Gómez Mont defiende al clero

El gobierno espurio y la jerarquía católica se apoyan mutuamente, como se pone de manifiesto en publicaciones clericales como Eco semanal, "Semanario de Evangelización, Comunión y Opinión de la Arquidicócesis de México", que en su número del 18 de abril de 1010 (Año V, número 200) cita declaraciones del titular de la Degob en defensa de los sacerdotes católicos.

El pronuniciamiento de Gómez Mont busca respaldar al clero ante las recientes denuncias de abusos péderastas por parte de religiosos católicos.

Según la publicación clerical, Gómez Mont se reunió a puerta cerrada con los obispos mexicanos durante la 89 Asamblea General del Episcopado, donde "el secertario de Gobernación Francisco (sic) Gómez Mont, defendió a los ministros de culto religioso al referir que "la mayoría de los pastores son gente de bien que no deben quedar marcados por las aberraciones de algunos"" (p. 7).

Según Gómez Mont, los curas "trabajan por un mejor país" y "en representación del Ejecutivo Federal, Gómez Mont calificó como positivos los pasos que dan los obispos para resolver casos registrados de abuso de menores en el país..."

es decir, comoya se sabía, el gobierno fecal apoya decididamente al clero católico, situación que rige también a la inversa.

Ejemplo de ello es que en la misma publicación (p. 5) se citan declaraciones del arzobispo de Monterrey, Francisco Robles Berlanga, quien convo0ca a la sociedad a apoyar la estrategia fecal del supuesta "combate al narcotráfico".

Con ella, el gobierno de Calderón ha querido justificar la militarización del país, que ha ido acompañada de numerosos crímenes y abusos de los cuerpos de seguridad contra los ciudadanos.

La jerarqupia católica, al lado de muchos empresarios poderosos, son los principales sectores que incondicionalmente han apoyado a Calderón para engañar, saquear y reprimir al pueblo.

Aunque ahora se quiere victimizar, su verdadero esíritu sale a relucir en un editorial de la misma publicación, dedicado nada menos que a defender a beneedicto XVI, el Papa con antecedentes pronazis.

En ese trabajo se defiende la tesis -compartida por la jerarquía católica y los grupos ultraderechistas que controlan el gobierno- de que "los enemigos del papa son enemigos de l ahumanidad".

esa es la mentalidad inquisitorial, que por cierto tan radicalmente ha representado Ratzinger dentro de la Iglesia.

Hace siglos los curas abusaban sin medida y apoyaban al gobierno colonial, mientras el santo oficio enviaba a la hoguera a sus críticos y a los no creyentes, juzgándolos "enemgiso de Dios y de la humanidad".

Hoy, muchos curas y jerarcas siguen cometiendo abusos, y como hace siglos, se oponen a las libertades y juzgan que sus críticos (y no los religiosos al estilo de Maciel) son nada menos que "enemigos de la humanidad".