Miss México cristera: atuendo de asesinos
El traje cristero de Miss México:
Atuendo de asesinos
Edgar González Ruiz
En apoyo a los proyectos de la jerarquía católica contra el estado laico, la concursante que representará a México en el certamen Miss Universo, que se llevará a cabo en el Distrito Federal y en Cancún en el próximo mes de mayo, vestirá un atuendo que hace alusión a los cristeros, fanáticos religiosos que en los años 20 y 30 defendieron los intereses del clero contra la constitución de 1917 que estableció límites para a injerencia de este en la vida del país.
La diseñadora del traje, María del Rayo Macías, ha dicho, repitiendo un tópico del discurso clerical, que "Nos guste o no", los cristeros son parte de lo que somos los mexicanos; "tenemos que aceptarnos. Somos descendientes de cristeros. Nos guste o no, es parte de lo que somos". "No me estoy poniendo de un lado -aclaró-, estoy manifestando un hecho."
Las declaraciones anteriores suman a la mentira la hipocresía, pues desde que la derecha llegó al poder, encarnada en el Partido Acción Nacional, se han estado registrando ataques al estado laico así como intentos de revisar la historia, con criterios conservadores, al mismo tiempo que los derechistas niegan que estén promoviendo sus proyectos y simbología. Es una excusa infantil: niegan que tengan la intención de hacer lo que hacen.
Por fortuna no todos los mexicanos somos descendientes de los cristeros, movimiento que arraigó sólo en zonas como los Altos de Jalisco, donde se sigue rindiendo culto a su memoria. En el México de aquellos años, como en el de hoy, hubo masones, librepensadores, protestantes, agraristas, socialistas, maestros y maestras rurales, perseguidos con saña por los cristeros quienes se jactaban de sus crueldades en sus propias publicaciones.
Los hechos principales de la lucha cristera ocurrieron de 1926 a 29, pero en los años 30, los seguidores de los cristeros volvieron a tomar las armas, identificados ahora por su gran simpatía hacia las potencias del Eje y en particular hacia Franco, a quien querían emular instaurando en México una dictadura católica.
Esos nuevos cristeros mutilaban a las maestras rurales por permitir la educación mixta, de niños y niñas, así como los rudimentos de la educación sexual, enseñándoles a los niños que no habían llegado al mundo traídos por una mítica cigüeña, ni envueltos en cajitas, como pregonaban las buenas conciencias hasta hace unas décadas.
Hay que recordar también que personajes como Anacleto González Flores, a quien Juan Pablo II y Benedicto XVI han llevado a los altares, era un enemigo de la educación laica, así como de lo que consideraba la trilogía maligna formada por la masonería, el protestantismo y la revolución.
Muchos mexicanos nos identificamos como descendientes ideológicos de quienes cumplieron con su deber combatiendo el fanatismo católico de los cristeros y luchando por la justicia social y por el progreso del país.
Vale la pena recordar cómo eran los cristeros, con algunos testimonios tomados de sus escritos y de archivos de quienes fueron sus dirigentes, así como de testigos de los hechos.
Imágenes cristeras. 1926-29
Uno de los episodios más inhumanos protagonizados por los cristeros en la guerra de 26 a 29 fue el asalto al Tren de la Barca, cerca de Guadalajara, perpetrado el 19 de abril de 1927, por el antiguo cura de Arandas, Jalisco, y luego general cristero José Reyes Vega.
En el asalto y posterior combate entre soldados y cristeros murieron no pocos de los 52 federales que custodiaban y conducían 120 costales con mil pesos fuertes de plata cada uno y un baúl lleno de monedas de oro. El combate se inició a las 12: 30 de la media noche...se incendiaron varios coches del tren y algunos pasajeros y gobiernistas murieron quemados.
El archivo de la Liga Nacional Defensora de la Libertad Religiosa, de los cristeros, incluye una nota manuscrita escrita a lápiz y atribuida a un funcionario no identificado del gobierno federal que se dirige a las autoridades estatales, con fecha 20 de abril de 1927. En lenguaje telegráfico consigna: "salvaje atentado registróse anoche tren pasajeros procedente Guadalajara asaltado Norte La Barca, muriendo escolta cincuenta hombres quedando tan solo un herido matando bandoleros muchos pasajeros especialmente pobres viajaban carros segunda donde acuchillaron indefensos quemando después carros sin preocuparse heridos y vivos había dentro, murieron quemados. Rebeldes encabezados curas Vega, Pedroza, Angulo y Lic. Loza, comisionado Liga Defensa Religiosa. General Carrillo jefe del Estado Mayor (del general) Amaro encontrábase Yurécuaro, salió (a) dar auxilio tren llegando cuando escolta heroicamente había sucumbido totalmente desconociéndose número víctimas, pero seguro pasan de cien...Gobierno Federal ha establecido desde hoy censura para la prensa, para evitar propaganda fanáticos y desorientación opinión pública"
En una nota en El Universal el 22 de abril, un testigo presencial de los hechos, Eduardo Mestre, relata cómo "se incendiaron" los trenes y la suerte que corrieron los inocentes pasajeros.
"El ataque que sufrió el tren de Guadalajara", señala Mestre, "la noche del martes de la presente semana, no creo que tenga precedente en la historia de los atentados ferrocarrileros en México, tanto por las terribles penas que sufrieron los pasajeros durante tres mortales horas, como por el enorme número de víctimas inocentes que hubo que lamentar"
Poco después de las ocho de la noche, prosigue Mestre, los pasajeros del tren sintieron una brusca sacudida que lo hizo detenerse (ya que los rieles habían sido levantados por los cristeros). Entonces, "cerradas descargas de fusilería cayeron sobre este, de uno y otro lado de la vía. El pánico que se apoderó del pasaje fue indescriptible. Los pasajeros por instinto de conservación y para rehuir en lo posible el peligro, acudieron al recurso usado en estos casos, cual es el de tenderse en el piso de los carros, que es donde se puede estar más a salvo de los proyectiles"
"Las escenas desarrolladas por el violento ataque fueron terribles. Por dondequiera las plegarias de las mujeres se confundían con los ayes y los lamentos de los heridos, en tanto que afuera de los carros, no cesaba un punto el estruendo de las armas, entre gritos de "Viva la Virgen de Guadalupe" y "Viva Cristo Rey"... "
"Estos gritos, que debieran ser sagrados para los creyentes eran sin duda una profanación en medio de escenas de sangre y de exterminio, como las que allí se presenciaban"
"Uno de los pasajeros, después de perder a cinco niños, hijos suyos, y de ver caer muerto a su padre político, y a la autora de sus días atravesada por los balazos, y que a estas horas es probable que ya haya sucumbido, no pudiendo hacerse superior a tantos choques nerviosos perdió la razón"
"Cuando hubo sucumbido toda la escolta y que cesó el tiroteo, los atacantes penetraron en el carro pullman, en busca de armas y municiones, aunque con resultado negativo, pues ninguno de los que íbamos allí portábamos esa clase de elementos".
"Poco después, los que hacían de jefes de los asaltantes, entre los cuales, según estos decían, dispusieron que los supervivientes pasasen el carro pullman, entre tanto que se prendía fuego a los demás carros del convoy, como en efecto se hizo. Según oí decir entre algunos pasajeros de segunda clase, los carros fueron incendiados sin haberse retirado de ellos a los heridos"...
El asalto al tren de Guadalajara no es el único episodio estremecedor de la violencia que ejercieron los cristeros. Hasta los propios apologistas de los cristeros se han referido a las atrocidades cometidas por ellos y a las que pretenden justificar una y otra vez bien sea por el mero calificativo, o por sofismas tan burdos y ofensivos que ofrecen por sí mismos motivos para dudar de la calidad moral de quien recurre a ellos.
Asaltos a trenes, fusilamientos, "castigos" a soldados y agraristas son episodios que abundan en los relatos sobre el comportamiento del bando que en la guerra cristera pretendía defender los intereses divinos.
Frente a esos hechos, que refutan cualquier intento de idealizar su fanatismo religioso, no se puede alegar simplemente que las fuerzas del gobierno también cometieron crímenes, pues esto sería justificar la ley del talión y, por ende, la propia violencia de los revolucionarios contra los extremistas católicos que, a su vez, se habían opuesto a los primeros y habían apoyado al católico Victoriano Huerta en cu cuartelazo contra Madero.
Se mencionan a continuación algunos de esos hechos, tomados de memorias de los propios cristeros y de cronistas favorables a ellos.
En sus Episodios de la guerra cristera , José Guízar Oceguera, quien fue coronel de los cristeros, relata la masacre que estos cometieron contra los habitantes del barrio de La Lagunilla en Cotija, acerca de quienes dice Guízar: "...Eran hombres muy religiosos, trabajadores y pacíficos".
Sin embargo, en esa guerra cometieron el "pecado" de no simpatizar con la bandera de Dios: "Nos perjudicaban porque proporcionaban informes a las tropas del gobierno y les servían de guías. Además, como la ranchería se encontraba dentro de la zona rebelde, constituía un estorboso baluarte".
El 5 de mayo, los cristeros atacaron el barrio, tomando sus casas una a una. Al final, sólo quedaba por tomar la casa comunal. A decir de Guízar Oceguera, el "señor cura" y el general cristero les ofrecieron la rendición, pero uno de los enviados de los cristeros fue muerto por los defensores, por lo cual "el grupo nuestro llegó a la parte baja de la casa fortificada y con machetes rajaron la puerta para astillarla y luego le prendieron fuego. Así, ante la amenaza de las llamas se rindieron"
Haciendo el papel de Poncio Pilatos, el general cristero "presionado por los familiares del muerto y de los heridos" optó por fusilar a los defensores de la casa comunal. A la violencia cruel del hecho se suma el cinismo de la justificación que cinco décadas después elabora Guízar Oceguera, quien en su libro no vacila en calificarse a sí mismo como un "Quijote": "Así murieron estos hombres tan cristianos como nosotros, campesinos como la mayoría de los cristeros, tan valientes como ellos. Víctimas de la guerra civil, la peor de todas las guerras. Víctimas de la tiranía y de la intolerancia de Calles que la desencadenaron" Se trata del sofisma del criminal de guerra que quiere encontrar otros culpables de los asesinatos que por propia mano cometió: no fue Calles quien fusiló a los defensores de La Lagunilla, fueron los cristeros.
Los cristeros y Franco
Desde 1929, cuando Mussolini estableció el concordato con El Vaticano, los cristeros expresaron su admiración por el dictador italiano, evidenciada en febrero de ese año, cuando la Liga Nacional Defensora de la Libertad Religiosa, redactó un telegrama de felicitación a Benito Mussolini, que decía así:
"Duce Benito Mussolini
Roma. Italia
Liga Nacional Defensora Libertad Religiosa México, representante legítima pueblo mexicano (declaración Episcopado Mexicano, veintitrés noviembre último), paladín antibolsheviquismo México, felicita efusivamente egregio estadista inaudito valor resolvió "cuestión romana", interpretando verdaderos sentimientos nación y mundo católico, restaurando bases fundamentales sociedad reconocimiento legal matrimonio cristiano, encauzando Italia vías misión providencial"
También en febrero de 1929, en carta fechada el día 19, remitida al entonces estudiante de Medicina en Roma, Antonio López Ortega, el arzobispo de Morelia, Leopoldo Ruiz y Flores afirmaba:
"La Defensa Armada ha tenido la gloria de ser una protesta viva y eficaz, la de mantener viva también la cuestión religiosa y la de obligar, como esperamos, al Gobierno a buscar una solución"
"Ahora se dice que anda aquello muy revuelto después de la ejecución de Toral y el ataque al tren presidencial. Dios nos dé un Mussolini"
"Bendigamos a Dios por lo de Italia: eso ha demostrado al mundo que la verdad y la justicia tarde o temprano se abren paso"
El 11 de febrero de 1929, Mussolini había firmado con el cardenal Gasparri, el anciano secretario de Estado Papal, el tratado del Laterano, por el cual: "el Papa reconocía por primera vez al reino de Italia y su soberanía sobre la ciudad de Roma con excepción de la Ciudad del Vaticano, en tanto que Italia reconocía al Papa como el gobernante del estado soberano del Vaticano. Italia y el Vaticano intercambiarían embajadores. Las personas que residieran permanentemente en el Vaticano serían ciudadanos de ese estado y no súbditos italianos. El Vaticano se mantendría neutral en relación a Italia y se abstendría de intervenir en su política interna. El gobierno italiano daría reconocimiento legal a las corporaciones eclesiásticas como monasterios y conventos. Se implantaría la educación religiosa obligatoria y generalizada en todas las escuelas del estado. Los matrimonios religiosos serían reconocidos como válidos aun cuando no fueran acompañados por un matrimonio civil ante las autoridades del Estado. La Azione Cattolica abandonaría toda actividad política en Italia".
Además, el gobierno italiano aceptaba entregar 750 millones de liras al Vaticano, más otros mil millones por concepto de compensación por los reclamos acerca de las propiedades del clero que en el pasado habían sido afectadas por el estado.
Durante el sexenio de Lázaro Cárdenas, de 1934 a 40, reaparecieron las huestes cristeras para oponerse a la educación de corte progresista y apoyar la implantación en México de una dictadura católica, como Franco promovía en España.
Miguel Palomar y Vizcarra fue uno de los fundadores del Partido Católico Nacional, de la ACJM, y de la Liga Nacional Defensora de la Libertad Religiosa así como uno de sus ideólogos principales. Por añadidura, Palomar y Vizcarra fue Caballero de la Orden de San Gregorio Magno y años después destacado militante del PAN. Palomar y Vizcarra fue uno de los firmantes, al igual que Antonio López Ortega, de una carta de felicitación a Francisco Franco, fechada el 28 marzo de 1939. A la letra, la carta dice:
"Hoy a las once de la mañana corrieron las primeras noticias de que, al fin, las Fuerzas Nacionalistas Españolas habían entrado en Madrid, capital del Imperio. Se ha consumado, a Dios gracias, la obra magna de salvar la civilización cristiana en el mundo"
"Somos mexicanos que tenemos un perfecto sentido de la Hispanidad, según las enseñanzas magníficas y profundas de Ramiro de Maeztu, y por eso aunque no somos conocidos de Vuestra Excelencia, no podemos resistir a los más vivos e íntimos sentimientos de nuestra alma y a los mandatos de nuestra conciencia, que nos obligan a dirigirnos a Vuestra Excelencia para unir nuestros más fervorozos (sic) parabienes a los innumerables que ha de recibir en este día de gloria para la Hispanidad, desde todos los puntos del orbe"
"Loado sea Cristo que nos ha sido dado vivir en una época en que se han iniciado las más excelsas reivindicaciones, España resurge; la Hispanidad se concreta; adquiere conciencia de sí misma, y todos los pueblos que vinieron a la vida por la obra de España y Portugal, se preparan a cumplir sus gloriosos destinos. Un escritor nórdico, escribió hace muchos años, no sin sentido profundo de la misión de España, estas palabras:"
" "España ha llegado a una edad en que las gentes se contentan con pedir y recompensar trabajos industriales y empresas comerciales para los cuales se necesitan iniciativas menos brillantes que las que ella tuvo...No sentimos el menor deseo de verla poniendo a contribución sus energías para competir en escala inferior con Inglaterra o con Alemania...Esperamos que el provenir le reserve un papel valioso como el que representó antaño ante los problemas del mundo físico...Conservando y aplicando sus viejos ideales, España otorgará al mundo nuevos presentes del espíritu" Que así sea. "
"Seguramente, Excelentísimo Señor, que han de ser muchos los mensajes de felicitación que reciba desde México y de mexicanos. Esos, lo mismo que este nuestro, traducen el sentir verdadero, el auténtico, de esta porción de la Hispanidad, que en otro tiempo llevó el nombre de Nueva España. Recíbalos así, Excelentísimo Señor, y vea con la mayor indiferencia la conducta y el sentir de los individuos que pesan como una maldición sobre la patria mexicana. No la representan, ni siquiera son capaces de sospechar lo que es el alma y el espíritu de México. Son sujetos que la abominable Casa Blanca nos ha enviado para que se lleve a cabo la obra muy antihispánica de destruir por todos los medios, a la nación mexicana. Eso es todo"
"Hacemos votos a Cristo Rey, por quien los mexicanos también han derramado generosamente su sangre, y a la Virgen de Guadalupe, Símbolo y Baluarte de la Hispanidad, por la ventura y prosperidad personal de Vuestra Excelencia y de todos los suyos, y porque le protejan y amparen en la formidable obra de la reconstrucción de la Magna España"
En la respuesta, remitida a Palomar y Vizcarra el 12 de junio del mismo año, por el secretario particular de Franco, se dice:
"Su Excelencia que ha luchado por la Fe y los viejos ideales de España, contra la horda roja que tantos crímenes y desafueros cometió, lo ha leído con toda atención y sumo gusto, agradeciendo de veras las protestas de Hispanidad formuladas y encargándome les testimonie sus más expresivas gracias por los votos que, a Cristo Rey y a la Virgen de Guadalupe, hacen por la ventura, prosperidad y engrandecimiento de nuestra amada Patria"
Antes, en febrero de 1939, el boletín cristero David había publicado el texto de otro telegrama de felicitación del Comité Directivo de la Liga Nacional Defensora de la Libertad a Franco:
"Excelentísimo señor:
"Con la caída de Barcelona. La tiranía que ejercían los extranjeros y los traidores en España, se derrumba"
"El pueblo mexicano por conducto de su representante legítimo la Liga Nacional Defensora de la Libertad, hace patente a Vuestra Excelencia su alegría por tan fausto acontecimiento y presenta su felicitación fraternal a los héroes que se han sacrificado para que el Imperio Español sea posible"
"Los buenos mexicanos saben que ese Imperio no será una realidad mientras que en México exista un foco rojo al servicio de Moscú. Es por ello que, alentados por el ejemplo de sus hermanos españoles, prometen ahora luchar con redoblada energía porque la Nueva España se haga digna de la España Nueva"
"Dios nuestro señor guarde a Vuestra Excelencia muchos años"
"México, DF a 17 de enero de 1939"
J. de Aldama
Secretario del exterior
Atrocidades cristeras
Muchos maestros y maestras rurales fueron mártires de la enseñanza y del progreso nacional. Los cristeros los quemaban vivos, luego de mutilarlos cortándoles las orejas, castrándolos y extirpándoles la lengua.
Uno de los muchos casos conocidos, incluidos en el libro Educación y revolución social en México (1921 a 1940), de David L. Raby, (SEP, México, 1974) fue el un "incidente particularmente brutal", que "fue el asesinato de María Murillo, joven y dedicada maestra amada por todos los habitantes del poblado de Huiscolo, municipio de Tabasco, Zacatecas. En noviembre de 1936 fue destazada por un grupo de hombres armados que mutilaron su cuerpo y exhibieron sus senos cercenados a ambos lados del camino "como ejemplo"; a la mañana siguiente el cura del lugar dijo misa y absolvió a los asesinos. La señorita Murillo fue muerta por ser comunista y porque siendo maestra federal apoyaba el reparto de tierras a los campesinos, mientras que la gran mayoría del clero condenaba el agrarismo como despojo y amenazaba a los campesinos que recibieran tierras con los castigos eternos del infierno"
En junio del año 2001, el periodista Salvador Frausto de El Univesal retomó el tema de la maestra María Murillo, haciendo interesantes pesquisas en el poblado donde ocurrieron los hechos arriba mencionados.
Como señala Frausto, en dicho lugar hay una escuela rural federal que lleva el nombre de la maestra asesinada. En la fecha en que él hizo la investigación, el director de esa escuela pensaba proponer ante el cabildo que la maestra fuera nombrada "mujer ilustre" de la región, donde la gente se refiere a ella como "la maestra mártir". Desde 1983 se lleva a cabo año con año un homenaje en el lugar de su sacrificio, que es la escuela que lleva su nombre y donde hay además un busto suyo que se implantó en 1985..
Ampliando y precisando la versión de Raby, Frausto relata: "Fue la madrugada del 26 de octubre de 1935. Le advirtieron que se fuera, no lo hizo. La violaron, la golpearon, la amarraron con una soga d elos pies y la arrastraron a galope de caballo por el camino terregoso que lleva a la salida de Huiscolco. Y le cortaron los senos. Y los colgaron en arbustos localizados en la orilla de camino. Uno a la derecha, otro a la izquierda. Como ejemplo, para que los demás maestros rurales desistieran de impartir educación socialista..."
Entrevistados por Frausto, algunos de los exalumnos de María Murillo, quien tenía 45 años cuando fue asesinada, "recuerdan los gemidos que emitía la maestra agonizante, abandonada por la turba de cristeros, tras ser acribillada, a la salida del poblado...."
De acuerdo con esos testimonios, ella vivía en un rancho llamada San Antonio, donde daba clases, pero "se peleó con el cacique, don Antonio, porque él no quería que sus trabajadores aprendieran a leer y escribir: Don Antonio fue el que le calentó la cabeza al cura que dizque la maestra era protestante, le decía...Total que María Murillo se vino para acá y aquí era muy querida, pero se peleó con el cura porque le pidió que mandara ala escuela a los niños que iban al catecismo"
De acuerdo con Rubén Lara, cronista del municipio de Tabasco, donde se ubica Huiscolco, "...la maestra Murillo se limitaba a impartir clases de español, matemáticas, algo de ciencias sociales y un poco de ciencias naturales. En cuanto a la cuestión sexual, solamente les hablaba a sus alumnos sobre el funcionamiento de los aparatos reproductores. "Les aclaraba que los bebés no venían de la cigüeña ni los dejaba alguien en una canasta a la puerta de las cosas. No más"
Según el profesor Aureliano Montoya, director de la escuela María R. Murillo, esa maestra que un ejemplo de vocación magisterial, quien dedicó su ida a la enseñanza, y enfatiza: "...era señorita a los 45 años" Ese dato se asienta en el acta de defunción de la maestra, documento donde se menciona también que murió sin recibir atención médica.
De acuerdo con Montoya, los cristeros "...le advirtieron varias veces que si no dejaba de enseñar la iban a matar y siguió, por vocación, dando sus clases. Todavía la noche en que la sacrificaron le dijeron que desistiera y la llevaron a la orilla del pueblo y ahí la dejaron, para que se fuera de Huiscolco. Y que se regresa a su casa..."
"Los cristeros le pidieron a la maestra los libros con los que enseñaba, para ver si no eran inmorales o procomunistas, fueron a la escuela y los revisaron durante largo rato, ¿pero qué podían revisar?, la mayoría no sabían leer, eran analfabetas, pero aún así dictaminaron que la maestra era comunista, lo que le mereció el castigo.... Después fueron por ella y la martirizaron, se la llevaron arrastrando hasta la orilla del pueblo, donde la dejaron...Algunos vecinos, al oírla gemir, se despertaron y trataron de salvarle la vida, la llevaron en un "tepeiste" (como una camilla) a la cabecera municipal (Tabasco) pero ahí murió antes de ser atendida por algún médico"
Tanto el cronista de Tabasco como el director de la mencionada escuela rechazan, al igual que pobladores de ese lugar, que la maestra fuera protestante. Por el contrario, afirman que era católica protestante: "María daba clases en un cuartito chiquito que está por aquí cerca (de la escuela que lleva su nombre), y en el cuartito de a lado se quedaba a dormir. En una pared de adobe de su habitación tenía, y aún se conserva, un Cristo forjado en barro"
Cuando Salvador Frausto escribió su reportaje, tuvo oportunidad de abordar a uno de los cristeros que participaron en el asesinato de María Refugio Murillo, pero "el anciano declinó hablar y se retiró del lugar"
Uno de los habitantes del lugar comentó al respecto: "Tiene miedo, piensa que se lo va a llevar el gobierno, vive con ese tormento"
Atuendo de asesinos
Edgar González Ruiz
En apoyo a los proyectos de la jerarquía católica contra el estado laico, la concursante que representará a México en el certamen Miss Universo, que se llevará a cabo en el Distrito Federal y en Cancún en el próximo mes de mayo, vestirá un atuendo que hace alusión a los cristeros, fanáticos religiosos que en los años 20 y 30 defendieron los intereses del clero contra la constitución de 1917 que estableció límites para a injerencia de este en la vida del país.
La diseñadora del traje, María del Rayo Macías, ha dicho, repitiendo un tópico del discurso clerical, que "Nos guste o no", los cristeros son parte de lo que somos los mexicanos; "tenemos que aceptarnos. Somos descendientes de cristeros. Nos guste o no, es parte de lo que somos". "No me estoy poniendo de un lado -aclaró-, estoy manifestando un hecho."
Las declaraciones anteriores suman a la mentira la hipocresía, pues desde que la derecha llegó al poder, encarnada en el Partido Acción Nacional, se han estado registrando ataques al estado laico así como intentos de revisar la historia, con criterios conservadores, al mismo tiempo que los derechistas niegan que estén promoviendo sus proyectos y simbología. Es una excusa infantil: niegan que tengan la intención de hacer lo que hacen.
Por fortuna no todos los mexicanos somos descendientes de los cristeros, movimiento que arraigó sólo en zonas como los Altos de Jalisco, donde se sigue rindiendo culto a su memoria. En el México de aquellos años, como en el de hoy, hubo masones, librepensadores, protestantes, agraristas, socialistas, maestros y maestras rurales, perseguidos con saña por los cristeros quienes se jactaban de sus crueldades en sus propias publicaciones.
Los hechos principales de la lucha cristera ocurrieron de 1926 a 29, pero en los años 30, los seguidores de los cristeros volvieron a tomar las armas, identificados ahora por su gran simpatía hacia las potencias del Eje y en particular hacia Franco, a quien querían emular instaurando en México una dictadura católica.
Esos nuevos cristeros mutilaban a las maestras rurales por permitir la educación mixta, de niños y niñas, así como los rudimentos de la educación sexual, enseñándoles a los niños que no habían llegado al mundo traídos por una mítica cigüeña, ni envueltos en cajitas, como pregonaban las buenas conciencias hasta hace unas décadas.
Hay que recordar también que personajes como Anacleto González Flores, a quien Juan Pablo II y Benedicto XVI han llevado a los altares, era un enemigo de la educación laica, así como de lo que consideraba la trilogía maligna formada por la masonería, el protestantismo y la revolución.
Muchos mexicanos nos identificamos como descendientes ideológicos de quienes cumplieron con su deber combatiendo el fanatismo católico de los cristeros y luchando por la justicia social y por el progreso del país.
Vale la pena recordar cómo eran los cristeros, con algunos testimonios tomados de sus escritos y de archivos de quienes fueron sus dirigentes, así como de testigos de los hechos.
Imágenes cristeras. 1926-29
Uno de los episodios más inhumanos protagonizados por los cristeros en la guerra de 26 a 29 fue el asalto al Tren de la Barca, cerca de Guadalajara, perpetrado el 19 de abril de 1927, por el antiguo cura de Arandas, Jalisco, y luego general cristero José Reyes Vega.
En el asalto y posterior combate entre soldados y cristeros murieron no pocos de los 52 federales que custodiaban y conducían 120 costales con mil pesos fuertes de plata cada uno y un baúl lleno de monedas de oro. El combate se inició a las 12: 30 de la media noche...se incendiaron varios coches del tren y algunos pasajeros y gobiernistas murieron quemados.
El archivo de la Liga Nacional Defensora de la Libertad Religiosa, de los cristeros, incluye una nota manuscrita escrita a lápiz y atribuida a un funcionario no identificado del gobierno federal que se dirige a las autoridades estatales, con fecha 20 de abril de 1927. En lenguaje telegráfico consigna: "salvaje atentado registróse anoche tren pasajeros procedente Guadalajara asaltado Norte La Barca, muriendo escolta cincuenta hombres quedando tan solo un herido matando bandoleros muchos pasajeros especialmente pobres viajaban carros segunda donde acuchillaron indefensos quemando después carros sin preocuparse heridos y vivos había dentro, murieron quemados. Rebeldes encabezados curas Vega, Pedroza, Angulo y Lic. Loza, comisionado Liga Defensa Religiosa. General Carrillo jefe del Estado Mayor (del general) Amaro encontrábase Yurécuaro, salió (a) dar auxilio tren llegando cuando escolta heroicamente había sucumbido totalmente desconociéndose número víctimas, pero seguro pasan de cien...Gobierno Federal ha establecido desde hoy censura para la prensa, para evitar propaganda fanáticos y desorientación opinión pública"
En una nota en El Universal el 22 de abril, un testigo presencial de los hechos, Eduardo Mestre, relata cómo "se incendiaron" los trenes y la suerte que corrieron los inocentes pasajeros.
"El ataque que sufrió el tren de Guadalajara", señala Mestre, "la noche del martes de la presente semana, no creo que tenga precedente en la historia de los atentados ferrocarrileros en México, tanto por las terribles penas que sufrieron los pasajeros durante tres mortales horas, como por el enorme número de víctimas inocentes que hubo que lamentar"
Poco después de las ocho de la noche, prosigue Mestre, los pasajeros del tren sintieron una brusca sacudida que lo hizo detenerse (ya que los rieles habían sido levantados por los cristeros). Entonces, "cerradas descargas de fusilería cayeron sobre este, de uno y otro lado de la vía. El pánico que se apoderó del pasaje fue indescriptible. Los pasajeros por instinto de conservación y para rehuir en lo posible el peligro, acudieron al recurso usado en estos casos, cual es el de tenderse en el piso de los carros, que es donde se puede estar más a salvo de los proyectiles"
"Las escenas desarrolladas por el violento ataque fueron terribles. Por dondequiera las plegarias de las mujeres se confundían con los ayes y los lamentos de los heridos, en tanto que afuera de los carros, no cesaba un punto el estruendo de las armas, entre gritos de "Viva la Virgen de Guadalupe" y "Viva Cristo Rey"... "
"Estos gritos, que debieran ser sagrados para los creyentes eran sin duda una profanación en medio de escenas de sangre y de exterminio, como las que allí se presenciaban"
"Uno de los pasajeros, después de perder a cinco niños, hijos suyos, y de ver caer muerto a su padre político, y a la autora de sus días atravesada por los balazos, y que a estas horas es probable que ya haya sucumbido, no pudiendo hacerse superior a tantos choques nerviosos perdió la razón"
"Cuando hubo sucumbido toda la escolta y que cesó el tiroteo, los atacantes penetraron en el carro pullman, en busca de armas y municiones, aunque con resultado negativo, pues ninguno de los que íbamos allí portábamos esa clase de elementos".
"Poco después, los que hacían de jefes de los asaltantes, entre los cuales, según estos decían, dispusieron que los supervivientes pasasen el carro pullman, entre tanto que se prendía fuego a los demás carros del convoy, como en efecto se hizo. Según oí decir entre algunos pasajeros de segunda clase, los carros fueron incendiados sin haberse retirado de ellos a los heridos"...
El asalto al tren de Guadalajara no es el único episodio estremecedor de la violencia que ejercieron los cristeros. Hasta los propios apologistas de los cristeros se han referido a las atrocidades cometidas por ellos y a las que pretenden justificar una y otra vez bien sea por el mero calificativo, o por sofismas tan burdos y ofensivos que ofrecen por sí mismos motivos para dudar de la calidad moral de quien recurre a ellos.
Asaltos a trenes, fusilamientos, "castigos" a soldados y agraristas son episodios que abundan en los relatos sobre el comportamiento del bando que en la guerra cristera pretendía defender los intereses divinos.
Frente a esos hechos, que refutan cualquier intento de idealizar su fanatismo religioso, no se puede alegar simplemente que las fuerzas del gobierno también cometieron crímenes, pues esto sería justificar la ley del talión y, por ende, la propia violencia de los revolucionarios contra los extremistas católicos que, a su vez, se habían opuesto a los primeros y habían apoyado al católico Victoriano Huerta en cu cuartelazo contra Madero.
Se mencionan a continuación algunos de esos hechos, tomados de memorias de los propios cristeros y de cronistas favorables a ellos.
En sus Episodios de la guerra cristera , José Guízar Oceguera, quien fue coronel de los cristeros, relata la masacre que estos cometieron contra los habitantes del barrio de La Lagunilla en Cotija, acerca de quienes dice Guízar: "...Eran hombres muy religiosos, trabajadores y pacíficos".
Sin embargo, en esa guerra cometieron el "pecado" de no simpatizar con la bandera de Dios: "Nos perjudicaban porque proporcionaban informes a las tropas del gobierno y les servían de guías. Además, como la ranchería se encontraba dentro de la zona rebelde, constituía un estorboso baluarte".
El 5 de mayo, los cristeros atacaron el barrio, tomando sus casas una a una. Al final, sólo quedaba por tomar la casa comunal. A decir de Guízar Oceguera, el "señor cura" y el general cristero les ofrecieron la rendición, pero uno de los enviados de los cristeros fue muerto por los defensores, por lo cual "el grupo nuestro llegó a la parte baja de la casa fortificada y con machetes rajaron la puerta para astillarla y luego le prendieron fuego. Así, ante la amenaza de las llamas se rindieron"
Haciendo el papel de Poncio Pilatos, el general cristero "presionado por los familiares del muerto y de los heridos" optó por fusilar a los defensores de la casa comunal. A la violencia cruel del hecho se suma el cinismo de la justificación que cinco décadas después elabora Guízar Oceguera, quien en su libro no vacila en calificarse a sí mismo como un "Quijote": "Así murieron estos hombres tan cristianos como nosotros, campesinos como la mayoría de los cristeros, tan valientes como ellos. Víctimas de la guerra civil, la peor de todas las guerras. Víctimas de la tiranía y de la intolerancia de Calles que la desencadenaron" Se trata del sofisma del criminal de guerra que quiere encontrar otros culpables de los asesinatos que por propia mano cometió: no fue Calles quien fusiló a los defensores de La Lagunilla, fueron los cristeros.
Los cristeros y Franco
Desde 1929, cuando Mussolini estableció el concordato con El Vaticano, los cristeros expresaron su admiración por el dictador italiano, evidenciada en febrero de ese año, cuando la Liga Nacional Defensora de la Libertad Religiosa, redactó un telegrama de felicitación a Benito Mussolini, que decía así:
"Duce Benito Mussolini
Roma. Italia
Liga Nacional Defensora Libertad Religiosa México, representante legítima pueblo mexicano (declaración Episcopado Mexicano, veintitrés noviembre último), paladín antibolsheviquismo México, felicita efusivamente egregio estadista inaudito valor resolvió "cuestión romana", interpretando verdaderos sentimientos nación y mundo católico, restaurando bases fundamentales sociedad reconocimiento legal matrimonio cristiano, encauzando Italia vías misión providencial"
También en febrero de 1929, en carta fechada el día 19, remitida al entonces estudiante de Medicina en Roma, Antonio López Ortega, el arzobispo de Morelia, Leopoldo Ruiz y Flores afirmaba:
"La Defensa Armada ha tenido la gloria de ser una protesta viva y eficaz, la de mantener viva también la cuestión religiosa y la de obligar, como esperamos, al Gobierno a buscar una solución"
"Ahora se dice que anda aquello muy revuelto después de la ejecución de Toral y el ataque al tren presidencial. Dios nos dé un Mussolini"
"Bendigamos a Dios por lo de Italia: eso ha demostrado al mundo que la verdad y la justicia tarde o temprano se abren paso"
El 11 de febrero de 1929, Mussolini había firmado con el cardenal Gasparri, el anciano secretario de Estado Papal, el tratado del Laterano, por el cual: "el Papa reconocía por primera vez al reino de Italia y su soberanía sobre la ciudad de Roma con excepción de la Ciudad del Vaticano, en tanto que Italia reconocía al Papa como el gobernante del estado soberano del Vaticano. Italia y el Vaticano intercambiarían embajadores. Las personas que residieran permanentemente en el Vaticano serían ciudadanos de ese estado y no súbditos italianos. El Vaticano se mantendría neutral en relación a Italia y se abstendría de intervenir en su política interna. El gobierno italiano daría reconocimiento legal a las corporaciones eclesiásticas como monasterios y conventos. Se implantaría la educación religiosa obligatoria y generalizada en todas las escuelas del estado. Los matrimonios religiosos serían reconocidos como válidos aun cuando no fueran acompañados por un matrimonio civil ante las autoridades del Estado. La Azione Cattolica abandonaría toda actividad política en Italia".
Además, el gobierno italiano aceptaba entregar 750 millones de liras al Vaticano, más otros mil millones por concepto de compensación por los reclamos acerca de las propiedades del clero que en el pasado habían sido afectadas por el estado.
Durante el sexenio de Lázaro Cárdenas, de 1934 a 40, reaparecieron las huestes cristeras para oponerse a la educación de corte progresista y apoyar la implantación en México de una dictadura católica, como Franco promovía en España.
Miguel Palomar y Vizcarra fue uno de los fundadores del Partido Católico Nacional, de la ACJM, y de la Liga Nacional Defensora de la Libertad Religiosa así como uno de sus ideólogos principales. Por añadidura, Palomar y Vizcarra fue Caballero de la Orden de San Gregorio Magno y años después destacado militante del PAN. Palomar y Vizcarra fue uno de los firmantes, al igual que Antonio López Ortega, de una carta de felicitación a Francisco Franco, fechada el 28 marzo de 1939. A la letra, la carta dice:
"Hoy a las once de la mañana corrieron las primeras noticias de que, al fin, las Fuerzas Nacionalistas Españolas habían entrado en Madrid, capital del Imperio. Se ha consumado, a Dios gracias, la obra magna de salvar la civilización cristiana en el mundo"
"Somos mexicanos que tenemos un perfecto sentido de la Hispanidad, según las enseñanzas magníficas y profundas de Ramiro de Maeztu, y por eso aunque no somos conocidos de Vuestra Excelencia, no podemos resistir a los más vivos e íntimos sentimientos de nuestra alma y a los mandatos de nuestra conciencia, que nos obligan a dirigirnos a Vuestra Excelencia para unir nuestros más fervorozos (sic) parabienes a los innumerables que ha de recibir en este día de gloria para la Hispanidad, desde todos los puntos del orbe"
"Loado sea Cristo que nos ha sido dado vivir en una época en que se han iniciado las más excelsas reivindicaciones, España resurge; la Hispanidad se concreta; adquiere conciencia de sí misma, y todos los pueblos que vinieron a la vida por la obra de España y Portugal, se preparan a cumplir sus gloriosos destinos. Un escritor nórdico, escribió hace muchos años, no sin sentido profundo de la misión de España, estas palabras:"
" "España ha llegado a una edad en que las gentes se contentan con pedir y recompensar trabajos industriales y empresas comerciales para los cuales se necesitan iniciativas menos brillantes que las que ella tuvo...No sentimos el menor deseo de verla poniendo a contribución sus energías para competir en escala inferior con Inglaterra o con Alemania...Esperamos que el provenir le reserve un papel valioso como el que representó antaño ante los problemas del mundo físico...Conservando y aplicando sus viejos ideales, España otorgará al mundo nuevos presentes del espíritu" Que así sea. "
"Seguramente, Excelentísimo Señor, que han de ser muchos los mensajes de felicitación que reciba desde México y de mexicanos. Esos, lo mismo que este nuestro, traducen el sentir verdadero, el auténtico, de esta porción de la Hispanidad, que en otro tiempo llevó el nombre de Nueva España. Recíbalos así, Excelentísimo Señor, y vea con la mayor indiferencia la conducta y el sentir de los individuos que pesan como una maldición sobre la patria mexicana. No la representan, ni siquiera son capaces de sospechar lo que es el alma y el espíritu de México. Son sujetos que la abominable Casa Blanca nos ha enviado para que se lleve a cabo la obra muy antihispánica de destruir por todos los medios, a la nación mexicana. Eso es todo"
"Hacemos votos a Cristo Rey, por quien los mexicanos también han derramado generosamente su sangre, y a la Virgen de Guadalupe, Símbolo y Baluarte de la Hispanidad, por la ventura y prosperidad personal de Vuestra Excelencia y de todos los suyos, y porque le protejan y amparen en la formidable obra de la reconstrucción de la Magna España"
En la respuesta, remitida a Palomar y Vizcarra el 12 de junio del mismo año, por el secretario particular de Franco, se dice:
"Su Excelencia que ha luchado por la Fe y los viejos ideales de España, contra la horda roja que tantos crímenes y desafueros cometió, lo ha leído con toda atención y sumo gusto, agradeciendo de veras las protestas de Hispanidad formuladas y encargándome les testimonie sus más expresivas gracias por los votos que, a Cristo Rey y a la Virgen de Guadalupe, hacen por la ventura, prosperidad y engrandecimiento de nuestra amada Patria"
Antes, en febrero de 1939, el boletín cristero David había publicado el texto de otro telegrama de felicitación del Comité Directivo de la Liga Nacional Defensora de la Libertad a Franco:
"Excelentísimo señor:
"Con la caída de Barcelona. La tiranía que ejercían los extranjeros y los traidores en España, se derrumba"
"El pueblo mexicano por conducto de su representante legítimo la Liga Nacional Defensora de la Libertad, hace patente a Vuestra Excelencia su alegría por tan fausto acontecimiento y presenta su felicitación fraternal a los héroes que se han sacrificado para que el Imperio Español sea posible"
"Los buenos mexicanos saben que ese Imperio no será una realidad mientras que en México exista un foco rojo al servicio de Moscú. Es por ello que, alentados por el ejemplo de sus hermanos españoles, prometen ahora luchar con redoblada energía porque la Nueva España se haga digna de la España Nueva"
"Dios nuestro señor guarde a Vuestra Excelencia muchos años"
"México, DF a 17 de enero de 1939"
J. de Aldama
Secretario del exterior
Atrocidades cristeras
Muchos maestros y maestras rurales fueron mártires de la enseñanza y del progreso nacional. Los cristeros los quemaban vivos, luego de mutilarlos cortándoles las orejas, castrándolos y extirpándoles la lengua.
Uno de los muchos casos conocidos, incluidos en el libro Educación y revolución social en México (1921 a 1940), de David L. Raby, (SEP, México, 1974) fue el un "incidente particularmente brutal", que "fue el asesinato de María Murillo, joven y dedicada maestra amada por todos los habitantes del poblado de Huiscolo, municipio de Tabasco, Zacatecas. En noviembre de 1936 fue destazada por un grupo de hombres armados que mutilaron su cuerpo y exhibieron sus senos cercenados a ambos lados del camino "como ejemplo"; a la mañana siguiente el cura del lugar dijo misa y absolvió a los asesinos. La señorita Murillo fue muerta por ser comunista y porque siendo maestra federal apoyaba el reparto de tierras a los campesinos, mientras que la gran mayoría del clero condenaba el agrarismo como despojo y amenazaba a los campesinos que recibieran tierras con los castigos eternos del infierno"
En junio del año 2001, el periodista Salvador Frausto de El Univesal retomó el tema de la maestra María Murillo, haciendo interesantes pesquisas en el poblado donde ocurrieron los hechos arriba mencionados.
Como señala Frausto, en dicho lugar hay una escuela rural federal que lleva el nombre de la maestra asesinada. En la fecha en que él hizo la investigación, el director de esa escuela pensaba proponer ante el cabildo que la maestra fuera nombrada "mujer ilustre" de la región, donde la gente se refiere a ella como "la maestra mártir". Desde 1983 se lleva a cabo año con año un homenaje en el lugar de su sacrificio, que es la escuela que lleva su nombre y donde hay además un busto suyo que se implantó en 1985..
Ampliando y precisando la versión de Raby, Frausto relata: "Fue la madrugada del 26 de octubre de 1935. Le advirtieron que se fuera, no lo hizo. La violaron, la golpearon, la amarraron con una soga d elos pies y la arrastraron a galope de caballo por el camino terregoso que lleva a la salida de Huiscolco. Y le cortaron los senos. Y los colgaron en arbustos localizados en la orilla de camino. Uno a la derecha, otro a la izquierda. Como ejemplo, para que los demás maestros rurales desistieran de impartir educación socialista..."
Entrevistados por Frausto, algunos de los exalumnos de María Murillo, quien tenía 45 años cuando fue asesinada, "recuerdan los gemidos que emitía la maestra agonizante, abandonada por la turba de cristeros, tras ser acribillada, a la salida del poblado...."
De acuerdo con esos testimonios, ella vivía en un rancho llamada San Antonio, donde daba clases, pero "se peleó con el cacique, don Antonio, porque él no quería que sus trabajadores aprendieran a leer y escribir: Don Antonio fue el que le calentó la cabeza al cura que dizque la maestra era protestante, le decía...Total que María Murillo se vino para acá y aquí era muy querida, pero se peleó con el cura porque le pidió que mandara ala escuela a los niños que iban al catecismo"
De acuerdo con Rubén Lara, cronista del municipio de Tabasco, donde se ubica Huiscolco, "...la maestra Murillo se limitaba a impartir clases de español, matemáticas, algo de ciencias sociales y un poco de ciencias naturales. En cuanto a la cuestión sexual, solamente les hablaba a sus alumnos sobre el funcionamiento de los aparatos reproductores. "Les aclaraba que los bebés no venían de la cigüeña ni los dejaba alguien en una canasta a la puerta de las cosas. No más"
Según el profesor Aureliano Montoya, director de la escuela María R. Murillo, esa maestra que un ejemplo de vocación magisterial, quien dedicó su ida a la enseñanza, y enfatiza: "...era señorita a los 45 años" Ese dato se asienta en el acta de defunción de la maestra, documento donde se menciona también que murió sin recibir atención médica.
De acuerdo con Montoya, los cristeros "...le advirtieron varias veces que si no dejaba de enseñar la iban a matar y siguió, por vocación, dando sus clases. Todavía la noche en que la sacrificaron le dijeron que desistiera y la llevaron a la orilla del pueblo y ahí la dejaron, para que se fuera de Huiscolco. Y que se regresa a su casa..."
"Los cristeros le pidieron a la maestra los libros con los que enseñaba, para ver si no eran inmorales o procomunistas, fueron a la escuela y los revisaron durante largo rato, ¿pero qué podían revisar?, la mayoría no sabían leer, eran analfabetas, pero aún así dictaminaron que la maestra era comunista, lo que le mereció el castigo.... Después fueron por ella y la martirizaron, se la llevaron arrastrando hasta la orilla del pueblo, donde la dejaron...Algunos vecinos, al oírla gemir, se despertaron y trataron de salvarle la vida, la llevaron en un "tepeiste" (como una camilla) a la cabecera municipal (Tabasco) pero ahí murió antes de ser atendida por algún médico"
Tanto el cronista de Tabasco como el director de la mencionada escuela rechazan, al igual que pobladores de ese lugar, que la maestra fuera protestante. Por el contrario, afirman que era católica protestante: "María daba clases en un cuartito chiquito que está por aquí cerca (de la escuela que lleva su nombre), y en el cuartito de a lado se quedaba a dormir. En una pared de adobe de su habitación tenía, y aún se conserva, un Cristo forjado en barro"
Cuando Salvador Frausto escribió su reportaje, tuvo oportunidad de abordar a uno de los cristeros que participaron en el asesinato de María Refugio Murillo, pero "el anciano declinó hablar y se retiró del lugar"
Uno de los habitantes del lugar comentó al respecto: "Tiene miedo, piensa que se lo va a llevar el gobierno, vive con ese tormento"
3 Comments:
PARA AQUELLOS QUE ESTAMOS EMPEÑADOS EN QUE EL CONOCIMIENTO DE LA HISTORIA NACIONAL NO SEA SOLO A TRAVES DE LOS LIBROS OFICIALES.
ESTE BLOG REPRESENTA UN FARO EN LAS TINIEBLAS
GRACIAS POR PERMITIRNOS CONOCER SU TRABAJO
Hola soy un director de cine y television y conoci esta historia por que estoy en la investigacion de curas asesinos.
ya que estoy investigando al respecto por que tengo una idea para un corto que quiero realizar aca en Colombia.
Viba Cristo Rey!
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