban a la Diana Cazadora, a la Justicia y a Cuauhtémoc.