Pederastia clerical
Fuente con artículo original:
http://tech.groups.yahoo.com/group/rael-science-select/message/19510
Fuente de artículo similar o idéntico en español:
http://www.180.com.uy/articulo/Iglesia-protege-a-curas-pedofilos
Alemania: Iglesia católica protege a curas pedófilos
AFPAFPAlemania: Iglesia Católica protege a curas pedófilos
La Iglesia Católica protegió durante décadas a curas y religiosos
pedófilos que abusaron sexualmente de niños y niñas en Alemania e
impidió que fueran procesados por la justicia, según teólogos,
juristas y documentos eclesiásticos internos. Además, en estos días se
conocieron denuncias de abusos sexuales en el coro que dirige el
hermano del Papa Benedicto XVI.
Por Julio Godoy (IPS)
La complicidad de la jerarquía eclesiástica quedó confirmada
recientemente cuando ex alumnos realizaron miles de denuncias contra
numerosos sacerdotes. En prácticamente todos los casos, los pedófilos
sólo fueron transferidos de una jurisdicción a otra y nunca fueron
procesados legalmente.
Casos similares de abusos sexuales contra niños y niñas en escuelas y
otras instituciones católicas, con impunidad para los victimarios, han
sido documentados en Australia, Austria, España, Estados Unidos,
Filipinas, Francia Italia y México, entre otros países.
En Alemania las denuncias comenzaron en enero, cuando Klaus Mertes,
director de la escuela secundaria católica Canisius, de Berlín, en una
carta abierta dirigida a los ex alumnos, pidió disculpas por los
abusos sexuales perpetrados por los sacerdotes en las décadas de 1970
y 1980.
En la misiva, Mertes reconoció saber "desde hace años" de los abusos,
y los calificó de "sistemáticos y (realizados) durante años". También
exhortó a las víctimas a revelar la naturaleza exacta de ellos y los
alentó a "romper el muro de silencio" que se mantiene en torno a estos
casos.
Mucha atención recayó sobre la escuela secundaria Canisius, gestionada
por la orden de los jesuitas y considerada una de las mejores
instituciones educativas del país.
El 14 de febrero Mertes declaró en conferencia de prensa que en
Canisius se produjeron "cientos" de casos de abusos sexuales y sugirió
que la Iglesia Católica indemnice con dinero a las víctimas.
La abogada berlinesa Manuela Groll, que asesora jurídicamente a varias
de las víctimas de la escuela Canisius, confirmó las palabras de
Mertes. "Recibo denuncias nuevas prácticamente todos los días", dijo a
IPS. "Estoy segura que la cantidad de víctimas llega a los tres
dígitos".
Desde las revelaciones de Mertes, cientos de casos de pedofilia
protagonizados por sacerdotes fueron confirmados en numerosas escuelas
católicas de Alemania. Muchos de los abusos datan de los años 60 y 70,
pero algunos se perpetraron incluso hasta en 2002.
Un caso típico es el de la escuela de la abadía de Ettal, otra
reconocida institución católica, ubicada en Baviera, unos 600
kilómetros al sur de Berlín y próxima a la frontera austríaca. En 1969
los alumnos denunciaron a la administración los abusos sexuales de un
sacerdote.
El cura, identificado como el padre M., fue separado provisoriamente
de su cargo como profesor de gimnasia, pero dos años después se le
permitió volver a enseñar. Los rumores de que M. seguía abusando
sexualmente de los pupilos eran constantes, pero no hubo intervención
oficial.
En 1984, luego de que una madre acusara a M. de abusar de su hijo, el
profesor fue trasladado, pero una vez más, por poco tiempo.
En el presente, el director de la escuela, Maurus Krass, admite "que
fue un error permitirle a M. enseñar de nuevo. Pensamos que había
aprendido su lección", declaró a IPS.
Varios meses antes de su muerte, en 2009, M. confesó haber mantenido
relaciones sexuales con sus alumnos durante años.
Casos similares fueron confirmados por otros ex estudiantes. "Siempre
me parecieron nauseabundas (las relaciones con los sacerdotes), pero
estaba en shock y no podía reaccionar. Además había un sistema entero
de represión que hacía imposible escapar de ese círculo vicioso",
señaló un ex alumno de Canisius, ahora de 48 años.
Otro ex alumno dijo a IPS que los sacerdotes invitaban a los niños a
una bodega, donde los alentaban a masturbarse. Mientras, los
religiosos acariciaban a los menores de edad.
"La bodega era conocida entre los niños como el sótano de la
masturbación", dijo el ex alumno de Canisius.
Varias de las víctimas de los abusos se suicidaron y otros recurrieron
durante años a la terapia psicológica.
Según teólogos alemanes y funcionarios de la justicia, la jerarquía de
la iglesia invariablemente ocultó los abusos.
La teóloga Uta Ranke-Heinemann dijo a IPS que la Iglesia Católica
"desde el Vaticano hasta los sacerdotes en el llano ayudaron a
garantizar la impunidad absoluta de los abusadores. Existen dos
documentos internos (que muestran) que la Iglesia Católica se toma el
trabajo de mantener el abuso en el secreto absoluto".
El primer documento,"Crimen sollicitationis" (en latín, delito de
solicitación), data de 1962 y fue escrito por el cardenal Alfredo
Ottaviani, entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la
Fe, anteriormente conocida como la Inquisición.
El segundo documento, "De delictis gravioribus" (Sobre delitos más
graves), fue redactado en 2001 por el entonces cardenal Joseph
Ratzinger, el actual papa Benedicto XVI, quien también fue prefecto de
la Congregación para la Doctrina de la Fe.
"Ambos documentos, que hoy están en posesión de todos los obispos
católicos del planeta, ponen énfasis en la exclusiva competencia del
Vaticano sobre los delitos sexuales como la pedofilia", dijo a IPS
Ranke-Heinemann.
"En las cartas, Ottaviani y Ratzinger ordenan a los obispos del mundo
a denunciar exclusivamente al Vaticano los abusos sexuales que los
sacerdotes cometen contra los niños, bajo la amenaza de la excomunión.
Estas amenazas provocaron una obstrucción total de las indagaciones
judiciales, de otras acciones de aplicación de la ley, y la
impunidad", agregó Ranke-Heinemann.
La teóloga dijo que el único castigo que recibieron los pedófilos fue
"su constante reubicación. Se les transfiere continuamente de un lugar
a otro. Esto les permite salir y cometer sus fechorías con total
impunidad".
El 22 de febrero la ministra de Justicia alemana Sabine
Leutheusser-Schnarrenberger, en una entrevista de televisión con la
red pública ARD, declaró que la "Iglesia Católica no parece inclinada
a cooperar con el procesamiento" de los casos de abuso sexual.
De hecho, la jerarquía católica reaccionó a las revelaciones de estos
últimos meses mediante una breve disculpa por escrito, leída en una
conferencia de prensa el 22 de febrero por el obispo Robert Zollitsch,
presidente de la conferencia episcopal alemana.
En la disculpa leída por Zollitsch se califica de "crimen nauseabundo"
al abuso sexual, pero el prelado no respondió a las preguntas de los
periodistas.
Un obispo alemán, Walter Mixa, incluso intentó exculpar a la iglesia
atribuyendo las transgresiones a la "llamada revolución sexual de los
años 60 y 70, en los cuales muchos críticos morales progresistas
fomentaron las relaciones sexuales entre adultos y adolescentes".
"Los obispos alemanes no se han dado cuenta de la dimensión de los
crímenes", comentó Christian Weisner, teólogo del movimiento
reformista católico Somos Iglesia.
"La Iglesia Católica necesita una revolución, un enfoque nuevo hacia
la sexualidad, y el procesamiento de este tipo de crímenes. De otra
manera, su reputación se arruinará para siempre", sostuvo Weisner.
Escándalo en el coro del hermano del Papa
(AFP)
Entre los escándalos por abusos sexuales en la Iglesia, hay uno dentro
del coro que dirige el hermano del Papa.
Se trata de los niños cantores de Ratisbona, también en Baviera,
dirigido desde 1964 a 1993 por el obispo Georg Ratzinger, hermano de
Benedicto XVI.
El obispado de Ratisbona reconoció un caso de abusos sexuales que se
remonta al comienzo de los 1950 pero dice disponer "de informaciones
sobre varios casos de presuntos abusos entre 1958 y 1973". Monseñor
Ratzinger declaró a una radio local no haber estado al tanto de nada.
El Vaticano "toma muy en serio cualquier asunto de escándalo sexual de
pederastia en Alemania", aseguró a AFP el padre Ciro Benedettini,
vicedirector de la sala de prensa del Vaticano. Se negó, por el
contrario, a comentar el caso de Ratisbona.
La conferencia episcopal alemana encargó al obispo de Tréveris,
monseñor Stephan Ackermann, aclarar este escándalo.
El presidente de la conferencia episcopal, monseñor Robert Zollitsch,
se reunirá el 12 de marzo en el Vaticano con el Papa, quien, desde el
comienzo de su pontificado, condenó duramente estos comportamientos
que dan "vergüenza" y aseguró que los culpables "no tienen su sitio en
la Iglesia".
http://tech.groups.yahoo.com/group/rael-science-select/message/19510
Fuente de artículo similar o idéntico en español:
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Alemania: Iglesia católica protege a curas pedófilos
AFPAFPAlemania: Iglesia Católica protege a curas pedófilos
La Iglesia Católica protegió durante décadas a curas y religiosos
pedófilos que abusaron sexualmente de niños y niñas en Alemania e
impidió que fueran procesados por la justicia, según teólogos,
juristas y documentos eclesiásticos internos. Además, en estos días se
conocieron denuncias de abusos sexuales en el coro que dirige el
hermano del Papa Benedicto XVI.
Por Julio Godoy (IPS)
La complicidad de la jerarquía eclesiástica quedó confirmada
recientemente cuando ex alumnos realizaron miles de denuncias contra
numerosos sacerdotes. En prácticamente todos los casos, los pedófilos
sólo fueron transferidos de una jurisdicción a otra y nunca fueron
procesados legalmente.
Casos similares de abusos sexuales contra niños y niñas en escuelas y
otras instituciones católicas, con impunidad para los victimarios, han
sido documentados en Australia, Austria, España, Estados Unidos,
Filipinas, Francia Italia y México, entre otros países.
En Alemania las denuncias comenzaron en enero, cuando Klaus Mertes,
director de la escuela secundaria católica Canisius, de Berlín, en una
carta abierta dirigida a los ex alumnos, pidió disculpas por los
abusos sexuales perpetrados por los sacerdotes en las décadas de 1970
y 1980.
En la misiva, Mertes reconoció saber "desde hace años" de los abusos,
y los calificó de "sistemáticos y (realizados) durante años". También
exhortó a las víctimas a revelar la naturaleza exacta de ellos y los
alentó a "romper el muro de silencio" que se mantiene en torno a estos
casos.
Mucha atención recayó sobre la escuela secundaria Canisius, gestionada
por la orden de los jesuitas y considerada una de las mejores
instituciones educativas del país.
El 14 de febrero Mertes declaró en conferencia de prensa que en
Canisius se produjeron "cientos" de casos de abusos sexuales y sugirió
que la Iglesia Católica indemnice con dinero a las víctimas.
La abogada berlinesa Manuela Groll, que asesora jurídicamente a varias
de las víctimas de la escuela Canisius, confirmó las palabras de
Mertes. "Recibo denuncias nuevas prácticamente todos los días", dijo a
IPS. "Estoy segura que la cantidad de víctimas llega a los tres
dígitos".
Desde las revelaciones de Mertes, cientos de casos de pedofilia
protagonizados por sacerdotes fueron confirmados en numerosas escuelas
católicas de Alemania. Muchos de los abusos datan de los años 60 y 70,
pero algunos se perpetraron incluso hasta en 2002.
Un caso típico es el de la escuela de la abadía de Ettal, otra
reconocida institución católica, ubicada en Baviera, unos 600
kilómetros al sur de Berlín y próxima a la frontera austríaca. En 1969
los alumnos denunciaron a la administración los abusos sexuales de un
sacerdote.
El cura, identificado como el padre M., fue separado provisoriamente
de su cargo como profesor de gimnasia, pero dos años después se le
permitió volver a enseñar. Los rumores de que M. seguía abusando
sexualmente de los pupilos eran constantes, pero no hubo intervención
oficial.
En 1984, luego de que una madre acusara a M. de abusar de su hijo, el
profesor fue trasladado, pero una vez más, por poco tiempo.
En el presente, el director de la escuela, Maurus Krass, admite "que
fue un error permitirle a M. enseñar de nuevo. Pensamos que había
aprendido su lección", declaró a IPS.
Varios meses antes de su muerte, en 2009, M. confesó haber mantenido
relaciones sexuales con sus alumnos durante años.
Casos similares fueron confirmados por otros ex estudiantes. "Siempre
me parecieron nauseabundas (las relaciones con los sacerdotes), pero
estaba en shock y no podía reaccionar. Además había un sistema entero
de represión que hacía imposible escapar de ese círculo vicioso",
señaló un ex alumno de Canisius, ahora de 48 años.
Otro ex alumno dijo a IPS que los sacerdotes invitaban a los niños a
una bodega, donde los alentaban a masturbarse. Mientras, los
religiosos acariciaban a los menores de edad.
"La bodega era conocida entre los niños como el sótano de la
masturbación", dijo el ex alumno de Canisius.
Varias de las víctimas de los abusos se suicidaron y otros recurrieron
durante años a la terapia psicológica.
Según teólogos alemanes y funcionarios de la justicia, la jerarquía de
la iglesia invariablemente ocultó los abusos.
La teóloga Uta Ranke-Heinemann dijo a IPS que la Iglesia Católica
"desde el Vaticano hasta los sacerdotes en el llano ayudaron a
garantizar la impunidad absoluta de los abusadores. Existen dos
documentos internos (que muestran) que la Iglesia Católica se toma el
trabajo de mantener el abuso en el secreto absoluto".
El primer documento,"Crimen sollicitationis" (en latín, delito de
solicitación), data de 1962 y fue escrito por el cardenal Alfredo
Ottaviani, entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la
Fe, anteriormente conocida como la Inquisición.
El segundo documento, "De delictis gravioribus" (Sobre delitos más
graves), fue redactado en 2001 por el entonces cardenal Joseph
Ratzinger, el actual papa Benedicto XVI, quien también fue prefecto de
la Congregación para la Doctrina de la Fe.
"Ambos documentos, que hoy están en posesión de todos los obispos
católicos del planeta, ponen énfasis en la exclusiva competencia del
Vaticano sobre los delitos sexuales como la pedofilia", dijo a IPS
Ranke-Heinemann.
"En las cartas, Ottaviani y Ratzinger ordenan a los obispos del mundo
a denunciar exclusivamente al Vaticano los abusos sexuales que los
sacerdotes cometen contra los niños, bajo la amenaza de la excomunión.
Estas amenazas provocaron una obstrucción total de las indagaciones
judiciales, de otras acciones de aplicación de la ley, y la
impunidad", agregó Ranke-Heinemann.
La teóloga dijo que el único castigo que recibieron los pedófilos fue
"su constante reubicación. Se les transfiere continuamente de un lugar
a otro. Esto les permite salir y cometer sus fechorías con total
impunidad".
El 22 de febrero la ministra de Justicia alemana Sabine
Leutheusser-Schnarrenberger, en una entrevista de televisión con la
red pública ARD, declaró que la "Iglesia Católica no parece inclinada
a cooperar con el procesamiento" de los casos de abuso sexual.
De hecho, la jerarquía católica reaccionó a las revelaciones de estos
últimos meses mediante una breve disculpa por escrito, leída en una
conferencia de prensa el 22 de febrero por el obispo Robert Zollitsch,
presidente de la conferencia episcopal alemana.
En la disculpa leída por Zollitsch se califica de "crimen nauseabundo"
al abuso sexual, pero el prelado no respondió a las preguntas de los
periodistas.
Un obispo alemán, Walter Mixa, incluso intentó exculpar a la iglesia
atribuyendo las transgresiones a la "llamada revolución sexual de los
años 60 y 70, en los cuales muchos críticos morales progresistas
fomentaron las relaciones sexuales entre adultos y adolescentes".
"Los obispos alemanes no se han dado cuenta de la dimensión de los
crímenes", comentó Christian Weisner, teólogo del movimiento
reformista católico Somos Iglesia.
"La Iglesia Católica necesita una revolución, un enfoque nuevo hacia
la sexualidad, y el procesamiento de este tipo de crímenes. De otra
manera, su reputación se arruinará para siempre", sostuvo Weisner.
Escándalo en el coro del hermano del Papa
(AFP)
Entre los escándalos por abusos sexuales en la Iglesia, hay uno dentro
del coro que dirige el hermano del Papa.
Se trata de los niños cantores de Ratisbona, también en Baviera,
dirigido desde 1964 a 1993 por el obispo Georg Ratzinger, hermano de
Benedicto XVI.
El obispado de Ratisbona reconoció un caso de abusos sexuales que se
remonta al comienzo de los 1950 pero dice disponer "de informaciones
sobre varios casos de presuntos abusos entre 1958 y 1973". Monseñor
Ratzinger declaró a una radio local no haber estado al tanto de nada.
El Vaticano "toma muy en serio cualquier asunto de escándalo sexual de
pederastia en Alemania", aseguró a AFP el padre Ciro Benedettini,
vicedirector de la sala de prensa del Vaticano. Se negó, por el
contrario, a comentar el caso de Ratisbona.
La conferencia episcopal alemana encargó al obispo de Tréveris,
monseñor Stephan Ackermann, aclarar este escándalo.
El presidente de la conferencia episcopal, monseñor Robert Zollitsch,
se reunirá el 12 de marzo en el Vaticano con el Papa, quien, desde el
comienzo de su pontificado, condenó duramente estos comportamientos
que dan "vergüenza" y aseguró que los culpables "no tienen su sitio en
la Iglesia".
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