Friday, July 28, 2006

El fraude y la clase política

Es claro que las elecciones del 2 de julio estuvieron plagadas de trampas por parte de la derecha en el poder, lo mismo que las campañas y los procesos poselectorales. También es un hecho que Fecal carece de todo carisma o habilidad mediática e incluso del mínimo tacto para el oficio político, por lo que resulta una carga onerosa para los mismos empresarios y para sus correligionarios que tratan de mantener a su partido en el poder. Finalmente, al no ser un dirigente popular, Fecal podría ser sustituido por cualquier otro sin que a nadie le incomodara su ausencia del plano político, excepto a sus parientes y colaboradores más cercanos. A la fecha, Fecal se proclama como el ganador de las elecciones, pero lo acompañan sólo algunos millonarios así como el Estado Mayor Presidencial y políticos de negra trayectoria como la Gordillo. AMLO, por el contrario, tiene el apoyo de los millones de mexicanos que hemos asistido a los actos de apoyo y lo consideramos nuestro presidente. Por esas y otras razones, no es tan lejano el escenario de una sustitución, sea violenta o pacífica, del inepto Fecal propiciada incluso desde la misma ultraderecha.
Manuel Moncada Solórzano, colaborador de la Rd Voltaire, nos envía el siguiente trabajo acerca de ese y otros aspectos del conflicto poselectoral.


CONJURA PARA ASESINATO
¿Calderón o López Obrador?

Por Manuel Moncada Solórzano

Ante la innegable falta de certeza y credibilidad del Instituto Federal Electoral (IFE), a raíz de los resultados en los comicios para elegir al presidente de México en julio de 2006, que ha dado por resultado movilizaciones de protesta nunca vistas en el país, provocando el temor generalizado de un estallido social; y, al decir de otros analistas, en peligro inminente de conjura para asesinar a cualquiera de los dos candidatos, es perentorio hacer un análisis de los antecedentes y factores para desechar o, en su caso, tomar en cuenta esos temores que comprometen la estabilidad del país.

En primera instancia conviene señalar que es irrefutable que el Instituto Federal Electoral NO cumplió en su cometido al que está obligado, según lo ordena la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que en su artículo 41.- en la última frase de la fracción III, a la letra dice “En el ejercicio de esa función estatal, la certeza, legalidad, independencia, imparcialidad y objetividad serán principios rectores.”

Bien, toda vez que evidentemente no existe credibilidad ni certeza en el proceso y resultados generados por el IFE, cuya prueba fehaciente e indiscutible son las repetidas protestas que han rebasado y por mucho el millón de personas en las calles tan sólo en la Ciudad de México, amén del escándalo que consta en todos los medios informativos del orbe. En consecuencia es obvio que hay un perjuicio y daño a toda la ciudadanía mexicana, independientemente de que unos u otros electores hayan votado por Felipe Calderón o por Andrés Manuel López Obrador.

Dado lo previsto en la ley, la responsabilidad por daños y perjuicios infringidos a la ciudadanía, sin excusa ni pretexto le corresponden a la institución (IFE), independientemente de las responsabilidades civiles y/o penales a que se hayan hecho acreedores las servidores públicos involucrados. Graves acontecimientos que han comprometido muy seriamente a la ya de por si muy deficiente gobernabilidad del país en grado extremo desde hace casi seis años, por más que los medios masivos de publicidad, que no prensa responsable (TELEVISA), pretendan convencer de lo contrario en cuanto a cumplimiento de la ley y respetabilidad de las instituciones.

Por otro lado, previa comprobación con evidencias también irrefutables, por mencionar algunos, fueron denunciados los siguientes hechos: Falta de millares de boletas en entidades en donde se esperaba una votación a favor del partido de izquierda (PRD); fuga de información del IFE que fue a dar a manos del partido de derecha (PAN) y a los Estados Unidos; una enorme cantidad de errores inexcusables por cuanto los exagerados y costosísimos recursos destinados al IFE, invariablemente favoreciendo al partido de derecha, etc., etcétera; y, lo peor, que en todos y cada uno de esos supuestos errores se aprecia una misma causa y forma, es decir y conforme a análisis de expertos matemáticos del Instituto de Investigaciones de la Universidad Autónoma de México, se infiere un procedimiento manual recurrente y además una fórmula matemática que los generó en el sistema de cómputo del IFE (algorritmo)

Luego entonces, toda vez que esos errores y procedimientos tienen un patrón de comportamiento similar y que de manera alguna se puede suponer que son casuales ni por generación espontánea; es decir y para mejor entendimiento del lector, que esos errores recurrentes fueron ocasionados por personas interesadas en favorecer a un determinado partido, demuestran si lugar a duda que existen elementos de convicción suficientes para demostrar que fue perpetrado un delito en la modalidad de fraude en coparticipación y con pleno conocimiento de causa.

Valga decir que este delito afecta el orden publico y en consecuencia el Tribunal Federal Electoral (TRIFE) debe, conforme las leyes aplicables vigentes y sus respectivas jurisprudencias, entre otros muchos, atender indefectiblemente a los siguientes principios jurídicos:

1º.- Tal como ha sido lesionado, determinar el orden público e interés social, y sopesar el perjuicio real y efectivo que ha sufrido la colectividad.

2º.- Que en la resolución que tenga a bien emitir el TRIFE, indefectiblemente deberá considerar, que no afecte irremediablemente derechos sustanciales, especialmente cuando tienen el carácter de indisponibles o irreductibles como la libertad, igualdad, dignidad y los demás consagrados en el artículo 16 constitucional, por ser sus consecuencias de difícil o de imposible reparación.

3º.- Que independientemente de las atribuciones y facultades del TRIFE, según lo ordenado por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, considerando que el término “de oficio” significa sin petición expresa de parte, que la Suprema Corte de Justicia de la Nación está facultada para ejercer lo que señala el tercer párrafo del artículo 97, que textualmente dice:
“La Suprema Corte de Justicia está facultada para practicar de oficio la averiguación de algún hecho o hechos que constituyan la violación del voto público, pero sólo en los casos en que a su juicio pudiera ponerse en duda la legalidad de todo el proceso de elección de alguno de los Poderes de la Unión. Los resultados de la investigación se harán llegar oportunamente a los órganos competentes.”

¿Leyes y preceptos jurídicos vigentes solo en México? ¡NO! – Son leyes y preceptos jurídicos vigentes en todas las naciones.

En este contexto jurídico, por obligación y conforme a la facultad que le compete al Tribunal Federal Electoral y, en su caso, a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con el fin de dar formalidad y legitimar al poder subsiguiente, así como preservar el orden público y la paz social, deberá, al menos, resolver el recuento de votos, casilla por casilla y voto por voto, procesando dicho recuento otra institución confiable diferente al IFE, como justamente exige una parte importante de la ciudadanía, o bien, optar por la anulación del proceso reponiéndolo, obvio, en ambos casos después de remover a los venales servidores públicos actuales, en virtud de que el IFE no cumplió con los principios rectores de certeza, legalidad, independencia, imparcialidad y objetividad.

De todas maneras, cualquiera que fuese el resultado que impida la permanencia en el poder de la ultraderecha, tomando en cuenta su estructura ideológica y sus antecedentes históricos, que demuestran indefectiblemente el propósito de perpetrar privilegios de unos pocos en detrimento de la mayoría, es de esperarse cualquier tipo de reacción ilícita y violenta hasta el asesinato, como es su habitual método impositivo fascista.

Dígalo si no querido lector, pues ahí han quedado como ejemplo los regímenes totalitarios, con la característica de traición a la patria y de filiación católica, tales como: Benito Musolini, Francisco Franco, François Duvalier, Fulgencio Batista y muchísimos otros mas que sería largo de enumerar.

No menos cierto es que la utraderecha, a lo largo de la historia, no ha dudado en asesinar a sus propios líderes pretendiendo convertirlos en mártires de su causa para conservar el poder. Tal es el caso de Aldo Moro, presidente del Partido Demócrata Cristiano (Roma, Italia), asesinado en 1978, denunciando la familia de Aldo Moro a la Iglesia y al partido, por lo que el intento de utilizarlo como mártir falló. (REUTERS, La Jornada y France Press - 2005)

Por las mismas razones de martirologio ocurre el supuesto accidente fatal ocurrido a Manuel J. Clouthier, de filiación de derecha líder del PAN, que no de ultraderecha, por lo que la ultraderecha se deshace de él por oponerse a sus métodos y a la vez pretender convertirlo en mártir, estrategia que ante los actuales acontecimientos no puede utilizar, dadas las declaraciones de la hija de Manuel J. Clouthier al renunciar al PAN, diciendo varias veces con reveladora insistencia ante reporteros y ante militantes del PRD: ¡Cuiden mucho a su candidato! ¡Pero cuídenlo mucho!

Por razones económicas muere asesinado el Cardenal Juan José Posadas Ocampo, que dirigía a los obispos que reclamaban los ingresos de la Basílica de Guadalupe para que quedaran en manos de la clerecía mexicana, hasta que en supuesta confusión en un conflicto entre narcotraficantes muere de catorce impactos de bala, lo que finalmente determina que de ahí en adelante los recursos sigan enviándose al Vaticano en su totalidad y los obispos cesaron en sus peticiones. ¿Milagros de la Divina Providencia en la protección de los intereses del Vaticano? Bueno, pues como señalé en artículos anteriores, que las conclusiones queden a cargo del lector.

Luego entonces, dadas las filtraciones que nos han revelado algunos analistas, en cuanto a las intenciones de la ultraderecha mexicana en el sentido de perpetrar un atentado, cabe acotar que el tiempo propicio para que falleciese López obrador en un atentado ya prescribió, por cuanto sería contraproducente convertirlo en icono de su partido y de la ciudadanía en general, lo que no invalida tomar las debidas precauciones.

Por otro lado habrá que considerar que Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa, a todas luces carece de liderazgo y del mínimo carisma, con inminente riesgo de deposición en el poder, por tanto, es el mártir ideal del momento para intentar la consumación de la conjura planeada a fin de que la ultraderecha continúe en el poder, ya que después de fallecido es fácil adjudicarle todo tipo de cualidades, en lo cual es experta la Iglesia y su hija predilecta: LA ULTRADERECHA.

¿De quien debe esperar el atentado Felipe Calderón? - El ejecutor material puede ser cualquiera y mejor si es extranjero. Por ejemplo un asesino a sueldo con experiencia, que lo mismo puede ser que pertenezca a las mafias del narcotráfico o a la ETA, que para el caso da lo mismo. ¿Sospechoso que la dirigencia de la ultraderecha mexicana y el presidente Fox se hayan reunido en España a últimas fechas? - Usted dígalo querido lector.

¿De quien deberá esperar Calderón la traición que facilitara el atentado? ¡Caracoles! – Pues como de costumbre en estos casos y en el devenir de la historia, del mas cercano o al que mas confianza le haya tenido y de servilismo solícito. ¿ Su cuñado Diego Heriberto Zavala? ¿Manuel Espino? Quien pudiera decirlo ya que la lista es enorme.

En fin - Habrá que esperar los acontecimientos
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1 Comments:

Blogger Gerardo de Jesús Monroy said...

Importante y necesaria labor informativa. Parafraseando a J.C.: "Que tu mano izquierda sepa lo que hace la derecha".

5:27 AM  

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