Costa Rica:
Conservadurismo y derechos sexuales
Edgar González Ruiz
Como en otros países de América Latina, las leyes y tradiciones políticas de Costa Rica favorecen ampliamente a la jerarquía católica, principal opositora de los derechos sexuales y reproductivos en el subcontinente, que actúa mediante grupos político religiosos.
Sin embargo, la geografia religiosa de muchas de esas naciones, como es el caso de Costa Rica, está cambiando rápidamente con el surgimiento de grupos protestantes o evangélicos, algunos de ellos más liberales que el clero católico, pero otros mucho más conservadores que él y con participación en la vida política.
Asimismo, cotidianamente la Iglesia enfrenta los problemas derivados de la doble moral de muchos de sus ministros y de la impopularidad derivada de la secularización de las sociedades, que trae consigo valores y formas de vida ajenos a los que promueve el clero, que en el plano político defiende su hegemonía, así como un modelo represivo y patriarcal en el ámbito sexual y familiar.
Ante la ausencia de movimientos amplios para la defensa del estado laico, o secular, la agenda de los derechos sexuales y reproductivos -que incluye la despenalización del aborto, la promoción de métodos anticonceptivos, del condón, del sexo protegido y de la educación sexual, así como la defensa de los derechos de las mujeres y de las minorías sexuales- puede convertirse entre las fuerzas políticas en moneda de cambio para establecer alianzas o resolver conflictos con la Iglesia Católica.
Dios tiene dueño
La Constitución Política de la República de Costa Rica, de 1949, actualizada en 2001, establece en su artículo 75 que “La religión católica, apostólica, romana es la del Estado, el cual contribuye a su mantenimiento, sin impedir el libre ejercicio en la República de otros cultos que no se opongan a la moral universal ni a las buenas costumbres”. Según el artículo 79, “Se garantiza la libertad de enseñanza. No obstante, todo centro docente privado estará bajo la inspección del Estado”.
El carácter oficial del catolicismo en Costa Rica es muy cuestionado en sectores progresistas y académicos, así como en la perspectiva evangélica, pero en la esfera política y legislativa suele considerarse como un tema problemático por las presiones que el clero puede ejercer contra sus opositores. Algunos políticos afirman que en la práctica el artículo 75 ha pasado a ser un mero formalismo, una reliquia histórica, y que de hecho la sociedad acepta y practica el laicismo, por lo que no tiene caso entrar en polémicas o iniciativas legislativas sobre ese asunto, cuando hay temas más importantes para la nación. Esa actitud evita en consecuencia la discusión sobre temas como la educación laica, los subsidios a la Iglesia, su influencia sobre los cuerpos de seguridad, etc.
En 2004, la Asociación Demográfica Costarricense llevó a cabo un estudio para conocer las opiniones y actitudes de personas tomadoras de decisiones de diferentes sectores, incluidos el gubernamental y la Iglesia Católica, acerca de temas relacionados con los derechos sexuales y reproductivos. Los resultados se reportaron globalmente, sin identificar a los declarantes, de tal suerte que seis de los siete obispos del país, que fueron entrevistados, se mostraron de acuerdo en una mayor separación entre la Iglesia y el Estado, superando la definición constitucional de dichas relaciones. Uno de ellos, or ejemplo, comentó: “El reino de la Iglesia no es de este mundo. Es injusto que se den privilegios a una expresión de la cristiandad” Por el contrario, algunos legisladores y funcionarios se mostraron más dispuestos a salvaguardar las prerrogativas de la Iglesia a la que un legislador definió como “…una gran aliada y orientadora en asuntos del Estado”
Aunque las leyes del país establecen algunas limitaciones para la injerencia política del clero, y reconocen la libertad de cultos, la influencia de la Iglesia en la vida política y en las instituciones es muy grande, lo que incluye por ejemplo el nombramiento de los profesores de religión por parte del episcopado, mismos que son pagados por el gobierno, además de que hay capellanes en las fuerzas de seguridad.
Sin embargo, hoy en día el clero enfrenta la creciente expansión de grupos evangélicos y el desprestigio ocasionado por la doble moral de personajes vinculados al activismo católico.
Joven y carismático líder de la Iglesia Católica de Costa Rica, el padre Minor de Jesús Calvo incursionó hace unos años en los medios de comunicación y fundó Radio María de Guadalupe, con ayuda de empresarios y con donaciones de feligreses. Sin embargo, desde principios de 2001, el periodista colombiano Parmenio Medina, en su programa radiofónico La Patada denunció irregularidades y corrupción en esa estación, con versiones apoyadas incluso por ex empleados de esa emisora. La situación empeoró cuando el sacerdote fue interceptado en su auto por un oficial de la Fuerza Pública manejando en horas de la noche en el Parque Metropolitano La Sabana en compañía de un menor de edad, y si bien no el religioso no incurrió en un abuso sexual sí fue patente su violación de las normas moralistas que proclama la jerarquía. Finalmente, la propia jerarquía costarricense decidió finalizar las operaciones de Radio María, pero el 7 de julio de 2001, Parmenio Medina fue asesinado a balazos en la entrada de su vivienda. Minor Calvo y el empresario Omar Chávez fueron acusados de ser autores intelectuales del crimen, perpetrado por sicarios y ambos permanecen recluidos. Cuando Minor fue aprehendido, el 27 de diciembre de 2003, en Liberia, provincia de Guanacaste, se encontraba en compañía de otras personas, entre ellas el cura Mario Alberto Salazar Alvarado, quien en abril de 1998 fue sentenciado a 4 años de cárcel por el delito de abusos deshonestos agravados, los cuales había cometido en 1994 contra un adolescente de 14 años.
Al caso de Minor, hay que sumar los episodios de corrupción protagonizados por políticos e incluso exmandatarios del Partido Unidad Social Cristiana, una de las fuerzas políticas más cercanas al clero.
Conservadurismo
Además de oponerse directamente a los derechos sexuales y reproductivos, en cada país de América Latina, la jerarquía cuenta con el apoyo de organizaciones político religiosas que a su vez conforman redes internacionales como Vida Humana Internacional, con sede en Miami y vínculos con el gobierno de Bush y con el exilio cubano.
En un reporte de su viaje a Costa Rica, del 28 al 30 de junio de 2003, el sacerdote católico Thomas Euteneuer, quien preside la organización internacional Human Life Internacional, a la que a su vez pertenece Vida Humana Internacional, deploró que en el país había una “gran apatía” con respecto a los temas de la “defensa de la vida”, es decir, de la moral sexual del clero y señalaba que es muy fuerte la influencia de la llamada teología de la prosperidad, de cuño protestante (www.hli.org/mission_coasta_rica_2003.html)
La Asociación para la Defensa de la Vida, Adevi, activa desde 1988, es la filial costarricense de VHI. Uno de sus principales dirigentes ha sido Alejandro Leal Esquivel, quien en 1996, señalaba que junto con Julia Regina de Cardenal, dirigente antiabotista de El Salvador, estaba "en proceso de lograr una coordinación global en el continente americano del intercambio de información y experiencias sobre jóvenes que están o quieran participar de la mística de los movimientos provida bajo el patrocinio de HLI y con el apoyo del Pontificio Consejo para la familia"
Se puntualizaba: "se irán haciendo contactos con las nacientes redes de otros continentes de modo que se puedan ir gestando corrientes provida con toque juvenil,,, Entre las metas propuestas se encuentra lograr una presencia en el internet (en el sitio de HLI), establecer una red a través del coreo electrónico, formalizar la edición de un boletín gráfico elemental que sirva de canal de mayor difusión y lograr en un mediano plazo la organización de un congreso continental de líderes juveniles".
Actualmente, Alejandro Leal sigue apoyando el activismo contra los derechos sexuales, pero ya desde una perspectiva académica, por ser profesor de Genética d la Universidad de Costa Rica.
PROMESA (Promotora de Medios de Comunicación S. A.) es una editorial fundada en febrero de 1982, por Carlos Manuel Fonseca Quesada y Helena Ospina Garcés, Catedrática de la Facultad de Letras de la Universidad de Costa Rica, y que se considera una de las principales organizaciones vinculadas al Opus Dei en Costa Rica.
La editorial publica obras de autores del Opus Dei, incluyendo a varios profesores de la Universidad de Navarra, que pertenece a ese grupo, e incluso trabajos sobre su fundador José María Escriva de Balaguer. Aunque el Opus Dei suele ser esquivo acerca del compromiso que con él tienen muchos personajes públicos y de la identidad de algunos de sus miembros, Promesa es una de las entidades cuyos proyectos y novedades se reseñan en el Boletín Romana, publicación oficial del Opus Dei.
Nacida en Cali, Colombia, en 1944, Helena Ospina Garcés de Fonseca radica desde 1970 en Costa Rica, además de que ha colaborado con otras instituciones educativas del sector católico, como es la Universidad de La Sabana, en Colombia, que en 1994 le publicó el libro Mujer, valores permanentes, con motivo del Año Internacional de la Familia por Ediciones Universidad de La Sabana (1994). Se comenta en Costa Rica la influencia que tuvo Helena Ospina en los gobiernos de la Unidad Social Cristiana.
Entre los personajes que colaboran con Promesa en Costa Rica se cuenta Luis Baura, quien es el vicario regional del Opus Dei en América Central Septentrional. (www.promesacultural.com/comentaristas.htm)
El 3 de enero de 2006, con motivo del fallecimiento de Jorge Rossi, supernumerario del Opus Dei en Costa Rica, y quien fuera vicepresidente en la última administración de José Figueres (1970 a 74), varios personajes vinculados a ese grupo publicaron artículos laudatorios, entre ellos Helena Ospina de Fonseca (Jorge Rossi Chavarría”, viernes 6 de enero http://www.nacion.com/ln_ee/2006/enero/06/opinion6.html)
En sus formas de actuar, Promesa exhibe rasgos típicos de esa organización, que la distinguen del activismo agresivo que en muchos países adoptan grupos como las filiales de VHI, sin que por esto dejen de participar en una lucha común del conservadurismo católico contra el estado laico y contra la libertad sexual.
Prueba de ello es que uno de los libros que distribuye Promesa es IPPF. La multinacional de la muerte, del abogado argentino Jorge Scala, organizador de una multinacional de organizaciones antiabortistas, denominada Por un Mundo Mejor, y coordinador para los países del Cono Sur del Consejo Latinoamericano por la Vida y la Familia de Vida Humana Internacional.
En contraste con los métodos “suaves” que suele usar Ospina, el texto de Scala está planteado como un ataque muy agresivo, calumnioso incluso, contra IPPF y otras organizaciones y personajes quienes encarnan según él la “cultura de la muerte”.
Es un discurso de linchamiento pues no apela simplemente a las diferencias ideológicas, sino que sataniza a quienes no comparten la moral sexual del Vaticano, que en su texto aparecen como “pesudointelectuales” y “pseudoteólogos” y sobre todo como promotores de una mentalidad supuestamente criminal. En el capítulo XIV de su libro afirma que la pugna con quienes defienden los derechos sexuales es “una guerra a muerte” que “exige empeñar en la batalla todos los medios disponibles”
Con la idea de conocer a sus adversarios, y a la vez difundir sus ideas, muchas veces personajes del Opus Dei entran en contacto con sus críticos e incluso les envían su producción editorial, pero esto no excluye en algunos casos métodos más agresivos como son las presiones en medios de comunicación y el cabildeo contra determinados personajes.
Frecuentemente, personajes señalados como miembros del Opus Dei niegan esa filiación, y lo mismo hacen sus oficinas de Comunicación, pero si el dato es correcto viene a ser confirmado una y otra vez por las propias iniciativas personales y actividades de dichos personajes, que generalmente son cultos, con una trayectoria profesional y bien relacionados en las esferas del poder, lo que institucionalmente es una de las mayores ventajas de esa organización, que lo mismo funda escuelas y universidades, que editoriales, medios de comunicación y empresas al igual que centros asistenciales.
Por otra parte, algunos activistas católicos, de grupos no identificaos, han llegado a hacer llamadas amenazantes a programas de Televisión o de Radio en los que se ha criticado el pontificado de Juan Pablo II, incluso han amenazado con demandar a quienes lo hacen, por considerarlo un atentado a sus “derechos humanos”.
Focus on the Family es un grupo estadounidense fundado por James Dobson, psicólogo y predicador evangélico, perteneciente a la Iglesia del Nazareno. Ha publicado varias obras, como Atrévete a Disciplinar, donde enfatiza el respeto a la autoridad y la defensa de los “valores cristianos”.
Dobson ha brindado su apoyo en las campañas de Bush, a quien dice haber conseguido millones de votos. En los últimos años, Focus on the Family ha formado parte de coaliciones antiabortistas al lado de organizaciones catòlicas.
Focus on the Family, de origen estadounidense, de filiación protestante y fundado por James Dobson. Hoy tiene oficinas "asociadas" en varios países y en Costa Rica establecida en 1998 con el nombre de Enfoque a la Familia.
En Costa Rica, al igual que en otros países de AL, opera con el nombre de Enfoque a la Familia, y su la coordinadora de Desarrollo Institucional en el país ha sido Adela Porras, mientras que Sixto Porras es dirigente nacional del grupo y uno de sus principales conferencistas.
Dicho grupo, como otros de filiación católica, difunde entre los jóvenes la idea de que tener relaciones sexuales no es algo natural sino inducido: “la carencia de afecto y la desintegración familiar lleva a los jóvenes a mantener relaciones sexuales”
Según Enfoque a la Familia, “dicta charlas en los planteles educativos de Costa Rica con el aval gubernamental, capacitando a un promedio de 5 mil a 7 mil jóvenes a nivel nacional todos los meses, a través del programa El sexo, las mentiras y la verdad”.
Enfoque a la Familia ha cobrado fuerza en la sociedad costarricense en los últimos años y tiene espacios en algunas televisoras; difunde sus mensajes en el influyente noticiero Telenoticias.
Un importante grupo conservador y derechista proBush que ha tenido algún contacto con Costa Rica es Concerned Women of America. En 1986, su lideresa, Beverly La Haye viajó al país para "indagar las necesidades de los refugiados que habían huido de Nicaragua debido al conflicto Marxista. Se reunió con la primera dama de Costa Rica, quien le permitió visitar algunos campos de refugiados".
Amor Joven
Amor Joven fue un proyecto de educación sexual que a fines de los 90 auspicio la entonces primera dama Lorena Clare de Rodríguez, católica pero a la vez preocupada por resolver los problemas que en las y los adolescentes acarrea la falta de educación sexual.
La empresa fracasó ante la oposición de la jerarquía católica y de sus aliados políticos que incluyeron a grupos protestantes como Enfoque a la Familia. En su contraataque, la jerarquía no sólo frenó los esfuerzos gubernamentales sino que quiso imponer su propia visión de la sexualidad que enfatiza la abstinencia, el pudor, la culpa y la preparación para la maternidad.
Entre los hechos que destacaron en el episodio, que pese a sus secuelas, ha servido para crear conciencia de la necesidad de defender el estado laico y los derechos sexuales, se cuentan la falta de apoyo de algunas ONGs progresistas hacia la iniciativa gubernamental, la aplicación de todo el poder clerical contra ese proyecto y la disociación de muchos católicos, la propia primera dama, con actitudes y planteamientos radicales del Vaticano.
En abril de 1999, se presentó una propuesta de contenidos del programa Amor Joven, que, según resume Ana Lucía Faerron en una tesis de posgrado de la UCR, dedicada a dicho proyecto, “…iban dirigidos a promover en niños/as y adolescentes conocimientos que les permitieran tomar decisiones desde una perspectiva integral que tomara en cuenta el erotismo, la afectividad e la identidad genérica, perspectiva indispensable para fortalecer su vida, asumida de manera responsable, autónoma y plena y por supuesto, con los conocimientos necesarios para lograrlo”.
Rápidamente, esos planteamientos escandalizaron a la jerarquía y grupos conservadores, que recurrieron a un discurso basado en trucos psicagógicos, promover el escándalo en torno al supuesto libertinaje que inducía Amor Jove, cuestionar las convicciones religiosas de la primera dama, e incluso a presionar y amenazar a personajes y funcionarios que simpatizaban con es esfuerzo educativo.
Relata Faerron que esas reacciones se manifestaron “…en volantes que se distribuían durante las misas de los domingos, uso del púlpito para desprestigiar ante los feligreses los objetivos del Programa Amor Joven, en alusiones para desacreditar a la Primera Dama, en comentarios en la estación católica Radio María alejados de la verdad y declaraciones en los medios de parte de algunos obispos y laicos…”
Al principio de las campañas contra Amor Joven participó Enfoque a la Familia, quien también está interesado en difundir sus propias ideas sobre la moral sexual y familiar, y en el curso de ellas, la jerarquía echó mano de todo tipo de aliados y recursos: su influencia en el sector político, incluyendo las presiones al entonces presidente Miguel Angel Rodríguez, de filiación social cristiana, las amenazas de excomunión y hasta la excomunión contra altos funcionarios, los artículos de prensa escritos por militantes católicos, su presencia en medios de comunicación, la difusión de datos personales para dañar la reputación de funcionarios involucrados en el programa e incluso llegaron a movilizar no sólo a grupos pequeños y radicales como Adevi, sino a grandes organizaciones del clero, como el Movimiento Familiar Cristiano, que participaba incluso brindando información a la jerarquía desde regiones remotas, misma que podía ser usada en las posteriores negociaciones con el gobierno.
Un tópico de los opositores al programa fue criticar la influencia de feministas sobre Lorena Clare, por lo cual, afirmaban, esta había apoyado un programa contrario a las enseñanzas del clero. Una premisa más realista es que dichos preceptos son tan rígidos y ajenos a la idiosincrasia de muchos países latinos, que contradicen cualquier esfuerzo de impartir una educación sexual eficaz para remediar problemas como los embarazos en adolescentes.
De hecho, uno de los planteamientos que más atacaron los conservadores fue la idea de que las personas menores de 18 pueden tomar decisiones sobre su vida, y esta abarca aspectos sexuales. Paradójicamente, por la vía del combate a la llamada pornografía infantil, algunos sectores, incluso feministas, están adoptando la misma actitud puritana de ilegalizar la sexualidad antes de esa edad.
Como en otras ocasiones, religiosos católicos que apoyaron de alguna manera el proyecto Amor Joven o que participaron en él fueron rápidamente desautorizados y castigados, como el sacerdote José Quiroz, quien fue removido de su cargo como asesor del Ministerio de Educación e incluso despojado de su parroquia.
Para resolver el conflicto en torno a la educación sexual, el episcopado y el gobierno entraron en negociaciones, donde el clero estuvo representado entre otros personajes por Guillermo Malavassi y Hermes Navarro del Valle.
Guillermo Malavassi Vargas es uno de los fundadores de la Universidad Autónoma de Centroamérica y rector de la misma desde 1976, además de que fue ministro de educación (1966-1969) y diputado a la Asamblea Legislativa (1982-1986). Es uno de los personajes que aparecen como “comentaristas y ponentes” en la página Web de la editorial Promesa, antes mencionada.
Hermes Navarro del Valle es un abogado, muy ligado a la Conferencia Episcopal de Costa Rica y quien formó parte de la comisión interdisciplinaria que intentaba una salida al controvertido caso de la emisora Radio María del padre Minor, con quien Hermes tuvo algunas apariciones públicas. Tuvo influencia en los gobiernos socialcristianos de Miguel Angel Rodríguez y de Abel Pacheco.
En carta a Lorena Clare, fechada el 10 de septiembre de 99, el arzobispo Román Arrieta Villalobos sintetizaba los argumentos del clero contra el proyecto Amor Joven y a la vez contra la posibilidad de una educación laica, libre de lineamientos religiosos: “…tenemos que salvar a toda costa el derecho primario de los padres de familia a la educación de sus hijos, quedando claro que la función del Estado es tan sólo subsidiaria. Más que educación de la sexualidad, debe ser educación para la sexualidad, dada a cada uno en su momento y sin insinuar siquiera autonomías que algunos interpretarán como derecho a hacer lo que quiero, con quien quiero, como quiero y cuando quiero, con lo que la medicina resultará mil veces peor que la enfermedad”.
El resultado fue un documento de consenso Iglesia Católica-Gobierno de la República, de diciembre de 1999, donde la primera reiteraba su tónica de represión sexual expresada en textos como Sexualidad Humana, verdad y significado, emitido a mediados de los 90 por el cardenal Alfonso López Trujillo, presidente del Consejo Pontificio para la Familia.
Asimismo, Lorena Clare giró instrucciones a la Secretaría Técnica de Amor Joven para revisar todos los materiales a fin de adecuarlos a los compromisos del gobierno con la jerarquía. Sin embargo, en agosto del 2000, personajes como Hermes Navarro siguieron quejándose de que los nuevos programas no seguían las normas del consenso entre el clero y el gobierno.
Varios obispos lanzaron duros ataques contra el gobierno, a raíz del programa Amor Joven, y sacerdotes como William Sequeiro, de la Iglesia de Pérez Zeledón, lanzó desde el púlpito, en septiembre de ese año, pronunciamientos ofensivos contra Lorena Clare así como acusaciones falsas contra capacitadotes del programa Amor Joven.
El 10 de octubre, el Padre Minor Calvo externó en Radio María su “preocupación” por lo que “incluye o contiene como nocivo, como peligroso, lascivista (sic), permisivista ese Programa de Amor Joven. Lo peor es que esto viene apoyado desde Casa Presidencial, impulsado por la Primera Dama de la República. Y esto a mí me preocupa. ¿Qué es ese veneno camuflado que se está dando a los jóvenes?”
En esta nueva etapa del conflicto, la Iglesia siguió la estrategia de atacar el supuesto incumplimiento por parte del gobierno del documento de consenso con la iglesia, pero en el fondo lo que buscaba era que el gobierno convirtiera la educación sexual en mera repetición de los textos de López Trujillo.
Esa actitud manifestaron los prelados el 13 de octubre, en la reunión extraordinaria de la Conferencia Episcopal, a la que fue invitada la primera dama y donde los prelados cuestionaron el grado de cumplimiento de los acuerdos con la Iglesia acerca de la educación sexual.
El 20 de noviembre, el arzobispo de San José, Román Arrieta Villalobos, informó a Lorena Clare que la iglesia no continuaría su colaboración con el gobierno en torno a la educación sexual, y la iglesia se ha mantenido firme en su propósito de imponer a los costarricenses textos importados que promueven enfáticamente la represión sexual, como la Guìa de Padres de Familia y Maestros de la Conferencia Episcopal de Colombia.
Partidos y derechos
Las elecciones del 5 de febrero de 2006 culminaron en un conflicto político y social resultante de lo cerrado de las votaciones, que supuestamente dieron el triunfo a Oscar Arias, viejo político del Partido Liberación Nacional, hoy convertido en prospecto del neoliberalismo de influencia estadounidense y promotor de proyectos típicos de este sector, como el TLC y el combate a la inseguridad pública a fin de defender las inversiones privadas y remilitarizar el país.
Su más cercano competidor, con alrededor de un uno por ciento de diferencia fue Ottón Solís, del Partido Acción Ciudadana, PAC, quien en contraste con su oposición a los proyectos neoliberales no ha mostrado el mismo compromiso con la promoción del estado laico, mostrando actitudes de otros políticos latinoamericanos quienes piensan que mostrarse afines a las doctrinas del clero les redituará beneficios políticos.
Como tercera fuerza electoral quedó el Partido Movimiento Libertario, que es de tendencia declaradamente neoliberal en aspectos económicos, pero igualmente conservador en lo referente a los derechos civiles.
El Partido Unidad Social Cristiana es una fuerza afin a la jerarquía católica, y que pertenece a la Oranización Demócrata Cristiana de América, ODCA, coalición de partidos de la derecha católica. Actualmente enfrenta una crisis histórica quizás definitiva debido a los escándalos de corrupción protagonizados por el expresidente Miguel Angel Rodríguez, hoy bajo arresto domiciliario, y por la mala gestión de Abel Pacheco, un católico conservador, opuesto a los derechos sexuales, predecesor de Oscar Arias en el cargo.
En Costa Rica, el aborto es ilegal con la excepción del de carácter terapéutico, por lo que se discuten otras excepciones por ejemplo en el caso de violación. Entrevistados en enero de 2006, en el contexto de las campañas electorales, acerca de la posibilidad del aborto en caso de violación, varios de los políticos de los principales partidos emitieron opiniones afines a las enseñanzas del clero. Por ejemplo, Ottón Solís dijo estar en desacuerdo con esa posibilidad: "No, a veces tratamos de solucionar los problemas olvidando los valores morales, y no queremos corregir un error con otro", mientras que Oscar Arias señaló: "No, debemos mantener lo que establece la ley, sólo en casos en que se ponga en peligro la salud de la madre", Otto Guevara coincidió e incluso sugirió la alternativa de la adopción, la misma que suelen manejar los grupos antiabortistas: "No, en caso de violación una persona podría dar en adopción al niño, si no quiere conservarlo"; Ricardo Toledo, del Partido Unidad Social Cristiana, dijo: "No, creo en el derecho a la vida, y hay otras maneras para que el niño tenga un hogar".
Aunque comparte ciertos ideas de la moral religiosa tradicional, Arias pregona también planteamientos neoliberales que lo llevan a concebir el uso de anticonceptivos más que como un derecho individual como una exigencia del desarrollo socioeconómico. En junio de 2006, Arias viajó al Vaticano, donde le pidió al Papa más tolerancia en la actitud de la iglesia hacia los anticonceptivos (La Nación 16 de junio de 2006), a la vez que su apoyo a la firma del TLC, tema candente que aglutina la inconformidad de sectores importantes de Costa Rica, incluida la Iglesia local, y donde obtuvo la promesa de Angelo Sodano, secretario de estado de la Santa Sede, de enviar a los obispos costarricenses una carta de apoyo al TLC (La Nación, 17 de junio de 2006).
El Partido Frente Amplio representa una izquierda congruente con la defensa de las libertades individuales, que incluyen los derechos sexuales y reproductivos.
Se le considera una fuerza política con influencia en la Universidad de Costa Rica que a su vez, en cierta medida ha escapado a la derechización que aqueja a otros centros de estudios en América Latina.
Actualmente, el Frente Amplio ocupa uno de los 57 escaños de la Asamblea Legislativa, siendo su representante el diputado José Merino.
Por el contrario, el partido de Restauración Nacional, de filiación evangélica, se opone a esos derechos, pero a la vez exige igualdad de las iglesias ante la ley, contrariamente al marco jurídico vigente.
Dicho partido, tiene un escaño que ocupa el representante Guyon Massey pero podría crecer políticamente en la medida en que las iglesias vinculadas a él crezcan en el país.
Massey es pastor de la Iglesia Viva de Pacto, ubicada en el centro de San José, y ha impulsado una agenda “evangélica”, de corte moralista, a la vez que distanciada de asuntos sociales, como la oposición al TLC, tema sobre el que declaró entrevista con el diario La Nación: “Consideramos que no es la panacea, pero tampoco el monstruo que dicen…A como están las cosas es mejor apoyarlo porque es mejor estar adentro” (www.nacion.com/ln_ee/2006/febrero/13/pais2.html)
Según William Magaña, dirigente evangélico y directivo de la estación de radio Estereo Visión, además de Guyon por lo menos otros 10 representantes evangélicos fueron electos en los comicios de febrero de 2006, lo que interpretó como “un claro plan por parte de Dios para que Costa Rica sea guiada por creyentes”.
Guyón Massey fue el máximo encargado de la organización del Festival Luis Palau, encabezado por dicho predicador argentino, que a principios de este año reunió a más de 200 mil personas en el Parque de la Paz, en San José. Massey y Palau, fueron recibidos por el presidente electo, Oscar Arias, en su residencia un día antes del concierto.
Palau es el principal impulsor de un plan de “guerra espiritual” para tomar ciudades y países enteros hasta convertirlos “100% para Cristo”. Sin embargo, algunos personajes de grupos evangélicos vinculados a ese tipo de proyectos han sido acusados de irregularidades en el manejo de donaciones provenientes de los fieles.
Por su parte, el rector del Seminario Teológico Bautista de Costa Rica, Jonathan Pimentel, ha dicho que “El discurso de Massey es realmente moralista, basado en sus posiciones anti-aborto, homofóbicas y en la represión de la libido”.
De hecho, Massey ha estado promoviendo un iniciativa para evitar que los homosexuales puedan adoptar menores de edad. Según el diputado evangélico, con ello se busca “proteger” a los menores ante el vacío legal en la materia, pues, según él, “las parejas homosexuales (son) menos estables y firmes que las heterosexuales…” (telediario.com.gt, 31 de octubre de 2006).
Evidentemente, la agenda de los derechos sexuales y reproductivos atraviesa momentos difíciles, pues algunas fuerzas político religiosas, católicas y protestantes, se oponen a ellos con gran beligerancia, mientras que en muchos casos las fuerzas y personajes que deberían defenderlos dadas sus premisas ideológicas, lo consideran un asunto incómodo, o una moneda de cambio para impulsar sus ambiciones pactando con la jerarquía católica.