Monday, March 31, 2008

Carta de Luis Sosa en apoyo a Julia Klug

Carta de Luis Sosa Pérez en apoyo a Julia Klug
Edgar González Ruiz

Ferrocarrilero retirado, Luis Sosa Pérez fue también durante décadas un valiente luchador social.
En la siguiente carta apoya la lucha de Julia Klug contra los abusos del clero y critica a las corrientes oportunistas como la llamada "nueva izquierda".
Ciertamente, solidaridad, congruencia y lucidez se requieren hoy en día para enfrentar a la derecha y a sus aliados.

México D.F., a 26 de marzo del 2008.
Una combatiente sufre angustiosamente las consecuencias de haber enfrentado al poder decimonónico del Clero Político y pedófilo, heredero del Imperio Romano.
Por haberse opuesto a la politiquería anticonstitucional en la Catedral Metropolitana y los abusos derechistas en diversas ocasiones, ha sido amenazada y golpeada varias veces, con lo que le afectaron tres vértebras de la columna, que le requieren de reposo absoluto por algún tiempo.
En su natal Guatemala, la valiosísima Julia Klug sufrió a temprana edad, la brutalidad del despotismo dual más añejo: el del clero cómplice del poder dictatorial y el de los no menos violadores sexuales: los kaibiles, en la Guatemala mártir.
Habiendo demandado penalmente al “religioso” de la camioneta blindada y guaruras propios, Julia la nacionalizada y orgullosamente mexicana, fue ignorada hasta que, posteriormente, Perverto Rivera la demandó diciéndose amenazado de muerte y su blindado vehículo ¡agredido!.
Las autoridades, tan inmóviles cuando se queja una ciudadana víctima de la represión, son dinámicas cuando el Becerro de Oro se hace la víctima: NO requirieron comprobación del ¿daño?; cabe preguntarse: ¿cómo estalló el polarizado vidrio imposible de tronar con un palo (sólo podría romperse con un tubo de aleación moderna)?. Tampoco necesitó comprobante del daño material, de su reparación y menos del pago de Afianzadora alguna. La propiedad fue “demostrada”: era la de un explotador que cedió a una monja la utilización del blindado.
Finalmente, por si el derroche de estoicismo fuera insuficiente, Julia recayó el 9 de marzo, después del Homenaje en su día: Internacional de la Mujer. Fue reducida al reposo absoluto por 3 a 5 meses, pero a pesar de dolores intensos fue a votar por primera vez como militante (muy reciente) y hacer de su voto el más sufrido por el dique que hoy exhibe a los marranos de la 5ª Columna, los destapados PRIANes del nuevo colaboracionismo pues N.I. ni es de izquierda y menos nueva, sino la vejez de todo lo bueno y todo lo noble: la Chucha Traición.

GRACIAS, JULIA POR EL ABNEGADO EJEMPLO.

Luis Sosa Pérez
Ferrocarrilero jubilado.

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