Los pecados de Calderón
México:
Calderón, candidato derechista
Edgar González Ruiz
(Publicado en Quehacer Político (Nueva Epoca), Año I, No 2, 9 de abril de 2006)
De orígenes y tendencias conservadoras, sin carisma ni propuestas atractivas para la ciudadanía, cuestionado por los tramposos manejos financieros usuales en el medio empresarial, Felipe Calderón Hinojosa es el candidato presidencial del oficialismo derechista, que pretende llegar al poder gracias al apoyo del gobierno mexicano, de la derecha internacional y de una costosa publicidad.
Nacido en Morelia, en 1962, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa es hijo de uno de los fundadores del PAN, Luis Calderón Vega, quien militó en organizaciones de la ultraderecha católica como la Unión Nacional de Estudiantes Católicos y la Unión Social de Empresarios Mexicanos, USEM.
En 1988 Felipe Calderón fue Representante a la Asamblea del Distrito Federal. De 1991 a 1994 fue Diputado Federal y como tal defendió muchas de las reformas derechistas de Salinas, en materia de política económica y de relaciones con el clero. En 1993 fue Secretario General del PAN, bajo la presidencia de Carlos Castillo Peraza, uno de los grandes aliados del criminal expresidente Carlos Salinas de Gortari. En aquellos tiempos, Calderón reaccionaba enfurecido ante quienes criticaban las tendencias oscurantistas dentro de su partido y en especial los excesos “moralizantes” de los alcaldes panistas que se dedicaban a prohibir espectáculos, modas y revistas de contenido “obsceno” Fue la actitud que ese año adoptó en una presentación de la revista Mundo, donde descalificó la investigación sobre los grupos ultraderechistas actuantes en su partido. Panistas como Calderón Hinojosa sabían perfectamente en ese tiempo del predominio en su partido de grupos reaccionarios públicos y secretos, nacionales e internacionales. Sin embargo, públicamente negaban esos hechos y atribuían tales señalamientos a la intención de desvirtuar al PAN y esto fue lo que hicieron en 1995 cuando personajes vinculados a tales grupos llegaron al poder en varios ayuntamientos de Jalisco.
También en 95, Calderón fue electo candidato a Gobernador del Estado de Michoacán. Su campaña prefiguró en sus principales aspectos la que ahora lleva a cabo para la presidencia de la República. En ese tiempo, como hoy, el panista encontró sus principales apoyos en grupos conservadores, jerarcas religiosos y empresarios.
La jerarquía católica de Michoacán recurrió a los Talleres de Fe y Política para apoyar a los candidatos panistas en las elecciones estatales de noviembre de 1995 y en vísperas de ellas, los feligreses podían leer en el interior de la Catedral Metropolitana un letrero de la Pastoral Salud y Vida y de la Pastoral Juvenil donde se les exhortaba a que antes de votar pensaran si su candidato era partidario de “la vida desde la concepción”, así como de la “integridad” de la mujer, de la familia y de la “moralización del ambiente”. Con esas consignas buscaban beneficiar al PAN y a sus candidatos, que se identificaban con ellas.
El 10 de agosto del 95, los obispos michoacanos habían estado difundiendo un documento de propaganda derechista cuyo título, más que elocuente, era “La Responsabilidad de los cristianos de elegir a favor de la vida”, pese a lo cual, no ganó Calderón las elecciones estatales.
El panista usaba, como lo hace ahora, una retórica basada en el insulto contra sus adversarios, a quienes en ese tiempo amenazaba en su propaganda con “amarrarles las manos” para que no saquearan el erario. Paradójicamente, los panistas que hoy gobiernan nuestro país, y en especial la llamada familia presidencial, encabezada por Martha Sahagún ha hecho gala de ilícito enriquecimiento, y a extremos alarmantes ha saqueado el país haciendo ostentación a la vez de un derroche vicioso e irracional que pone de manifiesto su falta de cultura y de sensibilidad. Actualmente, cuando se le cuestiona a Calderón sobre esos hechos, pretende desviar la atención insultando a líderes del PRD o del PRI, pero sigue beneficiándose del apoyo que le brindan los corruptos gobernantes panistas.
En 1996 fue electo Presidente Nacional del PAN para el periodo 1996-1999, cargo en el cual enfrentó críticas y conflictos por sus actitudes prepotentes y autoritarias. Por ejemplo, en 1997 se produjo una escisión en el panismo del estado de Sonora, en la cual el hoy presidente de ese partido, el ultraderechista Manuel Espino y Calderón Hinojosa se confabularon contra el dirigente histórico Adalberto Rosas. Luego de su conflictiva gestión, Calderón fue sustituido por Luis Felipe Bravo Mena, quien al igual que el actual presidente del PAN pertenece a una organización secreta de la ultraderecha.
Desde 1998 ha sido vicepresidente de la Internacional Demócrata Cristiana (IDC), organización que reúne a muchos de los exponentes de las corrientes derechistas del Continente: sean antichavistas, anticastristas, o personajes del conservadurismo católico, como la hoy candidata presidencial de Perú, Lourdes Flores, quien al igual que Calderón reivindica la moral sexual del catolicismo, a la vez que las prioridades plutocráticas. Si bien Flores usa el hecho de ser mujer para engañar al electorado haciéndole creer que es partidaria de la equidad de género, su campaña tiene similitudes con la de Calderón, como es el apoyo mediático que recibe, la elaboración de encuestas no creíbles y su distanciamiento de las preocupaciones populares.
Fue coordinador de la bancada panista luego de las elecciones del 2000 hasta febrero de 2003, cuando la abandonó para ocupar la dirección de Banobras. Después lo nombraron secretario de Energía, donde hizo notar su simpatía hacia la privatización de Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Su oferta electoral
Como bien ha resumido un medio de su natal Michoacán, Calderón “acostumbra ir a misa los domingos, y al igual que Vicente Fox, conoce perfectamente el uso de la mercadotecnia” (Xòchitl Vázquez Pallares Cambio de Michoacán, 9 de Febrero de 2006).
Calderón triunfó en la contienda interna del PAN para designar a su candidato presidencial gracias al apoyo que recibió de sectores clericales arraigados en ese partido, y que siguen siendo sus principales interlocutores, al igual que los grandes empresarios y banqueros.
A esos círculos, Calderón, quien encarna la alianza del conservadurismo católico con la derecha neoliberal, les ofrece todo tipo de privilegios, al grado de que en el escándalo del Hotel María Isabel, castigado por el gobierno capitalino por haber violado las leyes mexicanas en obediencia a dictados estadounidenses, el panista defendió los intereses de esa empresa extranjera e incluso sugirió que por ser tan importante no se le debería molestar.
Una de las principales consignas de la campaña de Calderón ha sido el combate a la inseguridad, entendida principalmente como la persecución policial contra los secuestradores y contra quienes cometan delitos contra la propiedad. Evidentemente, no es la prioridad para quienes carecen de empleo y de recursos, para quienes no han amasado fortunas mediante abusos comerciales o en el ejercicio de la política.
Calderón se dedica a adjetivar como “populista” a quienes, como Andrés Manuel López Obrador, subsidian la economía de las familias y personas más necesitadas, como los ancianos, a lo que Calderón suele argumentar falazmente que “no hay dinero para hacerlo”.
Más aún, en su propaganda de campaña ha recurrido a los ataques contra la imagen del presidente venezolano, a quien por sus proyectos de beneficio social, Calderón identifica como “populista” al igual que a AMLO.
Consciente del rechazo popular a la tradición conservadora que él representa, Calderón ha ofrecido como parte de sus ofertas electorales el respeto al estado laico, pero no es una promesa creíble, pues en tal caso Calderón no apoyaría la gestión de funcionarios opuestos al laicismo, como Carlos Abascal, Ana Teresa Aranda, Francisco Salazar Sáenz y muchos otros.
En otras épocas, cuando era dirigente nacional del PAN, Calderón solía proclamar sus convicciones, como en septiembre de 1997, cuando al conmemorar la independencia de México lanzó vivas a la Virgen de Guadalupe y a Iturbide, uno de los principales emblemas históricos del conservadurismo católico.
En febrero de 2006, Calderón fue cuestionado por estudiantes de la Universidad Tecnológica. UNITEC, al presentarse en esa escuela privada. Uno de los alumnos le espetó: ¿Usted va a seguir siendo un cachorro del Imperio o se va a poner los pantalones y va a hacer algo en contra de Estados Unidos?
Calderón trató de salirse por la tangente, evitando enfrentar el tema de la subordinación a la política exterior de Bush, y sugirió nada menos que la privatización de PEMEX para evitar la “dependencia” del petróleo tejano.
Añadió, además de ataques contra AMLO, un discurso de “superación personal” al estilo de los predicadores del éxito económico: “La mentalidad que hace falta con un mundo que cambió es no acomplejarse, no achicarse y lo que hay que hacer es tener la mentalidad del México que viene, que es el mío, es el que yo quiero… yo también quiero jóvenes en México campeones del mundo y lo vamos a tener si sabemos aprovechar el potencial que tenemos”.
A pesar de que el gobierno foxista se ha distinguido por otorgar privilegios a los empresarios y restarles derechos a los trabajadores, alegó que “…por muchos rollos, prejuicios del Imperio, etc., aquí nos dedicamos a espantar toda posibilidad de inversión y qué pasó...se fue para allá. (para Estados Unidos)…” .
Otro alumno le hizo notar que el PAN apoyaba a los jóvenes pero sólo a los egresados de universidades privadas de élite o recomendados por el sector patronal.
En su respuesta Calderón tramposamente evitó reconocer el hecho a la vez que atacó a PEMEX y a su sindicato, sin que eso viniera al caso.
El 25 de marzo de 2006, en un acto proselitista en el municipio de San Nicolás de los Garza, en Nuevo León, considerado un bastión del panismo, Calderón respondió a las críticas de empresarios que le señalaron que su campaña no era exitosa, que para ganar recurriría a una "estrategia mercadológica" y que procedería "evidenciando los riesgos" que representaría para el país la elección del perredista sobre "las ventajas de que yo gane". En otras palabras, como él mismo reconoce, su estrategia, acorde con los principios capitalistas que sustenta, consiste en engañar a los votantes mediante trucos publicitarios, como los que se usan para vender una mercancía.
La escasa asistencia al acto, según reseñó el periódico La Jornada, desconcertó a viejos militantes panistas, “pues mientras los organizadores esperaban 5 mil personas, empleados de la delegación estatal de Gobernación reportaron mil 100 asistentes, al tiempo que reporteros locales estimaron en menos de mil los presentes, la sexta parte de los que hace un mes congregó López Obrador frente al palacio de gobierno”.
La alocución de Calderón ante empresarios del transporte “pareció más una plática de superación personal -dirigida en este caso a un segmento de la población que daba la impresión de no necesitarla- con insistentes alusiones a la necesidad de fomentar un "México triunfador, que no agacha la cabeza ante nadie, un México campeón del mundo"…”.
El 29 de marzo de 2006, al reunirse con el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi) presidido por embajador Andrés Rozental, Calderón insinuó que seguiría una política exterior de injerencia en los asuntos de otros países, señaló que buscaría la participación de México en el Consejo de Seguridad de la ONU, y señaló como “aciertos” del gobierno de Fox la “defensa de los derechos humanos a nivel internacional”, consigna que el gobierno foxista ha usado contra Cuba y Venezuela; así como la organización de foros internacionales en el territorio mexicano, sin destacar que muchos de ellos, como el llamado Foro Etico Mundial celebrado en varias ciudades del país a principios de 2006, han sido eventos de fuerzas ultraderechistas.
Sin embargo, se negó a reconocer o señalar errores de Fox en materia internacional, pese a que se le preguntó expresamente, ante lo cual dijo: "Desaciertos, pues los críticos del PAN los han señalado con puntualidad, la verdad ahí en esa pregunta pues paso".
El candidato del PAN precisó que está a favor de la no intervención y de la autodeterminación de los pueblos, pero en casos extremos sí estaría de acuerdo con algún tipo de intervención, específicamente cuando se dan casos de masacres o genocidios como ha ocurrido en África o Europa: "La verdad es que es imperdonable que no haya intervención humana".
La retórica de Calderón
Calderón ha insultado a los disidentes del neoliberalismo afirmando que “manipulan la información o tienen odio al progreso y son acomplejados”, y en lugar de reconocer los dramáticos problemas de pobreza y marginación que conlleva ese modelo, se dedica a insultar a los gobiernos de países como Cuba y Venezuela.
En el año 2000, cuando su partido enfrentó serias críticas por su pretensión de castigar el aborto en caso de violación, Calderón fue invitado a un programa de televisión y, cuestionado sobre el tema, respondió atacando a una lideresa priísta que en ese tiempo enfrentaba problemas legales.
También en 2000, Calderón defendió la pretensión foxista de gravar con el impuesto al valor agregado las medicinas y los alimentos. Según él, se necesitaban grandes recursos públicos para resolver los problemas sociales de México, por lo cual era necesario recaudar más para el gobierno foxista a costa de aumentos en los productos de primera necesidad. Pero, paradójicamente, Calderón ha estado en contra de las políticas que él llama “populistas”, que implican el uso de los recursos públicos para beneficio de los que menos tienen.
En lugar de enfrentar las críticas por el apoyo que le brindó el derechista presidente español José Aznar, violando las leyes mexicanas, se ha dedicado a cuestionar un pretendido apoyo de personajes de Venezuela a la campaña de López Obrador. Pero, finalmente, la participación de Aznar dejó muy claro el carácter derechista del PAN, lo cual los dirigentes de ese partido se niegan a aceptar.
Y así, cuando en su campaña se le cuestiona sobre algún aspecto de su partido o del gobierno foxista, quiere salirse por la tangente insultando a alguien, con lo que parecería seguir la pobre escuela de su mentor Castillo Peraza, a quien tan desastrosos resultados produjo en 1997 en su campaña al gobierno de la capital.
Quizás esa retórica visceral esté tan arraigada en la forma de ser de Calderón que ni siquiera sea consciente ya de ella, el caso es que en una entrevista que concedió al periodista Carlos Loret de Mola en febrero de 2006, este insistió en cuestionarlo sobre sus relaciones con la familia presidencial y sobre los abusos que se les atribuyen.
En el primer intento de Loret de Mola, Calderón respondió atacando al gobierno de la ciudad de México porque según él no invierte en el Metro; en el segundo, contestó elogiándose él mismo con la frase de que tiene “las manos limpias” y se dedicó a cuestionar a Obrador, pero sin aludir siquiera a la pregunta del periodista; en un tercer intento, donde se le pidió responder “ya sin rodeos” , admitió que las autoridades deben investigar los hechos, pero a la vez sugirió que “si son inocentes y no hay pruebas que puedan fincar un caso legal, que también se les deje de molestar y de señalar sin fundamentos”.
Interrogado de nuevo acerca de su relación con Martha Sahagún, reconoció ser su amigo y conocerla “de hace muchísimo tiempo, desde que ella era pues simplemente una militante del PAN, en Zamora y luego en Celaya…” y al ser cuestionado sobre el destino que en su sexenio esperaría a Sahagún y a Fox, afirmó que ella ejercería su “liderazgo social” en Guanjuato y que Fox de dedicaría a cuidar su rancho, porque "al ojo del amo, engorda el caballo".
Es decir, Calderón intentó usar todos los trucos posibles para evadir preguntas comprometedoras y finalmente tuvo que admitir veladamente que él no cuestionaría a los Fox, por el contrario, les ofrecería impunidad para todas las irregularidades que pudieron haber cometido, a fin de que vivan tranquilamente en un rancho en el que, además, han invertido dinero del erario público.
Por su parte, Marta Sahagún está apoyando la campaña de Calderón mediante organizaciones que fueron favorecidas por su fundación Vamos México. “Desde los primeros días de febrero comenzó a actuar la propia Marta Sahagún. Sí, la esposa del presidente de la República, Vicente Fox, ha logrado colarse, también, a la campaña de Calderón, lo hace a través de su controvertida Fundación Vamos México, pero de manera subrepticia: varias organizaciones sociales, de las llamadas instituciones de asistencia privada (IAP) que a lo largo del sexenio foxista se han visto beneficiadas por la señora Fox con donativos económicos y en especie, se han filtrado a la campaña calderonista. Fue el 31 de enero de este año que se formalizó la injerencia de esas estructuras en la campaña de Felipe. El acuerdo de fusión quedó enmarcado en lo que hoy se conoce como la Gran Alianza Ciudadana de Felipe Calderón rumbo a la elección presidencial de julio entrante. De un total de 50 firmantes de dicha alianza, al menos una decena de éstos ha tenido que ver con la Fundación Vamos México a lo largo de cinco años….”
Como publicó la revista Proceso el 13 de marzo de 2006, en Michoacán la Línea Estrella Blanca, que ha tenido tratos con Vamos México, brindó apoyo a Calderón para transportar gente a sus actos de campaña.
Confiando en la protección que la Secretaría de Gobernación les está brindando a los panistas al hacer un uso selectivo de la información confidencial, Calderón reitera que él tiene las “manos limpias” de hechos de corrupción, pero son inocultables sus tendencias nepotistas así como beneficios que ha obtenido de la gestión pública, por ejemplo, favoreciéndose a sí mismo en la obtención de préstamos personales cuando fue titular de Banobras, sin cumplir siquiera con la antigüedad en el empleo para ello requerida.
Calderón al igual que Luis Pazos apoyaron desde el gobierno el otorgamiento de varios millones de pesos al Comité Nacional Provida, grupo ultraderechista que malgastó esos recursos, involucrándose en un problema legal del cual fueron sospechosamente exonerados por el gobierno foxista a principios de este año, a fin de complacer a sus bases ultraderechistas en el marco de la contienda electoral.
El hasta hace poco responsable de la imagen publicitaria de Calderón, y quien desempeñó el mismo papel en la de Fox, en el año 2000, Francisco Ortiz Ortiz ha sido señalado como uno de los millonarios producto del foxismo, a la vez que su demagogia ha resultado ineficaz para mejorar las expectativas electorales del panista, el escenario de una sociedad mucho más consciente del significado de los proyectos derechistas, por los cuales ha sido muy golpeada.
De acuerdo con evidencias difundidas por una estación de radio, Calderón ha recibido del sector empresarial mucho más dinero del que reconoce haber recaudado.
Por otra parte, en 2006, la entonces directora del DIF nacional, y luego titular de Sedesol, Ana Teresa Aranda fue acusada por sus propios compañeros de partido de haber usado recursos públicos para favorecer la precandidatura de Felipe Calderón, triunfador l proceso. (El Universal, 7 de enero de 2006).
El equipo de Alberto Cárdenas, otro precandidato del PAN, dio a conocer en enero de 2006 una lista de vehículos, obtenida a través del IFAI, que el DIF nacional entregó a nueve municipios poblanos para favorecer la votación para Calderón, denuncia a la que se sumaron los partidarios de Santiago Creel, el otro precandidato perdedor.
Se ha comentado que gracias a su amistad con la esposa de Fox, Aranda ascendida del DIF a la Sedesol, a pesar de su pésima gestión en la dependencia encargada de la familia, donde se dedicó a promover redes y eventos derechistas internacionales.
El 23 de marzo de 2006, en una entrevista con Multimedios Televisión, Calderón recurrió de nuevo a una retórica contradictoria en la que aparentaba criticar al gobierno de Fox y a la vez lo defendía. Por ejemplo, “se desmarcó de la familia presidencial, aunque consideró una exageración las investigaciones realizadas a los hijos de Martha Sahagún”.
Asimismo, dijo que si él estuviera en el lugar de Vicente Fox, habría ido a la mina de Pasta de Conchos a brindar apoyo, pero “estimó poco responsable la postura de los partidos y sus aspirantes, de criticar al presidente Vicente Fox, por no acudir a la mina Pasta de Conchos, tras la explosión del 19 de febrero”. Con ello, Calderón pretendía quedar bien con la gente al señalar un error de Fox pero a la vez, incongruentemente, atacaba a quienes desde la oposición habían señalado el mismo error.
De manera oportunista “Insistió en la necesidad de separar el estado de la iglesia y no permitir más intromisión religiosa en la capacitación del personal del Gobierno Federal, por la realización de cursos de capacitación a empleados federales, con un tinte religioso”. Sin embargo, Calderón recibe el apoyo de los conservadores panistas que impulsan ese adoctrinamiento.
De acuerdo con la agencia NotieSe, a fines de marzo de 2006, Calderón se negó a reunirse con organizaciones de derechos humanos, presumiblemente para evitar críticas sobre la Ley Televisa, y para no tener que expresar opiniones sobre temas relativos a los derechos sexuales y reproductivos. Para evadir ese compromiso, el panista alegó falsamente que “cancelaría todas sus actividades proselitistas, lo cual, según informaciones de la propia prensa, resultó falso”. Se evidenció también que Calderón rechaza los foros donde lo puedan criticar, y concentra su campaña en la publicidad en medios electrónicos y en reuniones con panistas o con los sectores que le son favorables.
Nepotismo conservador
Dado su acendrado nepotismo, no es creíble la promesa de Calderón de que no caerá en el modelo foxista de la familia presidencial.
Hija del dirigente panista Diego Zavala Pérez, Margarita Zavala Gómez del Campo, esposa de Calderón, ha tenido un acceso privilegiado a la política partidista, de tal suerte que dispuso de una diputación plurinominal, privilegio que implica tener prácticamente asegurado el cargo sin tener que ganarse el voto popular.
También dirigente de las mujeres panistas, Margarita Esther Zavala se ha mostrado evasiva en algunas entrevistas que le han hecho luego de la elección de su esposo como candidato panista a la presidencia.
En una de ellas afirmaba que una de las primeras cosas que llevaría a la residencia presidencial sería la imagen de la Virgen de Guadalupe, a la vez que se declaraba decididamente antiabortista, como parte de “los principios y valores que tengo como persona, en los cuales, entre muchas otras cosas, se defiende el derecho a la vida”. Reiterando las consignas derechistas, afirmaba también que las prioridades nacionales son “la seguridad y el empleo”.
Al igual que los principales dirigentes de ese partido, de raíces católicas, Margarita tiene arraigadas concepciones conservadoras en temas como la diversidad sexual, el aborto y el uso de anticonceptivos, pero renuente a pagar el costo político que ellas implican, ante la prensa ha tratado de evadir esos temas.
Con una truculencia que no engañó a los medios, en mayo de 2003, Zavala negaba que en el PAN existieran temas prohibidos, pero a la vez evitó entrar en la discusión de temas como el uso del condón, palabra que no apareció en los proyectos de salud de la plataforma panista.
Juan Ignacio Zavala Gómez del Campo, cuñado del candidato panista, ha ocupado altos cargos como resultado del acceso de ese partido al poder, pues ha sido director de información de la presidencia, así como vocero de su partido.
Luisa María de Guadalupe Calderón Hinojosa, hermana de Felipe, dice haber “nacido en la política”, ya que a los 8 años de edad cuidó su primera casilla electoral. (Cimac, 20 al 26 de junio de 2000). Semanas antes de iniciarse la contienda intena por la candidatura del PAN, Luisa María afirmaba que los primeros panistas de la entidad eran “«familias selectas» que se reunían los domingos para orar y adoctrinar a las nuevas generaciones” (Cambio de Michoacán, 19 de febrero de 2006).
Luisa María fue diputada local en Michoacán en 1983, diputada federal y es senadora plurinominal. Ha mantenido una actitud similar a la de su hermano en torno a los abusos de Marta Sahagún, de quien en 2004 (Cambio de Michoacán, 14 de mayo de 2004) decía que "Marta no es la esposa silenciosa del presidente de la República, lo que ha hecho es darle un nivel profesional al papel de la esposa del mandatario".
Juan Luis Calderón, hermano de Felipe, también ha sido diputado y cuando este era secretario de Energía, Juan Luis trabajó en la Comisión Nacional del Agua; luego de la renuncia de Calderón a su cargo, se incorporó al ayuntamiento de Morelia como responsable del Organismo Operador de Agua Potable y Saneamiento. El 10 de febrero de 2006, el dirigente estatal del Partido del Trabajo, Alfredo Zalce, acusó a Juan Luis Calderón de no atender las demandas de "más de 66 colonias" irregulares de la ciudad.
Gabriel Hinojosa, cuestionado exalcalde de Puebla que a mediados de la década pasada acosaba a pordioseros, ancianos, prostitutas y sindicalistas, es primo hermano de Felipe Calderón, lo mismo que Guadalupe Hinojosa Rivero, ex funcionaria del Instituto Nacional de Migración en Puebla.
Otro primo de Calderón Hinojosa, José Carlos Lara Hinojosa, es su coordinador de campaña en el sur de Veracruz. El pariente del candidato panista ha dicho que “…las dirigencias municipales están solicitándole el apoyo a la militancia para así poder costear la campaña de Felipe Calderón, porque el candidato se ha dado cuenta que cuando las cosas cuestan se les pone más empeño.
Por su parte, Mariana Gómez del Campo, de 25 años, sobrina política del candidato panista y colaboradora de su campaña, es diputada local a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) y en 2004, fue activa promotora de la propaganda referente a la “inseguridad pública” en la ciudad de México, que disfrazaba una escalada propagandística contra el gobierno capitalino encabezado por López Obrador.
Según los datos personales que de ella difunde el PAN, participa en ese partido desde 1994, y en la Secretaría Nacional de Acción Juvenil en 1997, 1999 y del 2004 a la fecha. En el 2000 fue Diputada Suplente en formula con Miguel Ángel Toscano. Posteriormente fungió como Secretaria Particular del entonces Presidente del PAN capitalino, José Luis Luege Tamargo, y forma parte del Consejo Regional del PAN en el DF desde el 2004.
Actualmente es Diputada electa de mayoría relativa en el Distrito XX Local que comprende las delegaciones Benito Juárez y Álvaro Obregón, es Presidenta de la Comisión de Juventud, Vicepresidenta de la Comisión Deporte e integrante de las comisiones de Transporte y Desarrollo Metropolitano. Asimismo se desempeña como Coordinadora de la Campaña de Jóvenes del Candidato Presidencial del PAN Felipe Calderón Hinojosa.
Exjefe de la sobrina de Calderón, Luege ha sido dirigente de grupos ultraderechistas como el Dhiac, y en cìrculos panistas, que aluden a la doble moral imperante en el blanquiazul, se le atribuye una relación sentimental con ella.
En noviembre de 2005, Felipe Calderón apadrinó en el Foro Cultural Siqueiros la presentación del informe de actividades de Mariana, a quien prodigó amplios elogios.
La costosa presentación incluyó un espectáculo de luz y sonido sobre los murales del pintor David Alfaro Siqueiros. Además, se exhibió un video en el que “sobraban los comentarios positivos al trabajo de la diputada local y las críticas al gobierno perredista, a las que se unió Calderón en su mensaje”, añadiendo “me felicito de contar con una diputada que responde". (La Jornada, 18 de noviembre de 2005).
Cuando los reporteros preguntaron a la diputada local el costo de la renta del Polyforum, respondió que no se acordaba, "pero es mi lana y yo puedo hacer con mi lana lo que quiera".
En febrero de 2006, participó en la reunión de Calderón con estudiantes de la Unitec, donde, según crónicas periodísticas, se dedicó a reprimir verbalmente a los jóvenes que se manifestaban en contra del candidato presidencial panista.
En abril de 2006, Mariana Gómez del Campo y la esposa de Calderón presidieron un evento proselitista nada menos que en una discoteca, donde evidenciaron la mezcla de abuso y frivolidad que caracteriza el estilo de la derecha neoliberal.
Gómez del Campo ideó sacar provecho de los simpatizantes del PAN vendiéndoles una línea de ropa deportiva y otros artículos que llevaría la inicial del candidato así como lemas sin contenido pero con interjecciones tomadas de la forma de hablar de los jóvenes, como: "Felipe sí es neta", "Vota por Felipe, wey".
La presentación de las prendas se organizó en la discoteca capitalina Bulldog, conocida por su elitismo, en un evento donde hubo música, luces neón y bebidas alcohólicas.
Margarita Zavala dijo refiriéndose al acto que "salvar a México puede ser algo divertido", en alusión a la participación de los jóvenes en las campañas políticas.
No asistió Calderón, pero sí el candidato panista al gobierno capitalino, Demetrio Sodi, quien ese mismo día había estado promoviendo su proyecto de privatizar algunos cuerpos policíacos.
El 4 de marzo de 2006, en un mitin en el Estado de México, donde fiel a su costumbre, Calderón Hinojosa se dedicó a insultar a otros políticos, en este caso el gobernador priísta Enrique Peña Nieto, el candidato panista contó con la colaboración de su hija de 9 años, María Calderón Zavala, quien continuando con la deplorable tradición familiar se dedicó a repartir a las niñas de la localidad pulseras con propaganda de su papá.
Calderón, candidato derechista
Edgar González Ruiz
(Publicado en Quehacer Político (Nueva Epoca), Año I, No 2, 9 de abril de 2006)
De orígenes y tendencias conservadoras, sin carisma ni propuestas atractivas para la ciudadanía, cuestionado por los tramposos manejos financieros usuales en el medio empresarial, Felipe Calderón Hinojosa es el candidato presidencial del oficialismo derechista, que pretende llegar al poder gracias al apoyo del gobierno mexicano, de la derecha internacional y de una costosa publicidad.
Nacido en Morelia, en 1962, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa es hijo de uno de los fundadores del PAN, Luis Calderón Vega, quien militó en organizaciones de la ultraderecha católica como la Unión Nacional de Estudiantes Católicos y la Unión Social de Empresarios Mexicanos, USEM.
En 1988 Felipe Calderón fue Representante a la Asamblea del Distrito Federal. De 1991 a 1994 fue Diputado Federal y como tal defendió muchas de las reformas derechistas de Salinas, en materia de política económica y de relaciones con el clero. En 1993 fue Secretario General del PAN, bajo la presidencia de Carlos Castillo Peraza, uno de los grandes aliados del criminal expresidente Carlos Salinas de Gortari. En aquellos tiempos, Calderón reaccionaba enfurecido ante quienes criticaban las tendencias oscurantistas dentro de su partido y en especial los excesos “moralizantes” de los alcaldes panistas que se dedicaban a prohibir espectáculos, modas y revistas de contenido “obsceno” Fue la actitud que ese año adoptó en una presentación de la revista Mundo, donde descalificó la investigación sobre los grupos ultraderechistas actuantes en su partido. Panistas como Calderón Hinojosa sabían perfectamente en ese tiempo del predominio en su partido de grupos reaccionarios públicos y secretos, nacionales e internacionales. Sin embargo, públicamente negaban esos hechos y atribuían tales señalamientos a la intención de desvirtuar al PAN y esto fue lo que hicieron en 1995 cuando personajes vinculados a tales grupos llegaron al poder en varios ayuntamientos de Jalisco.
También en 95, Calderón fue electo candidato a Gobernador del Estado de Michoacán. Su campaña prefiguró en sus principales aspectos la que ahora lleva a cabo para la presidencia de la República. En ese tiempo, como hoy, el panista encontró sus principales apoyos en grupos conservadores, jerarcas religiosos y empresarios.
La jerarquía católica de Michoacán recurrió a los Talleres de Fe y Política para apoyar a los candidatos panistas en las elecciones estatales de noviembre de 1995 y en vísperas de ellas, los feligreses podían leer en el interior de la Catedral Metropolitana un letrero de la Pastoral Salud y Vida y de la Pastoral Juvenil donde se les exhortaba a que antes de votar pensaran si su candidato era partidario de “la vida desde la concepción”, así como de la “integridad” de la mujer, de la familia y de la “moralización del ambiente”. Con esas consignas buscaban beneficiar al PAN y a sus candidatos, que se identificaban con ellas.
El 10 de agosto del 95, los obispos michoacanos habían estado difundiendo un documento de propaganda derechista cuyo título, más que elocuente, era “La Responsabilidad de los cristianos de elegir a favor de la vida”, pese a lo cual, no ganó Calderón las elecciones estatales.
El panista usaba, como lo hace ahora, una retórica basada en el insulto contra sus adversarios, a quienes en ese tiempo amenazaba en su propaganda con “amarrarles las manos” para que no saquearan el erario. Paradójicamente, los panistas que hoy gobiernan nuestro país, y en especial la llamada familia presidencial, encabezada por Martha Sahagún ha hecho gala de ilícito enriquecimiento, y a extremos alarmantes ha saqueado el país haciendo ostentación a la vez de un derroche vicioso e irracional que pone de manifiesto su falta de cultura y de sensibilidad. Actualmente, cuando se le cuestiona a Calderón sobre esos hechos, pretende desviar la atención insultando a líderes del PRD o del PRI, pero sigue beneficiándose del apoyo que le brindan los corruptos gobernantes panistas.
En 1996 fue electo Presidente Nacional del PAN para el periodo 1996-1999, cargo en el cual enfrentó críticas y conflictos por sus actitudes prepotentes y autoritarias. Por ejemplo, en 1997 se produjo una escisión en el panismo del estado de Sonora, en la cual el hoy presidente de ese partido, el ultraderechista Manuel Espino y Calderón Hinojosa se confabularon contra el dirigente histórico Adalberto Rosas. Luego de su conflictiva gestión, Calderón fue sustituido por Luis Felipe Bravo Mena, quien al igual que el actual presidente del PAN pertenece a una organización secreta de la ultraderecha.
Desde 1998 ha sido vicepresidente de la Internacional Demócrata Cristiana (IDC), organización que reúne a muchos de los exponentes de las corrientes derechistas del Continente: sean antichavistas, anticastristas, o personajes del conservadurismo católico, como la hoy candidata presidencial de Perú, Lourdes Flores, quien al igual que Calderón reivindica la moral sexual del catolicismo, a la vez que las prioridades plutocráticas. Si bien Flores usa el hecho de ser mujer para engañar al electorado haciéndole creer que es partidaria de la equidad de género, su campaña tiene similitudes con la de Calderón, como es el apoyo mediático que recibe, la elaboración de encuestas no creíbles y su distanciamiento de las preocupaciones populares.
Fue coordinador de la bancada panista luego de las elecciones del 2000 hasta febrero de 2003, cuando la abandonó para ocupar la dirección de Banobras. Después lo nombraron secretario de Energía, donde hizo notar su simpatía hacia la privatización de Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Su oferta electoral
Como bien ha resumido un medio de su natal Michoacán, Calderón “acostumbra ir a misa los domingos, y al igual que Vicente Fox, conoce perfectamente el uso de la mercadotecnia” (Xòchitl Vázquez Pallares Cambio de Michoacán, 9 de Febrero de 2006).
Calderón triunfó en la contienda interna del PAN para designar a su candidato presidencial gracias al apoyo que recibió de sectores clericales arraigados en ese partido, y que siguen siendo sus principales interlocutores, al igual que los grandes empresarios y banqueros.
A esos círculos, Calderón, quien encarna la alianza del conservadurismo católico con la derecha neoliberal, les ofrece todo tipo de privilegios, al grado de que en el escándalo del Hotel María Isabel, castigado por el gobierno capitalino por haber violado las leyes mexicanas en obediencia a dictados estadounidenses, el panista defendió los intereses de esa empresa extranjera e incluso sugirió que por ser tan importante no se le debería molestar.
Una de las principales consignas de la campaña de Calderón ha sido el combate a la inseguridad, entendida principalmente como la persecución policial contra los secuestradores y contra quienes cometan delitos contra la propiedad. Evidentemente, no es la prioridad para quienes carecen de empleo y de recursos, para quienes no han amasado fortunas mediante abusos comerciales o en el ejercicio de la política.
Calderón se dedica a adjetivar como “populista” a quienes, como Andrés Manuel López Obrador, subsidian la economía de las familias y personas más necesitadas, como los ancianos, a lo que Calderón suele argumentar falazmente que “no hay dinero para hacerlo”.
Más aún, en su propaganda de campaña ha recurrido a los ataques contra la imagen del presidente venezolano, a quien por sus proyectos de beneficio social, Calderón identifica como “populista” al igual que a AMLO.
Consciente del rechazo popular a la tradición conservadora que él representa, Calderón ha ofrecido como parte de sus ofertas electorales el respeto al estado laico, pero no es una promesa creíble, pues en tal caso Calderón no apoyaría la gestión de funcionarios opuestos al laicismo, como Carlos Abascal, Ana Teresa Aranda, Francisco Salazar Sáenz y muchos otros.
En otras épocas, cuando era dirigente nacional del PAN, Calderón solía proclamar sus convicciones, como en septiembre de 1997, cuando al conmemorar la independencia de México lanzó vivas a la Virgen de Guadalupe y a Iturbide, uno de los principales emblemas históricos del conservadurismo católico.
En febrero de 2006, Calderón fue cuestionado por estudiantes de la Universidad Tecnológica. UNITEC, al presentarse en esa escuela privada. Uno de los alumnos le espetó: ¿Usted va a seguir siendo un cachorro del Imperio o se va a poner los pantalones y va a hacer algo en contra de Estados Unidos?
Calderón trató de salirse por la tangente, evitando enfrentar el tema de la subordinación a la política exterior de Bush, y sugirió nada menos que la privatización de PEMEX para evitar la “dependencia” del petróleo tejano.
Añadió, además de ataques contra AMLO, un discurso de “superación personal” al estilo de los predicadores del éxito económico: “La mentalidad que hace falta con un mundo que cambió es no acomplejarse, no achicarse y lo que hay que hacer es tener la mentalidad del México que viene, que es el mío, es el que yo quiero… yo también quiero jóvenes en México campeones del mundo y lo vamos a tener si sabemos aprovechar el potencial que tenemos”.
A pesar de que el gobierno foxista se ha distinguido por otorgar privilegios a los empresarios y restarles derechos a los trabajadores, alegó que “…por muchos rollos, prejuicios del Imperio, etc., aquí nos dedicamos a espantar toda posibilidad de inversión y qué pasó...se fue para allá. (para Estados Unidos)…” .
Otro alumno le hizo notar que el PAN apoyaba a los jóvenes pero sólo a los egresados de universidades privadas de élite o recomendados por el sector patronal.
En su respuesta Calderón tramposamente evitó reconocer el hecho a la vez que atacó a PEMEX y a su sindicato, sin que eso viniera al caso.
El 25 de marzo de 2006, en un acto proselitista en el municipio de San Nicolás de los Garza, en Nuevo León, considerado un bastión del panismo, Calderón respondió a las críticas de empresarios que le señalaron que su campaña no era exitosa, que para ganar recurriría a una "estrategia mercadológica" y que procedería "evidenciando los riesgos" que representaría para el país la elección del perredista sobre "las ventajas de que yo gane". En otras palabras, como él mismo reconoce, su estrategia, acorde con los principios capitalistas que sustenta, consiste en engañar a los votantes mediante trucos publicitarios, como los que se usan para vender una mercancía.
La escasa asistencia al acto, según reseñó el periódico La Jornada, desconcertó a viejos militantes panistas, “pues mientras los organizadores esperaban 5 mil personas, empleados de la delegación estatal de Gobernación reportaron mil 100 asistentes, al tiempo que reporteros locales estimaron en menos de mil los presentes, la sexta parte de los que hace un mes congregó López Obrador frente al palacio de gobierno”.
La alocución de Calderón ante empresarios del transporte “pareció más una plática de superación personal -dirigida en este caso a un segmento de la población que daba la impresión de no necesitarla- con insistentes alusiones a la necesidad de fomentar un "México triunfador, que no agacha la cabeza ante nadie, un México campeón del mundo"…”.
El 29 de marzo de 2006, al reunirse con el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi) presidido por embajador Andrés Rozental, Calderón insinuó que seguiría una política exterior de injerencia en los asuntos de otros países, señaló que buscaría la participación de México en el Consejo de Seguridad de la ONU, y señaló como “aciertos” del gobierno de Fox la “defensa de los derechos humanos a nivel internacional”, consigna que el gobierno foxista ha usado contra Cuba y Venezuela; así como la organización de foros internacionales en el territorio mexicano, sin destacar que muchos de ellos, como el llamado Foro Etico Mundial celebrado en varias ciudades del país a principios de 2006, han sido eventos de fuerzas ultraderechistas.
Sin embargo, se negó a reconocer o señalar errores de Fox en materia internacional, pese a que se le preguntó expresamente, ante lo cual dijo: "Desaciertos, pues los críticos del PAN los han señalado con puntualidad, la verdad ahí en esa pregunta pues paso".
El candidato del PAN precisó que está a favor de la no intervención y de la autodeterminación de los pueblos, pero en casos extremos sí estaría de acuerdo con algún tipo de intervención, específicamente cuando se dan casos de masacres o genocidios como ha ocurrido en África o Europa: "La verdad es que es imperdonable que no haya intervención humana".
La retórica de Calderón
Calderón ha insultado a los disidentes del neoliberalismo afirmando que “manipulan la información o tienen odio al progreso y son acomplejados”, y en lugar de reconocer los dramáticos problemas de pobreza y marginación que conlleva ese modelo, se dedica a insultar a los gobiernos de países como Cuba y Venezuela.
En el año 2000, cuando su partido enfrentó serias críticas por su pretensión de castigar el aborto en caso de violación, Calderón fue invitado a un programa de televisión y, cuestionado sobre el tema, respondió atacando a una lideresa priísta que en ese tiempo enfrentaba problemas legales.
También en 2000, Calderón defendió la pretensión foxista de gravar con el impuesto al valor agregado las medicinas y los alimentos. Según él, se necesitaban grandes recursos públicos para resolver los problemas sociales de México, por lo cual era necesario recaudar más para el gobierno foxista a costa de aumentos en los productos de primera necesidad. Pero, paradójicamente, Calderón ha estado en contra de las políticas que él llama “populistas”, que implican el uso de los recursos públicos para beneficio de los que menos tienen.
En lugar de enfrentar las críticas por el apoyo que le brindó el derechista presidente español José Aznar, violando las leyes mexicanas, se ha dedicado a cuestionar un pretendido apoyo de personajes de Venezuela a la campaña de López Obrador. Pero, finalmente, la participación de Aznar dejó muy claro el carácter derechista del PAN, lo cual los dirigentes de ese partido se niegan a aceptar.
Y así, cuando en su campaña se le cuestiona sobre algún aspecto de su partido o del gobierno foxista, quiere salirse por la tangente insultando a alguien, con lo que parecería seguir la pobre escuela de su mentor Castillo Peraza, a quien tan desastrosos resultados produjo en 1997 en su campaña al gobierno de la capital.
Quizás esa retórica visceral esté tan arraigada en la forma de ser de Calderón que ni siquiera sea consciente ya de ella, el caso es que en una entrevista que concedió al periodista Carlos Loret de Mola en febrero de 2006, este insistió en cuestionarlo sobre sus relaciones con la familia presidencial y sobre los abusos que se les atribuyen.
En el primer intento de Loret de Mola, Calderón respondió atacando al gobierno de la ciudad de México porque según él no invierte en el Metro; en el segundo, contestó elogiándose él mismo con la frase de que tiene “las manos limpias” y se dedicó a cuestionar a Obrador, pero sin aludir siquiera a la pregunta del periodista; en un tercer intento, donde se le pidió responder “ya sin rodeos” , admitió que las autoridades deben investigar los hechos, pero a la vez sugirió que “si son inocentes y no hay pruebas que puedan fincar un caso legal, que también se les deje de molestar y de señalar sin fundamentos”.
Interrogado de nuevo acerca de su relación con Martha Sahagún, reconoció ser su amigo y conocerla “de hace muchísimo tiempo, desde que ella era pues simplemente una militante del PAN, en Zamora y luego en Celaya…” y al ser cuestionado sobre el destino que en su sexenio esperaría a Sahagún y a Fox, afirmó que ella ejercería su “liderazgo social” en Guanjuato y que Fox de dedicaría a cuidar su rancho, porque "al ojo del amo, engorda el caballo".
Es decir, Calderón intentó usar todos los trucos posibles para evadir preguntas comprometedoras y finalmente tuvo que admitir veladamente que él no cuestionaría a los Fox, por el contrario, les ofrecería impunidad para todas las irregularidades que pudieron haber cometido, a fin de que vivan tranquilamente en un rancho en el que, además, han invertido dinero del erario público.
Por su parte, Marta Sahagún está apoyando la campaña de Calderón mediante organizaciones que fueron favorecidas por su fundación Vamos México. “Desde los primeros días de febrero comenzó a actuar la propia Marta Sahagún. Sí, la esposa del presidente de la República, Vicente Fox, ha logrado colarse, también, a la campaña de Calderón, lo hace a través de su controvertida Fundación Vamos México, pero de manera subrepticia: varias organizaciones sociales, de las llamadas instituciones de asistencia privada (IAP) que a lo largo del sexenio foxista se han visto beneficiadas por la señora Fox con donativos económicos y en especie, se han filtrado a la campaña calderonista. Fue el 31 de enero de este año que se formalizó la injerencia de esas estructuras en la campaña de Felipe. El acuerdo de fusión quedó enmarcado en lo que hoy se conoce como la Gran Alianza Ciudadana de Felipe Calderón rumbo a la elección presidencial de julio entrante. De un total de 50 firmantes de dicha alianza, al menos una decena de éstos ha tenido que ver con la Fundación Vamos México a lo largo de cinco años….”
Como publicó la revista Proceso el 13 de marzo de 2006, en Michoacán la Línea Estrella Blanca, que ha tenido tratos con Vamos México, brindó apoyo a Calderón para transportar gente a sus actos de campaña.
Confiando en la protección que la Secretaría de Gobernación les está brindando a los panistas al hacer un uso selectivo de la información confidencial, Calderón reitera que él tiene las “manos limpias” de hechos de corrupción, pero son inocultables sus tendencias nepotistas así como beneficios que ha obtenido de la gestión pública, por ejemplo, favoreciéndose a sí mismo en la obtención de préstamos personales cuando fue titular de Banobras, sin cumplir siquiera con la antigüedad en el empleo para ello requerida.
Calderón al igual que Luis Pazos apoyaron desde el gobierno el otorgamiento de varios millones de pesos al Comité Nacional Provida, grupo ultraderechista que malgastó esos recursos, involucrándose en un problema legal del cual fueron sospechosamente exonerados por el gobierno foxista a principios de este año, a fin de complacer a sus bases ultraderechistas en el marco de la contienda electoral.
El hasta hace poco responsable de la imagen publicitaria de Calderón, y quien desempeñó el mismo papel en la de Fox, en el año 2000, Francisco Ortiz Ortiz ha sido señalado como uno de los millonarios producto del foxismo, a la vez que su demagogia ha resultado ineficaz para mejorar las expectativas electorales del panista, el escenario de una sociedad mucho más consciente del significado de los proyectos derechistas, por los cuales ha sido muy golpeada.
De acuerdo con evidencias difundidas por una estación de radio, Calderón ha recibido del sector empresarial mucho más dinero del que reconoce haber recaudado.
Por otra parte, en 2006, la entonces directora del DIF nacional, y luego titular de Sedesol, Ana Teresa Aranda fue acusada por sus propios compañeros de partido de haber usado recursos públicos para favorecer la precandidatura de Felipe Calderón, triunfador l proceso. (El Universal, 7 de enero de 2006).
El equipo de Alberto Cárdenas, otro precandidato del PAN, dio a conocer en enero de 2006 una lista de vehículos, obtenida a través del IFAI, que el DIF nacional entregó a nueve municipios poblanos para favorecer la votación para Calderón, denuncia a la que se sumaron los partidarios de Santiago Creel, el otro precandidato perdedor.
Se ha comentado que gracias a su amistad con la esposa de Fox, Aranda ascendida del DIF a la Sedesol, a pesar de su pésima gestión en la dependencia encargada de la familia, donde se dedicó a promover redes y eventos derechistas internacionales.
El 23 de marzo de 2006, en una entrevista con Multimedios Televisión, Calderón recurrió de nuevo a una retórica contradictoria en la que aparentaba criticar al gobierno de Fox y a la vez lo defendía. Por ejemplo, “se desmarcó de la familia presidencial, aunque consideró una exageración las investigaciones realizadas a los hijos de Martha Sahagún”.
Asimismo, dijo que si él estuviera en el lugar de Vicente Fox, habría ido a la mina de Pasta de Conchos a brindar apoyo, pero “estimó poco responsable la postura de los partidos y sus aspirantes, de criticar al presidente Vicente Fox, por no acudir a la mina Pasta de Conchos, tras la explosión del 19 de febrero”. Con ello, Calderón pretendía quedar bien con la gente al señalar un error de Fox pero a la vez, incongruentemente, atacaba a quienes desde la oposición habían señalado el mismo error.
De manera oportunista “Insistió en la necesidad de separar el estado de la iglesia y no permitir más intromisión religiosa en la capacitación del personal del Gobierno Federal, por la realización de cursos de capacitación a empleados federales, con un tinte religioso”. Sin embargo, Calderón recibe el apoyo de los conservadores panistas que impulsan ese adoctrinamiento.
De acuerdo con la agencia NotieSe, a fines de marzo de 2006, Calderón se negó a reunirse con organizaciones de derechos humanos, presumiblemente para evitar críticas sobre la Ley Televisa, y para no tener que expresar opiniones sobre temas relativos a los derechos sexuales y reproductivos. Para evadir ese compromiso, el panista alegó falsamente que “cancelaría todas sus actividades proselitistas, lo cual, según informaciones de la propia prensa, resultó falso”. Se evidenció también que Calderón rechaza los foros donde lo puedan criticar, y concentra su campaña en la publicidad en medios electrónicos y en reuniones con panistas o con los sectores que le son favorables.
Nepotismo conservador
Dado su acendrado nepotismo, no es creíble la promesa de Calderón de que no caerá en el modelo foxista de la familia presidencial.
Hija del dirigente panista Diego Zavala Pérez, Margarita Zavala Gómez del Campo, esposa de Calderón, ha tenido un acceso privilegiado a la política partidista, de tal suerte que dispuso de una diputación plurinominal, privilegio que implica tener prácticamente asegurado el cargo sin tener que ganarse el voto popular.
También dirigente de las mujeres panistas, Margarita Esther Zavala se ha mostrado evasiva en algunas entrevistas que le han hecho luego de la elección de su esposo como candidato panista a la presidencia.
En una de ellas afirmaba que una de las primeras cosas que llevaría a la residencia presidencial sería la imagen de la Virgen de Guadalupe, a la vez que se declaraba decididamente antiabortista, como parte de “los principios y valores que tengo como persona, en los cuales, entre muchas otras cosas, se defiende el derecho a la vida”. Reiterando las consignas derechistas, afirmaba también que las prioridades nacionales son “la seguridad y el empleo”.
Al igual que los principales dirigentes de ese partido, de raíces católicas, Margarita tiene arraigadas concepciones conservadoras en temas como la diversidad sexual, el aborto y el uso de anticonceptivos, pero renuente a pagar el costo político que ellas implican, ante la prensa ha tratado de evadir esos temas.
Con una truculencia que no engañó a los medios, en mayo de 2003, Zavala negaba que en el PAN existieran temas prohibidos, pero a la vez evitó entrar en la discusión de temas como el uso del condón, palabra que no apareció en los proyectos de salud de la plataforma panista.
Juan Ignacio Zavala Gómez del Campo, cuñado del candidato panista, ha ocupado altos cargos como resultado del acceso de ese partido al poder, pues ha sido director de información de la presidencia, así como vocero de su partido.
Luisa María de Guadalupe Calderón Hinojosa, hermana de Felipe, dice haber “nacido en la política”, ya que a los 8 años de edad cuidó su primera casilla electoral. (Cimac, 20 al 26 de junio de 2000). Semanas antes de iniciarse la contienda intena por la candidatura del PAN, Luisa María afirmaba que los primeros panistas de la entidad eran “«familias selectas» que se reunían los domingos para orar y adoctrinar a las nuevas generaciones” (Cambio de Michoacán, 19 de febrero de 2006).
Luisa María fue diputada local en Michoacán en 1983, diputada federal y es senadora plurinominal. Ha mantenido una actitud similar a la de su hermano en torno a los abusos de Marta Sahagún, de quien en 2004 (Cambio de Michoacán, 14 de mayo de 2004) decía que "Marta no es la esposa silenciosa del presidente de la República, lo que ha hecho es darle un nivel profesional al papel de la esposa del mandatario".
Juan Luis Calderón, hermano de Felipe, también ha sido diputado y cuando este era secretario de Energía, Juan Luis trabajó en la Comisión Nacional del Agua; luego de la renuncia de Calderón a su cargo, se incorporó al ayuntamiento de Morelia como responsable del Organismo Operador de Agua Potable y Saneamiento. El 10 de febrero de 2006, el dirigente estatal del Partido del Trabajo, Alfredo Zalce, acusó a Juan Luis Calderón de no atender las demandas de "más de 66 colonias" irregulares de la ciudad.
Gabriel Hinojosa, cuestionado exalcalde de Puebla que a mediados de la década pasada acosaba a pordioseros, ancianos, prostitutas y sindicalistas, es primo hermano de Felipe Calderón, lo mismo que Guadalupe Hinojosa Rivero, ex funcionaria del Instituto Nacional de Migración en Puebla.
Otro primo de Calderón Hinojosa, José Carlos Lara Hinojosa, es su coordinador de campaña en el sur de Veracruz. El pariente del candidato panista ha dicho que “…las dirigencias municipales están solicitándole el apoyo a la militancia para así poder costear la campaña de Felipe Calderón, porque el candidato se ha dado cuenta que cuando las cosas cuestan se les pone más empeño.
Por su parte, Mariana Gómez del Campo, de 25 años, sobrina política del candidato panista y colaboradora de su campaña, es diputada local a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) y en 2004, fue activa promotora de la propaganda referente a la “inseguridad pública” en la ciudad de México, que disfrazaba una escalada propagandística contra el gobierno capitalino encabezado por López Obrador.
Según los datos personales que de ella difunde el PAN, participa en ese partido desde 1994, y en la Secretaría Nacional de Acción Juvenil en 1997, 1999 y del 2004 a la fecha. En el 2000 fue Diputada Suplente en formula con Miguel Ángel Toscano. Posteriormente fungió como Secretaria Particular del entonces Presidente del PAN capitalino, José Luis Luege Tamargo, y forma parte del Consejo Regional del PAN en el DF desde el 2004.
Actualmente es Diputada electa de mayoría relativa en el Distrito XX Local que comprende las delegaciones Benito Juárez y Álvaro Obregón, es Presidenta de la Comisión de Juventud, Vicepresidenta de la Comisión Deporte e integrante de las comisiones de Transporte y Desarrollo Metropolitano. Asimismo se desempeña como Coordinadora de la Campaña de Jóvenes del Candidato Presidencial del PAN Felipe Calderón Hinojosa.
Exjefe de la sobrina de Calderón, Luege ha sido dirigente de grupos ultraderechistas como el Dhiac, y en cìrculos panistas, que aluden a la doble moral imperante en el blanquiazul, se le atribuye una relación sentimental con ella.
En noviembre de 2005, Felipe Calderón apadrinó en el Foro Cultural Siqueiros la presentación del informe de actividades de Mariana, a quien prodigó amplios elogios.
La costosa presentación incluyó un espectáculo de luz y sonido sobre los murales del pintor David Alfaro Siqueiros. Además, se exhibió un video en el que “sobraban los comentarios positivos al trabajo de la diputada local y las críticas al gobierno perredista, a las que se unió Calderón en su mensaje”, añadiendo “me felicito de contar con una diputada que responde". (La Jornada, 18 de noviembre de 2005).
Cuando los reporteros preguntaron a la diputada local el costo de la renta del Polyforum, respondió que no se acordaba, "pero es mi lana y yo puedo hacer con mi lana lo que quiera".
En febrero de 2006, participó en la reunión de Calderón con estudiantes de la Unitec, donde, según crónicas periodísticas, se dedicó a reprimir verbalmente a los jóvenes que se manifestaban en contra del candidato presidencial panista.
En abril de 2006, Mariana Gómez del Campo y la esposa de Calderón presidieron un evento proselitista nada menos que en una discoteca, donde evidenciaron la mezcla de abuso y frivolidad que caracteriza el estilo de la derecha neoliberal.
Gómez del Campo ideó sacar provecho de los simpatizantes del PAN vendiéndoles una línea de ropa deportiva y otros artículos que llevaría la inicial del candidato así como lemas sin contenido pero con interjecciones tomadas de la forma de hablar de los jóvenes, como: "Felipe sí es neta", "Vota por Felipe, wey".
La presentación de las prendas se organizó en la discoteca capitalina Bulldog, conocida por su elitismo, en un evento donde hubo música, luces neón y bebidas alcohólicas.
Margarita Zavala dijo refiriéndose al acto que "salvar a México puede ser algo divertido", en alusión a la participación de los jóvenes en las campañas políticas.
No asistió Calderón, pero sí el candidato panista al gobierno capitalino, Demetrio Sodi, quien ese mismo día había estado promoviendo su proyecto de privatizar algunos cuerpos policíacos.
El 4 de marzo de 2006, en un mitin en el Estado de México, donde fiel a su costumbre, Calderón Hinojosa se dedicó a insultar a otros políticos, en este caso el gobernador priísta Enrique Peña Nieto, el candidato panista contó con la colaboración de su hija de 9 años, María Calderón Zavala, quien continuando con la deplorable tradición familiar se dedicó a repartir a las niñas de la localidad pulseras con propaganda de su papá.
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