Gabinete Fecal

El gabinete de Calderón:
Ultraderecha, plutocracia y nepotismo
Edgar González Ruiz

Esa trilogía, que incluye desde luego a la parentela de Calderón, y a la que habría que sumar algunos casos de políticos convenencieros capaces de adaptarse a cualquier signo político, sería la clase beneficiada en el hipotético caso de que Calderón llegara a la presidencia.
Definida por sus proyectos contrarios al estado laico, la ultraderecha sería uno de los sectores más beneficiados si Felipe Calderón llega al poder. Con esto se continuaría la tendencia ascendente que ha tenido esa fuerza política desde fines de los 80, cuando Salinas impulsó el crecimiento electoral del PAN mediante acuerdos copulares con la dirigencia nacional del PAN, de la cual ya en 93 formaba parte el actual candidato panista, en calidad de secretario general del blanquiazul, y defensor siempre de la ultraderecha católica.
Ya en los tiempos del salinismo se hizo evidente que los cuadros conservadores de los municipios y estados panistas habían comenzado rápidas carreras políticas, tendencia que se fortaleció con Fox y que sin duda se continuará si Calderón llega a la presidencia. Entre esos pequeños políticos locales que sin otros méritos más que su militancia extremista han escalado cargos cada vez más importantes y sin duda seguirán figurando en el gabinete de Calderón, se cuentan, por ejemplo, Ana Teresa Aranda, expresidenta de Ancifem, grupo antiabortista femenino, y militante panista de Puebla, vinculada al sector empresarial, quien con Fox ha llegado a estar el frente del DIF y posteriormente de la Sedesol, pese a no contar con grado de licenciatura, ni con una trayectoria profesional. Es personaje cercano de Calderón, como lo demostró su comentada y misteriosa reunión con Margarita Zavala, así como el denunciado desvío de recursos de Sedesol a favor de la campaña panista, favor político que sin duda Calderón no dejará de recompensar.

El Yunque y la plutocracia
Otro de esos personajes es Francisco Xavier Salazar Sáenz, exmiembro de grupos de choque de la derecha, y exdirigente de la Unión de Padres de Familia en San Luis, donde pasó de ser diputado a senador, posteriormente subsecretario en la STPS y finalmente titular de esa dependencia, cuando Abascal fue ascendido a la Segob.
En niveles más bajos de secretarias como la del Trabajo, la ultraderecha ha colocado a personajes que podrían, como los anteriores, continuar bajo el gobierno de Calderón, ascendiendo en sus propias carreras y socavando el estado laico . Entre esos personajes, seguros funcionarios de un hipotético gobierno panista se cuentan María Osiris Reyes Córdova, exidirigente de Provida en el estado de México y quien ha sido directora general de Equidad y Género en la STPS, gracias a la llegada del ultraderechista Carlos Abascal. Otro de esos personajes secundarios pero cuyo ascenso es más que probable dado un escenario de continuidad del PAN es José de Jesús Castellanos, exdirector del periódico Nuevo Criterio, del Arzobispado, y quien fuera nombrado a la llegada de Josefina Vázquez Mota, a la Sedesol, como vocero de esa dependencia, para ocupar luego otros cargos en la misma, como el de responsable de la unidad de enlace social, desde donde ha podido apoyar a los grupos conservadores.
Jalisco, considerado tradicionalmente un semillero de militantes ultraderechistas ha aportado al gobierno actual un buen contingente de funcionarios provenientes de grupos como el Dhiac y como el Yunque. Entre ellos se cuentan César Coll Carabias, el exmunícipe de Guadalajara, famoso por la prohibición de las minifaldas, en 1995, y luego ha sido funcionario en la Comisión Nacional del Agua, así como Leonardo García Camarena, el procristero excalde de Tepatitlán, y hoy subsecretario en la Segob, a la que fue invitado por Carlos Abascal.
Otro caso paradigmático de la ultraderecha en el poder es el de Ana Rosa Payán, sucesora de Aranda en el DIF y exalcaldesa de Mérida, donde se hizo famosa por prohibir espectáculos “obscenos”. Sin cultura, sin criterio y con doble moral, Payán o algún otro personaje con el mismo perfil, de militante antiabortista, será el seguro ocupante del DIF en caso de que el PAN siga en el poder, pues a la derecha extrema le interesa ocupar posiciones en áreas relacionadas con familia, población, seguridad pública y medios de comunicación.
Hoy en día, la permanencia del PAN en el poder significa para personajes de la ultraderecha como los mencionados, no sólo la posibilidad de impulsar sus proyectos político religiosos, sino la de conservar los privilegios que otorga el poder, dentro de un esquema de gobierno que en detrimento de los valores republicanos favorece el nepotismo y la frívola ostentación.
Entre otros personajes que de diversas maneras podrían verse socorridos por el gobierno panista se cuentan Jorge Serrano Limón, y varios de sus hermanos, como Gustavo, quien ha sido funcionario de Sedesol en este sexenio, así como su amigo y compañero de ideales, Luis Pazos, también vocero de los intereses plutocráticos.
Como es sabido, la ultraderecha, es decir, las fuerzas políticas conservadoras, actúan dentro de complejas redes nacionales e internacionales, que incluyen tanto a grupos públicos como secretos.
Dentro de estos últimos se cuenta en México la organización Nacional del Yunque, que cuenta entre sus dirigentes a los dos últimos presidentes del PAN, Luis Felipe Bravo Mena, hoy embajador en el Vaticano, y Manuel Espino, así como el influyente “superasesor” de Fox, Ramón Muñoz, quien aspira a una senadurìa.
No cabe duda de que todos ellos forman parte de la nueva clase polìtica de la derecha panista, que detentarán cargos importantes o ejercerán una fuerte influencia si el PAN sigue en el poder.
Un personaje que ha sido clave en la guerra sucia del PAN contra la izquierda y que por sus raíces familiares representa la tendencia más conservadora de la derecha mexicana es Carlos Abascal Carranza, hijo del principal dirigente histórico de la Unión Nacional Sinarquista y hermano del panista Salvador Abascal Carranza, otro de los miembros de la clase política derechista.
Ex dirigente de la Coparmex, al frente de la Secretaría del Trabajo Abascal fue el gran enemigo de los derechos laborales y el gran promotor de la cultura del trabajo entendida a la manera empresarial. Ya en la Segob ha sido visible la tendencia de Abascal, admirador de las dictaduras católicas, para ejercer la vigilancia policíaca y represión contra la izquierda, con episodios como la represión de Sicartsa y de Atenco, la difusión de información confidencial sobre Mario Marín, gobernador priísta de Puebla, y sobre Arturo Zamora, el candidato de ese partido en Jalisco, que contrasta con la protección brindada al español Antonio Solá, asesor de Calderón en sus campañas publicitarias contra AMLO.
Abascal se ha esforzado por ejercer una influencia en los medios y por evitar que los actores políticos lo critiquen, en lo cual le ha ayudado el oportunismo de muchos de ellos. Dadas las evidentes tendencias de Calderón a la agresión contra sus adversarios, que se han manifestado en varios ataques o conatos de ellos contra los no simpatizantes del panista en actos públicos, es muy probable que el actual secretario de Gobernación, cada vez con más ínfulas de virrey poderoso o de dictador católico, sea el encargado de operar la represión contra la prensa y contra los enemigos de Calderón, pues difícilmente quedará fuera de la escena política.

Nepotismo y oportunismo
El nepotismo es rasgo predominante en la trayectoria política de Calderón, y de hecho personajes como su sobrina política Mariana Gómez del Campo ha comenzado a beneficiarse con el ascenso de su influyente pariente, que seguramente seguirá abriendo espacios de influencia y de poder a sus hermanos, cuñados, etc. Uno de los personajes que e debe su carrera no a sus estudios ni a su trayectoria sino a su cuñado es Juan Ignacio Zavala, exvocero de Lozano Gracia en la PGR y quien gratuitamente ha estado ocupando diversos cargos en el PAN; en el ejecutivo y en la diplomacia, incluso. Juan Ignacio Zavala, podría convertirse en vocero presidencial. Sin duda, en el gabinete de Calderón, el apellido Zavala tendría una reiterada presencia, lo cual no sería obstáculo para que el panista siguiera enseñando sus “manos limpias”.
Si Fox llegó al poder gracias al llamado voto útil, de los no panistas que se decían partidarios de la alternancia, la campaña de Calderón no se ha basado en la alternancia sino en una continuidad promovida por el presidente Fox y su gabinete, algunos de cuyos colaboradores, como es el caso de Vázquez Mota, pasarían muy probablemente al gabinete de Calderón, por la vía de la colaboración directa en su campaña, como sería también el caso de colaboradores de Calderón como Juan Camilo Mouriño, vicecoordinador de la misma y como César Nava Vázquez. Este último, vastago de una familia de la ultraderecha violenta, hijo de César Nava Miranda, exdirigente del MURO incrustado en la Unión Nacional de Padres de Familia, y el primero de ellos, perteneciente a una de las familias más privilegiadas por el foxismo, junto con los Bribiesca y los Zavala.
Además de esos sectores plutocráticos y ultraderechistas, hay algunos políticos oportunistas, como es el caso de Patricia Mercado, dispuesta a colaborar con cualquiera que sea el ganador de la contienda, así como varios priístas que han apoyado al PAN o se han unido a la campaña de Calderón. Nombres como los de Diódoro Carrasco, exgobernador de Oaxaca, y Eduardo Tours, de Sonora, se cuentan dentro de esa lista negra de los que, como decía Dante, ni en el infierno los quieren, porque nunca fueron capaces de seguir constantemente una bandera.